El ex aliado de Evo Morales, Juan del Granado, ha dicho que el gobierno boliviano está “cada vez más cerca de la dictadura”. Es paradójico que la afirmación venga de quien colaboró con el régimen en la consolidación de su hegemonía, particularmente en la aprobación de la nueva Constitución, que le facilitó la reelección al presidente cocalero. Sin embargo, la aseveración no deja de ser verdadera. Varios elementos de juicio validan el cuestionamiento a la administración evista, el más reciente de los cuales es la ofensiva de judicialización contra medios de prensa, por la simple razón de reproducir desafortunadas declaraciones del primer mandatario en las que ofendió a los pobres del oriente boliviano.
¿Esto quiere decir que será considerado delito difundir las manifestaciones de Evo Morales? ¿O habrá que pedir previamente al Ministerio de Información una “interpretación oficial” sobre las declaraciones? ¿Considera el gobierno un crimen resumir los discursos? ¿Cómo se hará entonces para titular las notas de prensa? Al margen de este caso, la lista de las deformaciones autoritarias a las que se ha sometido a la democracia boliviana es larga, a saber:
-Anulación del control de constitucionalidad durante varios años, lo que permitió aprobar una nueva Carta Magna mediante procedimientos violatorios a la Ley de Convocatoria de la Asamblea Constituyente.
-Cerco del Congreso por tropas de choque ligadas al partido de gobierno.
-Militarización y Estado de Sitio en Pando, con derrocamiento y prisión del gobernador de ese departamento, Leopoldo Fernández.
-Presunta ejecución extrajudicial de tres personas en el Hotel Las Américas de Santa Cruz, montando un caso que sirvió para estigmatizar a la oposición autonomista como “terrorista”.
-Cerca de cien muertes en hechos de violencia política en seis años y medio de gobierno. -Sometimiento del sistema judicial a la influencia gubernamental, como lo advirtió en su momento la Alta Comisionada para los Derechos Humanos de la ONU, Navi Pillay.
-Aproximadamente 50 presos políticos y más de 600 exiliados, dato este último proporcionado por la ACNUR (Naciones Unidas).
-Violación de la legislación electoral por parte del gobierno en los comicios generales del 2009, en los que también se judicializó a candidatos opositores.
-Destitución inconstitucional de autoridades electas de oposición mediante la denominada “Ley Marco de Autonomía”.
-Brutal represión policial contra los indígenas defensores del TIPNIS y contra discapacitados.
Sin duda, la lista no es exhaustiva y podrían enumerarse otros casos. Pero lo cierto es que Bolivia parece muy, muy cerca de la dictadura… notishots@gmail.com.
Fuente: eju.tv - “Cerca de la dictadura”
http://eju.tv/?p=228850
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