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domingo, 6 de mayo de 2007

Democracia sinónimo de libertad de prensa

Primera Plana pone ante sus ojos, la noticia, el acontecimiento mayor de cada día ocurrido en Bolivia. Por las características del blog, este acontecimiento va resumido con un punto de vista periodístico.

Estos días se habla de un proyecto llamado a limitar el acceso a la información que viene del Ejecutivo, nada menos que de Transparencia, autoridad llamada a trasmitir la prístina verdad de cuanto ocurre hacia los medios. El tema es algo complejo y amerita que nos vayamos adentrando en su contexto. Adelantemos que la libertad de prensa debe ser amplia, irrestricta y real. En las viejas democracias, en Suecia especialmente, un comunicador puede llegar a un Ministerio o Dirección General y pedir el listado de la documentación que ingresó al despacho y de la que salió, el funcionario tiene obligación de exhibir las cartas, legajos, documentos en forma irrestricta. El comunicador no recibe copia, pero puede anotar los textos del interés de su crónica. Este hecho tiene una enorme trascendencia, despoja de secretos y reservas y permite que el ciudadano conozca cuanto sucede.

Ahora bien se objeta que el proyecto, además de limitar el acceso a la información que debería brindarse se niega su conocimiento con el sello de "reservada" o "secreta" aduciendo razones de seguridad o sospecha de corrupción. Como sea, las organizaciones de los periodistas advierten un peligro de ocultar ciertos hechos en desmedro de justamente "la transparencia" que debe existir en el tratamiento de la documentación oficial. Antonio Vargas sostuvo que la combinación de ambos puede desatar una ''cacería de brujas'' contra opositores, periodistas y propietarios de medios de comunicación.

En un comunicado, la Asociación Nacional de Prensa (ANP aludió a la polémica al manifestar su ''firme propósito de lograr una conjunción en torno al derecho a dar y recibir información''.

La ANP ha conferido el Premio Libertad por su tarea en favor del respeto de los derechos humanos, la democracia y la libertad de expresión al primado de la Iglesia Católica en Bolivia, cardenal Julio Terrazas.

El prelado, en declaraciones a la red de diarios Líder, al exhortar al gobierno y a las asociaciones de prensa a buscar el entendimiento, señaló que ''sin libertad de prensa, no hay democracia''.

No podemos clausurar el debate sin adelantar que bien merece otras consideraciones antes de que el tal proyecto sea remitido a una Comisión de la Constituyente.

sábado, 5 de mayo de 2007

El mandatario no tiene quien le escriba

La boca presidencial
Alfonso Gumucio D.

El presidente boliviano no ha aprendido a medir sus palabras luego de más de un año en el poder. Su incontinencia verbal lo lleva a cometer deslices, a anunciar cosas que no suceden, o a adelantarse a los hechos. Seguramente cree que lo hace muy bien, pero aparece como alguien que habla más de la cuenta. Las cosas irían mejor para él si hablara menos y con mayor propiedad, pues en el país se está dando un proceso de cambio que merece un mejor relacionador público. Evo se queja de los medios de información, pero lo cierto es que él mismo da sobradas razones para que los periodistas lo cuestionemos.
En artículos anteriores, en los últimos dos años, me he tomado la libertad de referirme a Evo Morales como el “Emperador Bocaza”, “boca de escopeta” y “boquita de cereza”, con la esperanza de que sus allegados le hagan entender que en boca cerrada no entran moscas, pero el presidente persiste en su estrategia de ganar titulares por las buenas o por las malas, con declaraciones desafortunadas, innecesarias y contraproducentes.
Por ejemplo, cómo se le ocurre decir –delante de los médicos cubanos que trabajan en Bolivia- que Fidel Castro “aparecerá” el 1º de Mayo para la celebración del Día de los Trabajadores. Los que creyeron que tenía esa información de primera mano, quedaron frustrados por segunda vez, pues ya dos meses antes Evo había anunciado que Fidel se haría presente en una reunión de presidentes latinoamericanos. Tampoco sucedió aquella vez.
Evo parece un niño cuando trata de competir con Chávez. Fidel ha recibido al presidente de Venezuela varias veces en La Habana, y mantiene con él una estrecha relación, pero no con Evo, a quien por lo visto le consumen los celos y trata en todo momento de ponerse a la altura de Chávez. Para que la gente crea que él también está en la esfera de los íntimos de Fidel, hace declaraciones que seguramente no le caen muy bien al gobierno cubano. ¿Con qué autoridad anuncia Evo lo que Fidel piensa hacer? Debería dejarle ese papel a la Cancillería cubana, a los embajadores cubanos, y no meterse en camisa de once varas. Ni siquiera Chávez ha sido tan imprudente en lo que respecta a Fidel.
Veamos otro tema en el que la boca presidencial peca de insensatez. Las declaraciones del Evo le han hecho un flaco favor a la Asamblea Constituyente, que desde ya tiene problemas suficientes y no necesita que le agreguen otros nuevos. La Constituyente anda en picada hacia el barranco, porque faltan apenas tres meses para que concluya sus trabajos (es decir, para que produzca una nueva Constitución) y todavía esta en pañales. Obviamente, que si se aprueba una nueva constitución entre gallos y media noche, a espaldas del país y sin discusión plena, no tendrá ninguna validez.
Pero encima de eso, están las declaraciones de la boca presidencial, que contribuyen a desprestigiar aún más a la Asamblea Constituyente. Las afirmaciones iniciales de Evo Morales en sentido de que la Asamblea Constituyente era magna y soberana, y que el ejecutivo no intervendría para nada, han quedado muy atrás. Cada vez que puede, el presidente “dicta” lo que la Asamblea tiene que hacer. Antes de que la Asamblea Constituyente hubiera siquiera mencionado el tema, Evo Morales anunció, como si fuera el portavoz -de algo inexistente- que una de las decisiones de la Constituyente será el llamado a elecciones generales el año 2008, en las que él será habilitado como candidato. Semejante declaración no podía sino causar revuelo y un daño tremendo al proceso democrático, porque hace ver a la Asamblea Constituyente como un circo donde no se decide nada, simplemente se obedece a las consignas del Palacio Quemado. Esa sola declaración ha distorsionado el panorama político del país, pues por encima de todo cuerpo legal, por encima de la misma Constitución, el presidente toma decisiones anti-constitucionales.
No es la primera vez que la bocota presidencial se mete con la Constituyente. Antes de que se elija la presidencia de la asamblea, hace diez meses, Evo Morales había anunciado su decisión: Silvia Lazarte fue nombrada “a dedo”. Todo esto le quita legitimidad a la Constituyente, que aparece simplemente como un brazo del Palacio de Gobierno, con rango menor.
La boca presidencial ha tropezado en muchas otras ocasiones, condenando a ciudadanos antes de que la justicia lo haga (caso Bakovic), anunciando la “revolución agraria” (una simple aceleración en la distribución de títulos) o nacionalizaciones antes de que fueran tales, y que al final ni siquiera lo son. Uno sigue leyendo los titulares: “se nacionalizó el gas” y todavía estamos en veremos, no en la supuesta “nacionalización”, sino en los nuevos contratos con las empresas petroleras, que hasta el día de hoy no aceptan los términos del gobierno.
Lo mismo sucede con ENTEL: los anuncios de nacionalización se hicieron de manera irresponsable, antes de estudiar el asunto. Al final, todo queda en una compra de acciones con la plata que estaba destinada antes al Bono Sol, pero el presidente se llena la boca con palabras revolucionarias.
Los anuncios y vaticinios suman y siguen: dice el presidente que se crearán 230 mil empleos en 2007, pero todavía no se han creado los que ofreció para el 2006…
Las declaraciones presidenciales serían material como para un libro titulado “Dichos y Hechos del Presidente Morales”. Invito a los lectores a revisar en la prensa de los últimos cinco años las declaraciones del dirigente cocalero, del diputado, del candidato del MAS y del presidente de la república. Podríamos armar un archivo interesante con ellas, para que no se diga que los bolivianos somos desmemoriados.
Creo que el presidente tiene un problema psicomotriz serio. No tiene un mecanismo bien engrasado entre su pensamiento y su boca. A veces la boca dispara más rápido y se adelanta al pensamiento, sin medir las consecuencias. Creo que sus asesores deberían ayudar al presidente a ejercitar ese vínculo tan importante entre el pensamiento y la boca presidencial, por el bien del proceso de cambio que vive el país.

viernes, 4 de mayo de 2007

Intolerable ultraje al uniforme policial

Primera Plana pone ante sus ojos, la noticia, el acontecimiento mayor de cada dia ocurrido en Bolivia. Por las características del blog, este acontecimiento va resumido con un punto de vista periodístico. Lo sucedido en Ivirgarzama cuando una turba de vecinos productores de coca y transportistas locales, tomaron de rehenes a 6 policías de Diprove (Dirección de investigación de robo de vehículos) justamente por realizar su tarea de recuperar vehículos robados y que circulan libremente en El Chapare, protegidos por una red de vecinos que hace sospechar de estar encubriendo y por ello actuando en complicidad con los ladrones.
Los policías fueron ultrajados, despojados de sus pertenencias personales y hasta de sus uniformes por la turba prevalida de su fuerza masiva. No termina ahí el escándalo sino en la actitud del Inspector General y otros jefes policias que se pusieron a dialogar, buscando soluciones "amistosas con los transportistas" o sea tolerando y socapando la inconducta.
No extrañe entonces, que algunos medios hubieran reaccionado con fuerza como en un subeditorial de Los Tiempos que escribió entre otros juicios: Bastó que la patrulla se detuviese en aquella localidad en busca de vehículos robados y el hallazgo de uno de ellos para que el transportista conductor promoviese la reacción de sus colegas y el vecindario, según las versiones llegadas del lugar, donde inclusive día antes se habría conocido del paso de los policías, enervándose los ánimos de la población.

Si este tipo de hechos que con alarmante frecuencia se registra en el país es condenable bajo todo punto de vista, desde el momento en que muestra una suerte de descomposición social por encima de cualquier otro calificativo, más censurable resulta todavía que el Director de Diprove hubiese tenido que trasladarse a Ivirgarzama para "explicar" a los agresores la presencia y trabajo de sus subalternos, de acuerdo con anuncio del comandante regional, que permitió la liberación de la mitad de los rehenes hasta la tarde de ayer.
De ser cierto el extremo, querría decir que la ausencia de un ordenamiento jurídico en Bolivia ha rebasado lo imaginable y que quienes estaban obligados a hacer cumplir la ley, ahora tienen que prodigarse en dar satisfacciones a los que la ignoran o pisotean. N.E. Lo anterior huelga de todo otro comentario y el tema está lejos de haber concluído. Sólo es un comienzo.

miércoles, 2 de mayo de 2007

Protesta de las Víctimas de la Violencia Política

Sin comentario por el momento, transcribimos el artículo de Centa Reck publicado por el portal: www.hoybolivia.com en su sección de análisis:

Las víctimas de violencia política asociados en UNAVIPO se encuentran en huelga de hambre desde el 26 de abril reclamando el incumplimiento de la Ley 2640 dictada por el ex presidente Carlos Meza en marzo del 2004, quien con esta ley respondió al dictamen de la Naciones Unidas que estipula el resarcimiento social y económico para todas las victimas del mundo que hayan sufrido violencia política desde el año 1964 a 1982. La resolución de la o­nU estipula que el Estado respectivo debe aportar con el 20% del monto fijado y el 80% del resarcimiento se hará con fondos de Naciones Unidas.

Jorge Aguilar A y Nebedine Rengife, miembros de la directiva de esta asociación de víctimas, expresan que en Bolivia no ha existido voluntad política para cumplir con el resarcimiento estipulado.

Declaran asimismo que les llama profundamente la atención el hecho de que la actual Ministra de Justicia Celima Torrico no hubiera mostrado interés por cumplir con la obligación. Recordaron así mismo que las víctimas de las luctuosas jornadas de octubre de 2003 han recibido el respectivo desagravio y resarcimiento económico que consiste en una pensión vitalicia de 1.500 bolivianos mensuales.

También expresaron que el vicepresidente Álvaro García Linera habría recibido un resarcimiento de 250.000 US, situación que los lleva a pensar que existe una discriminación en este tema, habiendo pasado por alto el actual gobierno, los episodios que sufrieron otras víctimas que no sean las de su propio partido. Esta circunstancia lleva a que los que han optado por esta extrema medida de presión, protesten por la ausencia de memoria histórica y por la falta de interés en cualquier problemática que no sea la de los correligionarios del actual gobierno.

Algunos de los que se han acogido a la Huelga, observan que sus expedienten no han sido revisados adecuadamente, ya que en 2.000 expedientes que han sido entregados a la comisión, sólo 284 han sido aprobados y los restante

1.463 han sido observados. Las observaciones exigen a los peticionantes, documentos que van desde exigencia de certificado de defunción para un desaparecido, como dos testigos oculares de la aprehensión de otra de la víctimas, también se exige en otros casos certificado de pertenencia al partido comunista, como si esta situación fuera un requisito indispensable para decretar la violación de derechos o la violencia política.

Los afectados muestran un estado lamentable, puesto que son personas de la tercera edad y que han pasado su vida marginados de la posibilidad de trabajar y sin el debido resarcimiento.

La violencia del Estado es una de las peores experiencias de abuso que pueden sufrir las personas de la sociedad civil, pues el aparato gubernamental cuenta con toda la maquinaria y la estructura política para ejercer una represión violenta e irracional sobre los ciudadanos que considera opositores o que cataloga como sus enemigos.

Es importante hacer notar que las víctimas de la violencia política no son fruto de un sólo partido político, y pueden englobar a todas las víctimas de las dictaduras que pueden surgir de una ideología de derecha o de izquierda, porque en todo caso son víctimas de acciones que son fruto de un poder dictatorial totalitario.

Las victimas que hoy buscan un justo resarcimiento expresan que “esta democracia se ha construido con sangre y se debe conservar en el estricto cumplimiento y respeto a los Derechos Humanos”, algo que en el presente momento está en cuestión y nos muestra un camino que ha dado muestra de la vulneración de las libertades ciudadanas y los derechos Humanos.

Análisis de 10 meses de gestión de E.Morales

Segunda parte de cuatro. Presentado en la Fundación Konrad Adenauer de Alemania.
A diferencia de lo que afirma el gobierno de Morales Ayma, que se mira a si mismo como el inicio de una nueva etapa en la historia de Bolivia, de los andes o —como ellos mismos suelen repetir con regocijo— como un aporte innovador a la política universal, porque incorpora espectaculares condiciones intrínsecas para abrir una nueva era de igualdad, reciprocidad y complementariedad, en contra del capitalismo salvaje e inhumano de la globalización; yo prefiero verlo, con menos calor y bríos, como una parte más de nuestra corta y rica historia, con sus luces y sus sombras, portadores como ninguno otro que le antecediera, de inéditas posibilidades de representación e inclusión de los más pobres y marginados, en esta tierra de injusticias y desigualdades.

Inmerso en la abigarrada historia nacional, cuya construcción estatal no contó—o no quiso contar— con la capacidad institucional para incorporar de manera equitativa a las distintas bolivias del “poder dual” de Zavaleta o del “empate catastrófico” de García Linera, el Movimiento al Socialismo es la síntesis cualitativa y superior de muchos intentos de auto-representación frustrados en el pasado —que no viene al caso explicarlos aquí—, pero que podemos recordar al hacer referencia a los varios intentos guerrilleros del pasado, incluido el Ché Guevara, el ELN y otros menores; o a los varios indigenismos e indianismos, junto a las corrientes del corporativismo político incubado en el seno del sindicalismo boliviano. Digo “síntesis cualitativa y superior” porque esas corrientes han logrado unirse por primera vez exitosamente y porque tienen en sus manos, también por vez primera, la oportunidad de gobernar este su país, aunque no terminen de sentirlo del todo suyo.

¿Qué los une, siendo tan diferentes? Esa es una pregunta sustantiva para entender parte de lo que sucede y lo que venga hacia delante. Es más fácil explicar lo que separa a un representante del foquismo revolucionario (invento del hombre blanco para una isla del Caribe hace como 60 años) de otro que milite en el indianismo andino de Fausto Reinaga; peor aún, si comparamos estas expresiones, a las ricas experiencias del corporativismo minero y agrario, con su tradición anarcosindical asamblearia y sus principios de independencia corporativa. La verdad es que es muy difícil entender esta confluencia, doctrinariamente contradictoria, dentro del MAS, y esta dificultad es parte de otra, correspondiente y proporcional, a la que aparece a la hora de evaluar su capacidad de gestión gubernamental.

Me animo a afirmar, que estas corrientes convergen alrededor del liderazgo de Evo Morales, más bien como reacción a su exclusión del sistema de representación de la democracia boliviana, que por los principios que comparten. Lo que los une, más que un programa común o una de visión compartida del futuro, es una raíz no democrática. Son sectores que no creen en la representación política, sino en la decisión directa que, por definición, es una forma predemocrática de delegación del poder, incapaz de negociar y establecer pactos duraderos con otros no presentes en el momento de la delegación. Esta convergencia sui géneris no es fruto de una decisión o voluntad propias de los actores dentro del MAS, sino resultado de la falta de capacidad que tuvo el sistema democrático de partidos para incorporar en su seno institucional a estos amplios sectores empobrecidos y marginados.

Por ese motivo, este singular grupo, de raíces no democráticas, ve en la historia del Estado moderno boliviano y del proceso de inclusión democrática, los resabios del colonialismo pasado, con el objetivo de encontrar un otro que le permita entender las razones de su propia marginalidad.

Los procesos de construcción nacional, de democratización del sistema político y de modernización institucional, de los últimos 60 años, pasan a ser parte del fantasma colonial al que hay que vencer y destruir hasta alcanzar la liberación definitiva, dividiendo la sociedad en dos identidades: las etnias indígenas originarias, portadoras de un futuro provisor, y todos los otros, o el fantasma de los otros: el pasado colonizador, que venimos a ser los bolivianos, diversos, urbanos, transculturales, de clases medias, mestizos, con vocación de modernidad; es decir, la gran mayoría de la nación.

En el sentido estricto de la construcción ideológica, el MAS es un instrumento de alienación hacia atrás, igual pero a la inversa, de lo que vendría a ser un partido burgués inserto en el seno del proletariado el siglo pasado. La victoria apabullante del MAS en las elecciones generales de diciembre pasado, le permite eventualmente trascender los límites impuestos por su ubicación en el proceso de construcción de la realidad política, como un movimiento nacido de los grupos indígenas (fundamentalmente aymaras), predispuesto a interpretar el mundo desde un provincianismo rural y un limitado tipo de corporativismo sindical agrario; hasta lo que pretenden alcanzar a ser: un símbolo mayoritario, imponiendo su lectura parcial del mundo, a esa gran mayoría de posibles ciudadanos, urbana y mestiza, que es la base de la Bolivia del futuro. El otro parámetro del análisis, es esa falsa idea de mayoría, que tiene connotaciones que están a la base de lo que sucede hoy y va a suceder los próximos meses.

La idea sostenida, repetida hasta el cansancio y que ha adquirido un status relativo de verdad entre sus seguidores, es la que sostiene que la mayoría de quienes poblamos Bolivia somos indígenas, desde un punto de vista étnico, racial y cultural (62% se ha afirmado); y que en el centro de esta mayoría pervive un núcleo portador de identidad, desde el que se edifica una propuesta de futuro propia y única —la de los originarios—, que vienen a ser algo así como el grupo humano que se mantuvo virgen, mientras otros se desvirtuaron victimas del colonialismo agresivo, depredador y destructor de la pureza étnica, al haber provocado un pecaminoso proceso de mestizaje —en el sentido de perdida de la virtud original—.

En la era del conocimiento, donde lo positivamente duradero y enriquecedor es la globalidad del mestizaje, cuando el progreso de las sociedades se mide por su capacidad de integrar las diferencias y hacer que convivan personas de lo más variadas y diferentes, el gobierno del MAS ha optado por valorar lo no contaminado de los pequeños grupos originarios, marginales a los grandes procesos globales de construcción humana en la actualidad.