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jueves, 4 de abril de 2013

Paren "el juicio". queremos bajarnos!!!. Rivero Bolaño reclama de E.M. la conclusión de este absurdo que lleva 4 años "itinerante proceso" que debería en cambio plantear "porqué masacraron en sus camas, desnudos y sin defenderse?" Soza debe responder por su sevicia.


Con la renuncia irrevocable, el conato de fuga y la teatral reaparición de su principal conductor y fiscal de la acusación Marcelo Soza, el tan mentado caso terrorismo y separatismo que se inició con una carnicería en el Hotel Las Américas y terminó enjaulando y extorsionando a medio Santa Cruz, ha llegado al punto del que nunca se debió haber movido. ¡Una simple y llana pantomima!
Hoy, después de ese peregrinaje de cuatro años, por en medio de una senda de actitud inerme donde la indefensión y el abandono se hicieron moneda de curso legal, ante su sorpresiva reaparición, sólo nos resta preguntar al huidizo: ¿Cuánto pesan sus muertos compadre? ¿Ha sentido Ud. que se le suben los muertos alguna vez? De ser así, insisto en preguntarle: ¿Se pudo imaginar esa sensación de terror e inmovilidad? Si usted lo pudo imaginar, insistiré en mi pregunta: ¿Cuánto pesan tres muertos y centenares de presos y exiliados?
Con todo ese enorme séquito de presos, refugiados y extorsionados que aún le temen y con cada uno de esos muertos, a los que la parca les llegó de manera súbita, en una cama, en una esquina; sin oportunidad de rezar, de correr, de decir adiós por última vez, sin lágrimas ni despedidas, asistimos a un cortejo donde la única asistente es su conciencia. De ahí que, si nos resistimos a preguntarle cuánto pesan los muertos, terminaríamos convertidos en unos zombis sepultureros a los que la propia patria ya no les importa nada.
Todo ese enorme contingente de acusados que Ud. nos mostró en un juicio ímprobo, que ya dura cuatro largos años y recorrió todas las latitudes de Bolivia, para radicarse finalmente en Santa Cruz, donde debió comenzar y de donde nunca debió haber salido, claman por una elemental respuesta a la pregunta que les sacude el alma con una pertinacia irrefrenable. ¿Era necesario acribillarlos? ¿No habría sido mejor detenerlos con vida, para que el país y el mundo entero sepan de nuestro profundo respeto a los derechos humanos? Y también para demostrar fehacientemente, si alguna vez los cruceños optaron por el camino del terrorismo, para separarse de Bolivia.
Recogemos el emplazamiento que el Ministro de Gobierno acaba de formular al desertor, en una entrevista con la radio Erbol: "Emplazo al ex fiscal Marcelo Soza a presentarse ante la opinión pública para responder las interrogantes y cuestionamientos en su contra, a partir de la difusión de una grabación en que se oye presuntamente su voz donde se refiere al caso terrorismo". Donde también esperamos que explique, que significa eso de que: “si el caso cae, Evo también caería”
A más del dinero que dizque extorsionó ¿Qué le gustaría llevarse cuando muera? ¿Qué tipo de ofrenda? ¿Lo que apercolló será suficiente para pagar a Caronte su pasaje por la laguna Estigia? Todos los pueblos tienen sus formas de despedida. ¿A qué pueblo pertenece usted? ¿Qué rito le espera cuando muera? ¿Qué son va a bailar? Lo que es nosotros, los que aun quedamos indemnes de su sevicia y su cínica indiferencia, sólo nos resta gritar ¡Detengan el caso terrorismo, Queremos bajarnos!

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