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jueves, 6 de octubre de 2011

Oscar Muñoz Colodro suspendido sin goze de haberes de su alto cargo de Subcomandante de la Policía Boliviana a cargo de la represión en San Lorenzo (TIPNIS)

Primera Plana pone ante sus ojos, la noticia, el acontecimiento mayor de cada dia ocurrido en Bolivia que llega resumido con un punto de vista periodístico.



El subcomandante de la Policía Nacional, Gral. Oscar Múñoz Colodro fue suspendido sin goce de haberes para que sea sometido a una investigación por el caso de la intervención a la marcha indígena el pasado 25 de septiembre. La ex autoridad policial era la que estaba a cargo del contingente de más de 400 policías que fue destinado inicialmente con tareas preventivas a la zona de Yucumo.


El ministro de Gobierno, Wilfredo Chávez explicó que hay un “efecto legal” según la Ley 101 del nuevo reglamento policial que establece que cualquier policía, aún siendo autoridad, que está sometida a investigación, debe ser suspendido.



“Ese es un efecto que no podemos vulnerar de ninguna manera. Se está suspendiendo al subcomandante para que se ponga a disposición de la justicia”, agregó el ministro de Gobierno.



La autoridad además desmintió los rumores surgidos durante la tarde que hablaban de una posible renuncia del comandante general de la Policía, Gral. Jorge Santiesteban y su Alto Mando Policial.



“Estos rumores hay que despejarlos porque afectan a la imagen policial, a la imagen del Gobierno, tiene que quedar bastante claro que esto por supuesto es una situación que no es cierta, no es verdadera”, dijo de forma clara Chávez.



Sobre la investigación de los hechos del 25 de septiembre el ministro informó que se instruyó a las autoridades policiales que estuvieron a cargo del operativo presten su declaración informativa ante los investigadores del caso

martes, 4 de octubre de 2011

son 8 los involucrados en los sucesos de la marcha TIPNIS, según Evo: 1. Indígenas manipulados. 2.Las ONG.s. 3.Los Ganaderos. 4. USAID. 5. Gonistas y opositores. 6. Juan sin Miedo. 7. Los medios sus enemigos y 8. La policía que "hizo teatro" para desprestigiarle.


El presidente  Evo Morales, culpó hoy a la Policía de haber reprimido a los indígenas de la Amazonía para perjudicarlo, luego de que acusara de lo mismo en las últimas semanas a personas y organismos nacionales e internacionales.
"Creo que hay algunos oficiales de la Policía que no nos quieren, maltratan a unos (indígenas) para echarnos la culpa", dijo Morales sobre el operativo policial que disolvió brutalmente en la Amazonía el pasado 25 de septiembre una marcha de indígenas que se opone a la construcción de la carretera Villa Tunari- San Ignacio de Moxos a través del Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro Sécure (Tipnis).
El Mandatario hizo un discurso en la localidad de Taraco, en el departamento de La Paz, donde insistió en que él jamás instruyó ese operativo que ha provocado una ola de reacciones en su contra y la renuncia de dos ministros, un viceministro y otros altos cargos.
En otras declaraciones realizadas anoche, Morales también dijo que hay "una mano negra" detrás de los hechos e incluso acusó a la Policía de filtrar las imágenes de la represión a la prensa para que la difusión dañe a su Gobierno.
En las últimas semanas, Morales y otros funcionarios han acusado también a diversas personas e instituciones de confabularse a propósito del creciente conflicto con las organizaciones indígenas.
Entre los acusados han estado las asociaciones de las etnias, las organizaciones no gubernamentales (ONG), algunas exautoridades de su Gobierno y exmilitantes del oficialismo, la derecha, los medios de comunicación, la embajada de Estados Unidos y en concreto, la agencia de cooperación de ese país, USAID.
El Mandatario también ha defendido la construcción de la carretera a través del Tipnis con el argumento de que es una oportunidad contra la pobreza de las etnias que viven en esa región del centro del país.
Los líderes indígenas se oponen frontalmente a la carretera porque aseguran que esa reserva natural, de 1,2 millones de hectáreas, será invadida por madereros y campesinos productores de coca, planta usada en Bolivia sobre todo para fabricar cocaína.
Los indígenas que realizan la marcha, que hoy se encontraba a más de 250 kilómetros de La Paz, quieren llegar a esta ciudad para presionar a Morales hasta conseguir que apruebe una ley que vete definitivamente la construcción de la ruta por el Tipnis.
La columna llegará en las próximas horas al pueblo de Sapecho, tras recorrer 10 kilómetros desde Palos Blancos, donde los indígenas permanecieron desde el lunes, dijo a Efe el presidente del Tipnis, Fernando Vargas.
La movilización arribará días antes del 16 de octubre cuando se celebrará la elección de los magistrados de los cuatro órganos del Poder Judicial, entre ellos el Tribunal Supremo y el Constitucional.
El mandatario dijo que hasta ahora la elección está garantizada, pero también apuntó que aplazarla no depende de él, sino del Tribunal Supremo Electoral.
Para hacer una demostración de respaldo al mandatario ante los amazónicos, los sectores sociales oficialistas convocaron a una movilización para el 12 de octubre, lo que ha sido calificado por la oposición como una "contramarcha" con fines "antidemocráticos" y contra los derechos de los indígenas.
Al respecto, Vargas dijo que los indígenas no llegarán a La Paz "a buscar enemigos" sino a reclamar sus derechos.

lunes, 3 de octubre de 2011

informar no es desestabilizar afirma rotundo, nada menos que La Nación, el mayor diario del Continente. el autoritarismo de EM restringe la libertad y erosiona aún más su maltrecha imagen.


La gestión del presidente de Bolivia, Evo Morales, atraviesa un momento crítico como consecuencia de la violenta represión policial contra una marcha indígena guaraní, que protestaba en procura de paralizar la inconsulta construcción de una carretera que atraviesa su territorio: el del Parque Nacional Isiboro Sécure.
La represión, de una dureza extrema, dejó un saldo de un manifestante muerto y acusaciones de que habría algunos otros desaparecidos. Provocó, además, la renuncia de la ministra de Defensa, así como la del titular del Interior.
Evo Morales enfrenta no sólo la ruptura con los principales movimientos indigenistas, sino una huelga general convocada por la Confederación Obrera Boliviana, que hasta no hace mucho lo apoyaba, como expresión de solidaridad con los reprimidos. Esto, en el marco de una opinión pública que cada vez se muestra más desilusionada con su presidente y comienza a manifestar indignación.
Ocurre que la cobardía del ataque contra los manifestantes, perpetrado cuando estaban almorzando, unida a la desproporción con que se los reprimió, resulta absolutamente inaceptable y ha suscitado un rechazo generalizado, tanto dentro como fuera de Bolivia.
El pedido tardío de perdón realizado por el mandatario, que aceptó que existieron excesos, no desliga a su gobierno de la responsabilidad consiguiente ni parece haber calmado a los movimientos indígenas. En los hechos, la marcha de los guaraníes hacia la ciudad de La Paz continuará, ahora con mucha mayor visibilidad. A ella se sumarán, según otros anuncios, otras marchas de campesinos e indígenas que exigen a Morales resolver convenios postergados, como el referido a los límites departamentales entre Oruro y Potosí.
Morales, que ha desdibujado la democracia boliviana, está perdiendo aceleradamente popularidad. Pero no por ello deja de tratar de consolidar un poder hegemónico para su partido, el Movimiento al Socialismo. Bolivia se apresta a concurrir nuevamente a las urnas, el 16 del corriente, para reestructurar el Poder Judicial, con la posibilidad de que sus magistrados también terminen siendo sumisos al poder político.
La marcha que fue reprimida llevaba semanas de tránsito pacífico. No obstante, desde el gobierno se había convocado a grupos de choque de otras etnias para tratar de interrumpirla.
La crudeza de las imágenes de horror transmitidas por los medios parece haber provocado una fuerte reacción popular adversa que agrava el acelerado deterioro político del mandatario boliviano.
Desde el gobierno se denuncia ahora la existencia de "un complot mediático", como si simplemente informar a la población acerca de episodios lamentables, como el sucedido en la región de Yucumo, fuera "desestabilizador". Lo que equivale a sostener que los medios no pueden informar objetivamente al pueblo boliviano acerca de lo que sucede cuando resulta palmario que el gobierno central ha abusado de su autoridad y utilizado irresponsablemente la violencia.
El autoritarismo político propio del modelo que ha estructurado Evo Morales, una vez más, ha derivado en la restricción de la libertad de expresión y en el cercenamiento violento de las libertades civiles del pueblo boliviano, lo que ha erosionado aún más la imagen de quien lo gobierna desde el Palacio Quemado. Morales se ha ido alejando más y más de quienes originariamente conformaron las bases sobre las que se sustentó el poder de la actual administración, que hoy se muestran profundamente desilusionadas..

sábado, 1 de octubre de 2011

Daniel Pasquier explica la ausencia de legalidad y de legitimidad en el episodio Yucumo que muestra "la debilidad del Estado" ante el mundo entero, es que una dictadura hoy es un "acto contra natura".

Trágicos los acontecimientos ocurridos el 25 de septiembre, para detener la marcha por territorio y dignidad de los pueblos indígenas habitantes del TIPNIS. La marcha de los representantes de tres culturas orientales, con sus mujeres e hijos, pacífica, como corresponde a sus culturas, encontró la represión brutal de las fuerzas policiales a orillas del rio San Lorenzo, entre San Borja y Yucumo, Beni. La estrategia del ablandamiento intentada por gobierno de Evo Morales durante más de 40 días, había fracasado. Se perdía un tiempo precioso en calumniar a los dirigentes, desprestigiar a las instituciones de apoyo a la marcha, confundir a la opinión del resto del país sobre las verdaderas intenciones de los reclamos indígenas. Se malgastaba el tiempo necesario para el diálogo en  un ir y venir de invitaciones a reunirse aquí y acullá, mandando gente experta en el engaño, cínicos, ajenos a la ética política, porque sabían de antemano que el verdadero diálogo no era posible porque la decisión ya estaba tomada por “el jefe”, como le llaman al presidente del Estado Plurinacional de Bolivia (EP). Pero el gobierno ha sido derrotado y las consecuencias están todavía por verse.
¿Cuando el Estado es más fuerte? Cuando se gobierna a favor de todos.  Se equivoca el EP  con su predilección por el sector cocalero, ese aglomerado campesino-obrero-minero relocalizado-comerciante-especulador aglutinado detrás del círculo coca-cocaína. Dando palo y metiendo bala en La Calancha, Porvenir,  Caranavi o Yucumo. No es cuestión de nombres, fueron otros en Huanuni, Cochabamba, Tarija, y los resultados fueron los mismos. Siguen clamando justicia los “ajusticiados” en Uncía, El Alto, el Chapare, Achacachi, Tiquipaya y Portachuelo.
¿Manipulando  la información hasta convertirla en mentiras? ¿Creando falsas imágenes ante la ONU, OEA, UNASUR o en Cancún? Se hace fuerte el Estado luchando contra  actividades ilegales. No dejando que el narcotráfico penetre al más alto nivel, caso General Sanabria (del entorno de S. Llorenti); a las hermanas Terán libres, Fidel Surco campante y su mujer casi ciega, igual que la esposa del General López quien denunció contrabando en Pando; no  legalizando autos chutos con facilidades impositivas y, menos, dejar autos robados en manos de autoridades de alto rango.
Pero el genocidio no rinde beneficios. La tecnología en medios de comunicación hace casi imposible que situaciones de importancia pasen desapercibidos o puedan ser ocultados. El abuso ejercido por el EP a través de la represión policial en ese alejado rincón del planeta que es el río San Lorenzo, cerca de Yucumo, se destaca en las principales cadenas de Tv y prensa a nivel mundial.  Tv española pasa de continuo la imagen de  una trulla de soldados correteando, pateando y golpeando a un indígena reducido boca abajo en el suelo y desarmado. Facebook y twitter han hecho el resto. En la conciencia de millones de seres de distinto color, raza, lengua, cultura o inclinación política está la joven indígena ultrajada y arrastrada hacia el monte por dos uniformados, con las manos atadas e inmovilizadas en la espalda, luchando por no ahogarse en la mordaza brutal con cinta de embalaje. ¿Imágenes  de Uganda; acaso gobierna Idi Amín Dadá?   
Genocidio, delito de lesa humanidad. El Tribunal Internacional contra el Crimen sentenció a duras penas a nueve comandantes militares del presidente Slobodan Milosevic, por haber propiciado o apoyado campañas a favor de un ambiente de terror y generar violencia  contra civiles, en los pequeños territorios de la antigua Yugoslavia. El último ha sido capturado 14 años después de los hechos, estos delitos no prescriben. La conciencia de los pueblos del mundo civilizado han  mandado un claro mensaje con la advertencia a los que, creyendo vivir más allá del derecho, se atreven todavía a pisotear a sus semejantes. ¡Eso ya no es posible! 
El EP en situación casi explosiva, para el gobierno y para todo el país.  Los fundamentalistas conducen  a las peores masacres, como la más reciente en Darfour, Sudán,  pendiente de terminar y de ser juzgada. Allí  se unen y mezclan  milicianos, mercenarios y  gente con distintos intereses contra los negros.  Aunque en la lógica, unos son los artífices de la guerra y otros los beneficiados,  interesa remarcar que,  independiente del desenlace, los responsables ya saben que serán juzgados, y que recibirán sentencia.
La campanada de Yucumo. En un lado  milicianos y paramilitares conformados por los autodenominados “interculturales”, definición imprecisa como corresponde a grupos irregulares; pelean por  los intereses del gobierno, extrañamente coincidentes con los intereses cocaleros del Chapare, los productores de coca destinada al narcotráfico.  Del otro, los indígenas, hoy los del TIPNIS, representantes de tres principales culturas, chimán, yuracaré y mojeño. En el desenlace de Rurrenabaque participaron además al lado de los anteriores, como corresponde, los takanas; ahora se suman en apoyo también indígenas andinos. ¿Inspira Evo Morales una guerra étnica?  Gravísimo.
Para gobernar, y para gobernar bien,  hay un solo camino: revestirse de legalidad y de legitimidad. Por el contrario, en el EP la soberbia, más aún que la ignorancia, tomó las riendas el 2006. Contra lo que es signo de los tiempos han pretendido imponer su dictadura; cuando la lucha de los pueblos es incesante y el avance sin pausa en la  conquista de mayor libertad desde hace 2600 años, explicitando  alcances y  limites a los derechos y deberes de gobernantes y gobernados, ¡para que se cumplan! y poder crear sociedades que vivan en justicia y paz.
¡Qué paradoja!  Pocas veces en la historia de Bolivia el Estado ha sido tan débil. Es que, una dictadura en el siglo XXI es un acto “contra natura”, destruye al Estado.  Así, Evo  llega al final del camino cargado de oprobio y de vergüenza, pidiendo perdón por la maldad demostrada; resta a la justicia dictar sentencia por la sangre derramada.