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jueves, 12 de abril de 2007

Navegar en aguas tormentosas

Un mar proceloso se extiende de un confín a otro de la geografía boliviana a raíz de las últimas actuaciones presidenciales que han creado recelo, desconfianza, inseguridad en todo lo que se refiere al futuro, a la Constituyente, a los variados e imprecisos cambios que toda la parafernalia estatal no deja de agitar.

Mucho de esta tormenta tiene que ver con corrientes subterráneas y rumores y especulaciones que las hubo, las hay y no dejarán de haber en el mundo de la política, aunque hoy en dia cobran una fuerza desconocida que está provocando incertidumbre y susceptibilidad que el Gobierno está en obligación de explicar y actuando por una vez con toda seriedad, con la verdad a la luz del dia, ponerle punto final y borrón y cuenta nueva antes de generar reacciones de autodefensa que pudieran causar mucho daño a la Comunidad entera.

Está el Presidente detrás de modificar el artículo 87, numeral Uno, que dice textualmente: "El mandato improrrogable del Presidente de la República es de cinco años. El Presidente puede ser reelecto por una sola vez después de transcurrido cuando menos un período constitucional." Por si fuera poco, y por si quedaran dudas no obstante la claridad del texto los legisladores promulgaron la Ley 2631 que reglamenta el cumplimiento del artículo citado. Si la respuesta fuera afirmativa estaríamos exactamente en la misma actitud que el Presidente Hugo Chávez para quién "la Constitución lo puede todo, obliga a todos, está por encima de partidos y de regímenes" lo cual es relativamente cierto, no es invento de Chávez ya lo habían dicho George Wáshington y Abraham Lincoln en su momento, con la gran diferencia que no se referían asímismos, ni a la prórroga de su mandato, el primero hablaba del estado Unitario que pondría a funcionar la gran nación y el segundo a borrar de las leyes la esclavitud que hasta entonces era considerado un derecho de los más adinerados. Tenemos entonces que se produjo en Venezuela una distorsión, una caprichosa interpretación de lo que puede hacer la Ley de Leyes, y en efecto permitió ciertos cambios muy discutidos y otros necesarios, aunque merced a ingentes recursos generados por la comercialización del petróleo en el pleno mercado de Estados Unidos aparentemente "combatido y resistido" por los bolivarianos.

Toda esa actividad febril que se viene realizando desde Palacio, está o no dirigida a promover, preparar y lanzar su propia candidatura? Si así fuera, bastaría con cumplir la Ley Electoral que ordena a los candidatos a dejar el poder y enfrentar desde el llano a sus oponentes en igualdad de condiciones. Esa ley acuñada por la Constituyente de 1961 incluyó en un acto de justicia a todos los habitante y ordenó que el sufragio fuese directo, obligatorio, secreto y de procedimiento diáfano, fiscalizado por el pueblo para cuidar su pureza y efectividad. Ahora se pretende darle el voto a todo adolescente de 16, y a los bolivianos que viven en el exterior, aspectos que todavía permanecen en debate hasta formar consenso para no fraccionar aún más a la ciudadanía.

Es o no evidente que se busca un enfrentamiento con los Prefectos que no son afines a la actual Administración, intentando de muchas maneras limitar su autoridad y mostrar por el contrario que el Poder Central sigue siendo el "factotum" (que decide) la suerte y destino de la Comunidad?

No es acaso contraprudecente que mientras asuntos urgentes que reclaman la atención del Gobierno, carestía de gas natural, bloqueo de caminos por diversas causas, inexistencia de puestos de trabajo para un ejército de desocupados, acciones claras para frenar la corrupción y castigo a los "mercaderes" responsables de la compra-venta de empleos públicos, detener o al menos disminuír el alarmante flujo de jóvenes mujeres y hombres que emigran en busca de trabajo?, etc., etc., la Administración deambula de ciudad en ciudad en clara actitud propagandística, que pudiera ser un acierto si fuese resultado del consenso para la unidad y la efectividad en el manejo del Estado.

En suma, dentro y fuera de Bolivia existe inquietud, duda y temor de estar en vísperas de acontecimientos irreversibles en forma de recorte de las libertades e imposición de medidas destinadas al prorroguismo, al atrincheramiento de infranqueables posturas para arrinconar a los menos y sólo favorecer a un sector con menoscabo de los demás! Algo se tiene que hacer para sobrevivir al naufragio donde las aguas tormentosas de la intolencia amenazan con ahogar a la ciudadanía.