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miércoles, 7 de septiembre de 2011

Indignado y caliente protesta Paulovich por el agravio contra el mestizo Murillo al que Evo quiere desterrar de la memoria colectiva borrando la Plaza de su nombre


Mientras alistábamos nuestras pilchas para viajar a Cochabamba y Santa Cruz que celebran ya sus próximas efemérides locales, mi pariente espiritual paró las orejas, aumentó el volumen de la radio y me dijo: “Alto, compadre, porque el Evo está relatando la trágica muerte de Bartolina Sisa acaecida hace 229 años”
Conocedor de ese sangriento episodio atendí al pedido de mi comadre cochabambina, sobre todo porque me dijo “¡alto, compadre! piropazo que me obligó al agradecimiento y a ponerme de puntillas para no desmentirla groseramente.
Entonces escuché el relato presidencial de aquel trágico hecho dispuesto por las autoridades coloniales de aquel entonces a causa del levantamiento indígena de Tupac Katari, de quien el presidente Evo se considera biznieto tercero en línea directa.
Sin embargo, el relato presidencial me conmovió y me comprometió a estudiar la genealogía de dichos personajes para conocer el momento del entroque entre los Morales (apellido español) y los Katari de raíz indiscutiblemente aymara.
Mi comadre Macacha no desaprovechó la oportunidad para derramar unas lágrimas al recordársele el holocausto de Bartolina Sisa, abrazándola reverentemente y diciéndole a manera de consuelo que si hace 229 murió Bartolina Sisa, hoy, en el 2011 hay centenares de mujeres indígenas llamadas Bartolinas en recuerdo de aquella y que son un fuerte apoyo de nuestro presidente Evo, ya que son valerosas bien organizadas. En una de las orejas de Macacha le dije ¡Loor a las Bartolinas de 2011!, palabras que agradeció.
Todo iba como miel sobre hojuelas hasta que el orureño Evo Morales, actual inquilino del Palacio de Gobierno, situado en la Plaza Murillo nos agravió sin motivo a todos los paceños diciendo:”si bien el nombre legal de la plaza paceña es Plaza Murillo, su nombre legítimo es Bartolina Sisa”, ante lo que dije a mi comadre Macacha que me parecía una barbaridad agraviar al Protomártir de la Independencia de Bolivia para rendir un homenaje a una valerosa indígena insurrecta, meritoria --es cierto-- pero no más ni menos que ese genial mestizo paceño, “Primer Presidente de la Junta Tuitiva en 1809”.
Al verme indignado y caliente por vez primera, mi pariente espiritual se asustó y trató de disculpar al presidente orureño que así --sin necesidad-- agravió al genial mestizo cuyo monumento y nuestra plaza principal le honran con toda justicia.
Quiso darme de beber un matecito de toronjil al ver que mi corazón mostraba ritmos alterados, pero no le acepté porque quería continuar indignado para escribir esta crónica, seguro de que nuestro gobernador Cocarico ni nuestro alcalde Revilla dirían una sola palabra de protesta por el agravio innecesario inferido a ese mestizo genial que murió ahorcado por las autoridades coloniales españoles.

sábado, 3 de septiembre de 2011

Raúl Prada quién fuera ideólogo y parte vital del MAS en sus inicios replantea su postura mental y escribe estas admirables notas sobre la defensa del TIPNIS. pretendieron descalificarlo sin éxito.


Primeras notas en torno a la Marcha Indígena de defensa del TIPNIS
Todos somos indígenas
Todos somos indígenas del TIPNIS, lo somos porque nos solidarizamos y comprendemos el sentimiento de pertenencia a la Madre Tierra de las comunidades yuracares, chimanes y moxeños asentados en el territorio indígena y parque del Isiboro Sécuré. Somos indígenas porque su lucha es la nuestra, contra el avasallamiento capitalista y la dominación de la modernidad sobre la naturaleza. Somos porque sentimos como los árboles de los bosques, los seres y los ciclos vitales del nicho ecológico, la estupefacción contra la agresión del comercio, del negocio, que no mide consecuencias, en la desforestación y en la destrucción de los ecosistemas. Todos somos indígenas del TIPNIS porque la Madre Tierra nos convoca a defender sus derechos, el derecho de los seres y de los ciclos vitales.
Apoyo a la marcha indígena
Debemos generar toda clase de defensa del TIPNIS, múltiples defensas, plurales movimientos, en todas partes, de toda clase, diversa, como expresando metafóricamente a la propia biodiversidad. Vamos a tenernos que enfrentar a todos los que optan por el negocio descarado, quienes prefieren destrozar los bosques, optando por el gozo escandaloso de su sucia ganancia.
Disyuntiva
El presidente tiene que escoger entre la defensa de la vida, de los bosques, de los seres y de los ciclos vitales de los sistemas de vida, o el derrotero del narcotráfico, el comercio corrosivo, el extractivismo dependiente, de las carreteras de la subalternidad a las potencias emergentes y al imperio. Si decide por la carretera que conduce a todo esto se sobreentiende el destino apocalíptico que escogió a nombre del desarrollo. Frente a esta pulsión de muerte no queda otra cosa que la defensa movilizada por la vida, que la exigencia urgente de desplegar todas las fuerzas en esta lucha. La defensa del TIPNIS es la defensa de los derechos de la Madre Tierra y de la Constitución.
¿Quién tiene la soberbia?
¿Quién tiene la soberbia? ¿Los indígenas que marchan sacrificándose para defender la madre tierra o los gobernantes que han decidido destrozar un territorio indígena y parque protegido por las leyes y la Constitución cueste lo que cueste? ¿Qué clase de imaginario es este que cree que se puede manipular indefinidamente con el discurso del poder malversando la significación evidente de los hechos? ¿Imaginario jacobino? ¿Imaginario extractivista? ¿O simplemente el deleite desenfrenado del cinismo funcionario al servicio de la descomunal avaricia de las tras-nacionales, que llaman eufemísticamente desarrollo?
Casualidades escabrosas
¡Qué casualidad! Cuando hay marcha indígena en defensa de sus territorios, de los derechos de las naciones y pueblos, de la madre tierra, consagrados en la Constitución, se acusa de que detrás está la CIA, como en la anterior marcha del CIDOB, que detrás está la embajada. Esta manipulación contra-informativa se parece a las descaradas formas represivas de las dictaduras, los fascismos, los gobiernos neo-liberales, y también, eso es lo que llama la atención, a los juicios escandalosos del estalinismo. A esto se le llama paranoia del poder.
El imaginario jacobino
Los “gringos” están en el imaginario de Evo y Álvaro, sobre todo cuando se trata de observar la crítica al proceso, a la conducción del proceso, sobre todo cuando se trata de la defensa de la Madre Tierra y de los derechos de las naciones y pueblos indígenas, consagrados en la Constitución, sobre todo cuando se viola la Constitución sistemáticamente y no se sabe cómo justificar esta violencia, sobre todo cuando se trata de reconducir un proceso que marcha estrepitosamente al abismo. Ahora parece que los “gringos” están también en el imaginario de los funcionarios y de los “lluncus”. El imperialismo norteamericano, la dominación a secas Estadounidense en este ciclo del capitalismo, que ha entrado en crisis, son reales. La lucha contra el imperialismo sigue adelante, pero se la hace consecuentemente y directamente. Yo no creo en quienes se desgarran las vestiduras contra el imperialismo, pero se mueren por restablecer relaciones. No creo en quienes hablan contra el imperialismo y les venden petróleo a los yanquis. Y menos en quienes usan este fantasma cuando conviene, cuando tienen que encubrir sus desviaciones alarmantes al nacionalismo, a la supeditación a las trasnacionales y a la potencia emergente de Brasil. Menos en quienes cierran los ojos contra la expansión abrumadora del narcotráfico. Estos no son antiimperialistas, son unos farsantes y represivos nuevos colonizadores de los pueblos indígenas.
La situación de descomposición del gobierno ha llegado lejos, la derechización de Evo es alarmante, sobre todo la de Álvaro. Estan al servicio y supeditados a las empresas trasnacionales hidrocarburíferas, a la burguesía brasilera, que se ha convertido enunade las potencias emergentes en plena crisis del capitalismo. El narcotráfico se expandido abrumadoramente, el gobierno cierra los ojos y otros grupos de poder, vinculados al contrabando, disputan la influencia en la toma de las decisiones. La batalla del TIPNIS es crucial.
Las nuevas alianzas
Las nuevas alianzas son mas bien con la burguesía intermedia agro-industrial, agropecuaria y soyera. Las alianzas se dan en Pando, Beni y Santa Cruz. Lo de la separación "ideológica" y "material" del Beni respecto de Santa Cruz fue una ocurrencia circunstancial y muy poco sostenida en un momento de los primeros tiempos de la gestión del primer gobierno. Ahora el contexto es otro. Se han introducido artículos que permiten transgénicos en la Ley de la Revolución Productiva, que favorece a los soyeros; el peso de la burguesía agro-industrial y agropecuaria en la alimentación de los bolivianos ha subido notoriamente en las dos gestiones de gobierno popular. La alianza económica con esa burguesíaha crecido estratégicamente después de la derrota política de las oligarquías regionales en Pando, una vez que ocurrieron los sucesos sangrientos en el Porvenir. Esa es la paradoja del "proceso de cambio". Son las paradojas de los procesos “revolucionarios”, que terminan convirtiendo la “revolución” en una restauración.
Resolver este problema depende de la capacidad abierta de asumir las contradicciones y resolverlas por la continuidad de la "revolución", la profundización del proceso, mediante la revolución cultural. No enceguecerse buscando la justificación "ideológica" de las contradicciones, que para lo único que sirve es para encubrir el derrotero al fracaso y la caída. En todo caso, una supuesta estrategia de separación, de geopolítica interna, que no se la ve por ningún lado, no justifica el alto costo de destrozar el Territorio Indígena y Parque Isiboro Sécure, alto costo ecológico, también alto costo ético, pues no se explica, de ninguna manera, el doble discurso de hablar de la defensa de los derechos de la Madre Tierrae inmediatamente agredirla desde la desenvoltura más cínica del modelo extractivista.
Contradicciones
Se puede hablar desde donde se quiera sobre las contradicciones, desde el pensamiento dialéctico hegeliano, quizás antes, desde la filosofía crítica de Kant; también desde las corrientes teóricas o políticas de los marxismos, incluyendo las tesis sobre las contradicciones de Mao; también se puede hacerlo desde otras perspectivas teóricas, incluso trasladándonos a la concepción dualista, inherente a las cosmovisiones indígenas, que más bien hablan de complementariedades, empero, desde ningún punto de vista se puede justificar la escandalosa dicotomía entre el horizonte abierto por la Constitución y el pragmatismo “jacobino” desembarazado, que no es otra cosa que la regresión calamitosa al Estado-nación, liberal y colonial. Menos justificar desde esta incongruencia el depredar uno de los territorios, parques, nichos ecológicos, más importantes e inconmensurablemente valiosos de la Madre Tierra, además, hacerlo, violando los derechos de las naciones y pueblos indígenas, consagrados por la Constitución. A esto se llama sencillamente el más desembozado retorno a la vulgata del desarrollismo periférico, que no es otra cosa que estractivismo dependiente.
El mandato del pueblo, que ha aprobado la Constitución es construir un Estado plurinacional comunitario y autonómico, no restaurar lo mismo. No se explican esas flagrantes contradicciones llamándolas eufemísticamente tensiones creativas.
El montaje
Cuando se sustituyen los hechos por la escenificación mediática es cuando no se aceptan las evidencias, los sucesos, no se acepta las flagrantes contradicciones, cuando el poder es usado para forzar los acontecimientos. Esta manipulación muestra la desesperación en la que se debate el gobierno: es preferible el cuento de la conspiración que aceptar la interpelación de los pueblos y comunidades. Cuando ocurre esta violencia representativa es que se anuncia el inicio de una etapa represiva. Obviamente se está lejos del ejercicio plural de la democracia participativa y de la consulta, pues se ha optado por el descarnado uso de la fuerza. Las lógicas y los engranajes del poder llevan a esta situación dramática. Los compromisos con grandes intereses empujan a los gobernantes a este atropello; se trata de maquinarias montadas con antelación, los gobernantes terminan atrapados convirtiéndose en dispositivos del decurso descarnado del poder. No importa la objetividad, menos una elucidación sobre la verdad, lo que importa es la justificación de las acciones desmedidas e incomprensibles, insostenibles desde el horizonte abierto por la Constitución.
Situación legal y constitucional del TIPNIS
El TIPNIS es Parque, es Territorio indígena, ha sido saneado, cuenta con título de propiedad colectivo. La Constitución exige la Consulta; esto forma parte de los conjunto de derechos de las naciones y pueblos indígenas, consagrados por la Constitución. No hay por donde justificar la violación de la Constitución y de los derechos indígenas, no hay por donde justificar la destrucción del parque, del territorio y del ecosistema del TIPNIS. Lo que hace el gobierno es inaudito. La única explicación que hay es que están metidos con el IIRSA y con el proyecto extractivista y de supeditación a la potencia emergente de Brasil. No se explica de otra manera que estén contra el proceso y contra los objetivos de la Constitución.
La perspectiva catastrófica del gobierno
¿O sea que a las causas ya gravitantes de desforestación hay que aumentarle otra más grave que es la carretera a través de un parque, área protegida y territorio indígena, saneado y sacramentado, protegido por la Constitución, las leyes y por los derechos de las naciones y pueblos indígenas consagrados en la Constitución? ¿En qué andamos? No me parece coherente esta compulsión destructiva y modernista tardía. Me parece la expresión desorbitada de un desarrollismo y extractivismo culpable, que a ultranza se somete a los intereses de las trasnacionales y del proyecto geopolítico de la burguesía internacionalizada brasilera.
Dramatismo del momento
Lo trágico es que se restaura el Estado-nación, liberal y colonial, no se construye el Estado plurinacional comunitario y autonómico, como manda la Constitución. Lo trágico es violar la Constitución con la promulgación de leyes inconstitucionales; lo grave es haber dictado un gasolinazo respondiendo al pedido de las empresas trasnacionales; lo grave es atentar contra un territorio indígena, un parque y un área protegida por leyes y la Constitución. Lo trágico es violar los derechos de las naciones y pueblos indígenas, consagrados en la Constitución. Por último, lo trágico es encontrarse con estas realidades, incluso constatar la supeditación de nuestro gobierno al IIRSA, al proyecto hegemónico de la potencia emergente de Brasil y encontrarse con justificaciones paranoicas como las tesis de la conspiración, que no tienen nada de imaginación, toparse además con personas, que se hacen a las serias, que repiten aburridamente esas tesis, insostenibles.
La tarea
La intención colectiva es defender la Constitución, violada por el gobierno, defender la Madre Tierra, defensa acordada en las resoluciones de Tiquipaya. Estas defensas deberían ser de todo boliviano y boliviana conscientes de las tareas de transformación que competen como mandato de la Constitución. No la restauración del Estado nación, liberal y colonial, como lo hace el gobierno. Estas tareas se expresan concretamente en la transición de salir del modelo extractivista y encaminar el proyecto a un modelo alternativo al capitalismo, a la modernidad y el desarrollo, que es el vivir bien, como establece la Ley de la Madre Tierra.

jueves, 1 de septiembre de 2011

llegó la hora de abolir el DS de "amnistía política" que sucedió a los sucesos sangrientos de Octubre Negro, así como en Argentina abolieron Punto Final y Obediencia Debida tenidas como a favor "de la impunidad" los instigadores son tan o más culpables que los represores. Mallku reconoció haber instigado.


La obediencia debida y el no matarás

Mauricio Aira


Abordar en 600 palabras dos temas tan complejos resulta casi imposible. No matarás es el quinto mandamiento que obliga a reconocer que la vida humana es sagrada, que solo Dios es el Dueño y Señor de la vida, que nadie en ninguna circunstancia tiene derecho a matar a otra persona.  Matar significa terminar con la vida en forma deliberada y abierta, siendo culpables también los que ayudan a matar, planifican la muerte, cooperan a su ejecución. En el listado de prohibiciones están los que intentan la muerte de otros como los traficantes de drogas, de armas, de órganos humanos, o los que conducen estando ebrios, los que no socorren a persona en peligro o los que pasan de largo a las víctimas de un accidente. Esa la más pura doctrina que comprende la orden de No Matarás dada por Dios a los hombres.
La excepción está en la obligación que uno tiene para defender la propia vida, en tal circunstancia matar al que pretendía matarle mientras su intención haya sido conservar la vida propia y no matar al agresor resulta legítimo.  Respaldado en ésta doctrina de la legítima defensa aparecen las guerras “matar al otro antes de ser matado”, dándose una variante perversa “la guerra preventiva” que ha motivado los conflictos más recientes. “Ataco antes de ser víctima de sus ataques”.
Reflexiones relacionadas con un reciente fallo de la Suprema Corte que ha condenado a siete personalidades de las Fuerzas Armadas y de la Política a prolongadas penas de prisión. Los acusados se defienden bajo el principio de haber cumplido con la Obediencia Debida, que sería el instrumento de la legítima defensa. Raúl Alfonsín promulgó la Ley 23.521 protegiendo la política de Terrorismo de Estado más conocida como “guerra sucia” que dejó miles de muertos y desaparecidos en Argentina y que tiene su paralelo con el Decreto Supremo de Amnistía con que Carlos Mesa pretendió sepultar las responsabilidades de los militares y policías que reprimieron en 2003 a los manifestantes que se alzaron en contra del Poder Constituido.
Por  la obediencia debida, esto es los suboficiales los subalternos se limitan a obedecer las órdenes emanadas del superior en grado y que guarda relación con el mandato incurso en la CPE, los uniformados no deliberan sólo obedecen al Capitán General. También  Augusto Pinochet  se cubrió las espalda y ofreció un blindaje a los mandos que cumpliendo sus órdenes ejecutaron a varios miles de personas, algunas de ellas jamás fueron encontradas porque las arrojaron al mar. Sin embargo tanto Chile como Argentina no pudieron sostener por largo tiempo la legitimidad de sus disposiciones y terminaron por ser abolidas con lo que se abrió “la caja de pandora” y menudearon los juicios y las sentencias contra mandos militares de las dictaduras.
Conocidas como “leyes de la impunidad” fueron derogadas (Obediencia Debida y Punto Final) no sin provocar un interminable debate, su desaparición a 22 años del golpe militar cuando la sociedad se hubo manifestado repudiando los gobiernos de fuerza y el reclamo de justicia desde cada ciudadano, desde cada célula viva de la sociedad que opina de manera positiva para que se sepa, se revelen los detalles sobre la represión y el destino de los desaparecidos y que cada sector sean militares o movimientos sociales en nuestro caso,  asuman sus responsabilidades.  Finalmente vino la anulación por el Congreso Argentino en 2003 y la Suprema las declaró inconstitucionales en 2005.
La actuación de la Justicia motivo de nuestra preocupación será muy discutida y los condenados tendrán derecho a todas las apelaciones incluyendo de organismos internacionales como la Asamblea Internacional de DDHH, siendo deseable que la amnistía concedida por Carlos Mesa desaparezca y permita a la Justicia juzgar por igual a los instigadores de la desobediencia civil y los desórdenes incluyendo el asesinato de oficiales del ejército y la policía, así como a los militares que se hubieran excedido en el cumplimiento de proteger al Estado de Derecho.