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jueves, 7 de febrero de 2013



 Violencia contra las mujeres
Mauricio Aira



Tocado de cerca por la brutal agresión que sufrió uno de mis seres queridos, al ser atacada en la semipenunbra de un parqueo cuando se disponía a retornar al hogar desde su oficina, advirtió que el agresor corría hacia ella que no alcanzó ingresar a su coche. El feroz agresor la golpeó con los restos de una botella primero a la cabeza y cuando viró para mirarle a la cara, recibió otros golpes, cerca del ojo izquierdo y en ambas mejillas. Desvanecida y a punto de ahogarse en su propia sangre, resultó salvada por una dama que paseaba a su perrito, la incorporó de la loza y pidió auxilio al hospital más cercano y a la policía. Existen serios indicios de ser el agresor alguien muy próximo a la familia.
Relato el doloroso detalle para explicar que la violencia contra la mujer no es un hecho reservado a Bolivia. Existe en todo el globo y está motivado muchas veces en la falsa pretensión de “propiedad sobre la persona” que anida en la mente perversa de los agresores. Muchos de ellos son psicópatas de conducta engañosa, nadie duda de ellos hasta que no cometen el crimen y que éste acusa pruebas. Porque las pruebas siempre existen sólo que la policía, los investigadores, la familia tienen que encontrarlas  tarde o temprano para que la Justicia cumpla con lo suyo.
Desde luego que las muchas mujeres víctimas de la violencia solo en 40 días resulta una cifra abultadísima, intolerable y que mueve a serias reflexiones. Si bien las circunstancias de los crímenes son diversas bien se pueden atribuir al alcohol, a los celos, a la intolerancia y desavenencia entre las parejas y al ingrediente “del amor trocado en odio”, que existe en este drama humano. Los sociólogos, los sacerdotes tienen la palabra y recomiendan ambos, asumir los valores morales y éticos de la convivencia, cuyo aprendizaje arranca en los hogares y la escuela.
Llama la atención que los crímenes en contra de la mujer superan el medio habitual, o sea no suceden tan sólo en las clases bajas, sin educación, sin formación, se dan en la clase media y en la clase alta. No extrañe por tanto, la fortaleza de la Ley que extrema el castigo para los violentos y los recursos para prevenir esta violencia. Si bien no estamos personalmente de acuerdo, cuando una mujer acude al Juez  en Suecia y pide el divorcio, no necesita explicar el porqué de su decisión, el Juez ordena de inmediato un período de 6 meses para reflexionar sobre la decisión de la pareja, que al término del período disuelve la unión matrimonial. En sus aspectos prácticos, el procedimiento judicial evita no cabe duda, otros maltratos y mayor violencia.
Al mismo tiempo, la policía maneja con sumo cuidado, las circunstancias en torno de la violencia contra la mujer, al levantar las diligencias, en el trato con los testigos y en el análisis pormenorizado del caso. Demás está decir que en Bolivia tenemos falencias, con diligencias incompletas, testigos falsos, y si bien la aprehensión de los sospechosos es rápida, si comparamos con las legislaciones por ej., de los 27 de la UE, pone énfasis en el tema “tenencia legal de los hijos”. Es curioso la Ley otorga la tenencia a uno de los cónyuges necesariamente, con todos sus efectos prácticos en la responsabilidad moral y económica de la vida de un hogar, sin embargo, los hijos tienen que permanecer cierto número de días cada mes, también con el otro cónyuge en este caso el padre o la madre, aún cuando uno de ellos resulte ser, el autor de la violencia.
Deviene de lo explicado, la necesidad de actualizar las Leyes e incorporar en el Estatuto Policial las nuevas concepciones que van surgiendo en tema tan complejo cuidando primero el valor de la vida humana, poniendo énfasis en la mujer como esposa, como madre, como hija y al mismo tiempo en la fragilidad de los hogares que merecen todo el apoyo de la Ley, de la Policía, de la sociedad y de los medios de ahí la recomendación del trato respetuoso a la familia en la noticia diaria. Si queremos bajar los índices en contra de la mujer, tengamos la capacidad de denuncia, de prevención y de trato delicado a la noticia que emerge del ámbito de la violencia de género.


martes, 5 de febrero de 2013

cuantifica Los Tiempos el monto a pagar por las "nacionalizaciones de estos 7 aciagos años" la cifra es escalofriante pese a no estar allí contempllados los dos conceptos de "daño emergente y lucro cesante" que son items demoledores en toda apropiación de capital


Un minucioso informe periodístico sobre el valor de las indemnizaciones acordadas o solicitadas que posteriormente deberán ser pagadas con recursos del Estado, para compensar a las empresas afectadas por la política de estatización de las principales actividades productivas que se viene aplicando en nuestro país durante los últimos años, publicado en nuestra más reciente edición dominical, ha llamado la atención sobre una dimensión de la política económica que viene aplicando el Gobierno nacional.
El reportaje al que nos referimos muestra una dimensión del asunto que suele ser soslayada por los informes oficiales. Es que más allá de los réditos inmediatos, muchos de ellos cuestionables, la carga que por concepto de indemnizaciones está acumulándose sobre el erario nacional es de una magnitud que tarde o temprano hará sentir sus efectos negativos.
Según los datos del informe que comentamos, un cálculo muy moderado del monto que habrá que pagar por concepto de indemnización por las estatizaciones de los últimos años llegaría a 1.070 millones de dólares. Pero si a ese monto se añaden otros, como el correspondiente a las acciones de la Empresa de Luz y Fuerza Cochabamba (Elfec), se bordearía los 1.150 millones de dólares.
Habrá que agregar además a entre las cuentas pendientes el caso de Mallku Khota, por el que la empresa canadiense South American Silver habría solicitado 25 millones de dólares y la demanda de la española Iberdrola que espera al menos 100 millones de dólares por la reversión de sus acciones de las empresas eléctricas. Así, según expertos consultados, el monto puede superar los 1,5 mil millones de dólares.
Tan cuantiosos montos de un modo u otro deberán ser erogados por el erario nacional en el transcurso de los próximos meses y años.
Y para ello, obviamente, deberán ser excluidos de otras partidas presupuestarias. Es decir, cada dólar destinado a indemnizar a las empresas afectadas es un dólar que en otras circunstancias podía haber tenido otro destino, como inversiones en actividades productivas menos atractivas para los capitales privados o en servicios sociales, para los recursos estatales son siempre escasos.
Tal argumento podría ser desvirtuado si el costo de las estatizaciones fuera compensado por un equivalente incremento en los ingresos fiscales como consecuencia directa de tal medida. Pero no es ese el caso, pues como es bien sabido, los altos ingresos percibidos por el erario nacional por concepto de transferencias impositivas de las empresas “nacionalizadas” no son atribuibles a la medida en sí misma, sino a réditos provenientes de inversiones hechas en otras circunstancias, que de cualquier modo habrían sido obtenidos gracias a factores externos, como la multiplicación del valor de nuestras exportaciones tradicionales del que se beneficia tanto el Estado boliviano como los inversionistas. La disminución de los volúmenes de producción, en cambio, que sí son directo resultado de la estatización de la economía y de la expulsión de las inversiones privadas, no permite un balance positivo.
Ahora, cuando nos aproximamos al séptimo año del inicio del proceso de estatización de la economía nacional, se tiene ya la perspectiva suficiente para ensayar una evaluación y, de ser necesario, rectificar el curso tomado.

domingo, 3 de febrero de 2013

José Gramunt desgrana uno tras otro "los problemitas" que según Evo, le provoca la derecha para debilitar a su Gobierno plara humillar y perjudicar su proyecto "Bolivia cambia. Evo cumple"


El Sr. Presidente del Estado Plurinacional de Bolivia, el jueves pasado denunció que, tanto la derecha nacional como la internacional están sembrando algunos “problemitas” con la intención de debilitar al gobierno masista y que tratan de humillar y perjudicar el gran proyecto de “Bolivia cambia. Evo cumple”.
“Problemitas”, que el mismo Presidente señaló, aunque muy brevemente. Entre ellos, la rebeldía de los pueblos originarios del TIPNIS. Tipnistas los llamó el Sr. Presidente, permitiéndose así crear un nuevo vocablo para aumentar el número de palabras registradas en el diccionario de la Real Academia Española de la Lengua Castellana.
¿”Problemita” el proyecto de construcción de una un carretera que cruzará el parque ecológico Isiboro-Sécure? ¿Problemita la invasión depredadora de los parques naturales? Los invasores protegidos por el Gobierno sí que merecen un calificativo muy poco honroso como es el de cocaleros.
¿Problemita la red de extorsionadores, abogados, jueces y fiscales que operaban desde los despachos de ciertos ministerios y que, una vez encarcelados algunos supuestamente culpables, han pasado a ser una historieta de la que ya nadie habla, gracias a las maniobras distractivas que suele practicar el Gobierno cuando prevé la amenaza de una campaña de desprestigio? Así que el olvido de las extorsiones le hace un favor a los ministros que fueron señalados como posibles aliados de los delincuentes.
¿Problemita la derrota de la bella Jessica en las elecciones para gobernador del Beni, a pesar de los millonarios recursos que don Evo derrochó en la campaña electoral a favor de la mencionada ciudadana Jordán? Jordán, con acento en la a, que sería la identidad boliviana de la candidata, o Jordan sin acento, que sería la versión inglesa de la misma persona.
¿Problemita la aparición del empresario judeoamericano Jacob Ostreicher sospechoso de lavar dinero negro?
¿Problemita la desconfianza en los resultados del Censo de Población y Vivienda 2012, recogidos manualmente y no por medio de la depurada tecnología, tal como se nos prometió, de tal manera que el empadronamiento no asegura el número real de las personas que habitan este país?
¿Problemita la repartija de dinero y de curules parlamentarios, asignados a tanto por habitante?
¿Problemita la amenaza permanente de los choferes, siempre listos a bloquear caminos así como a obligar a los ciudadanos a ir de casa al trabajo, mitad a pie, mitad andando?
¿Problemita, tan sólo problemita, la tozudez del presidente chileno, Sebastián Piñera que se niega a restituir a Bolivia, a cambio de gas, el mar cautivo?
Por lo dicho hasta aquí, a Don Evo, los problemitas, que yo llamaría problemazos, no le impiden gobernar. Bolivia cambia, Evo cumple. Sin duda es un hombre de suerte. Sólo que la derecha, contumaz, le crea problemazos con el fin de que él no pueda cumplir lo que le queda por hacer, como ha prometido.

viernes, 1 de febrero de 2013


mujer valiente:  Cecilia boliviana de Honor

Cecilia Chacón tuvo el valor de decirle No al poder
Cecilia Chacón, exministra de Defensa que renunció a finales de septiembre de 2010 luego de que los indígenas del Tipnis que marchaban a la sede de Gobierno fueran reprimidos por la Policía en Chaparina, hoy salió a la luz pública para hablar del tema.
 “Yo en este momento no voy a mediatizar este tema, yo estoy a disposición de las autoridades judiciales, siempre lo estuve, no cambié de domicilio ni teléfono, yo voy a prestar toda mi colaboración para que este caso se esclarezca”, sostiene Chacón.
La ex autoridad gubernamental recordó que renunció a su cargo después de la represión a la octava marcha en defensa del Territorio Indígena Parque y Nacional Isiboro Sécure (Tipnis), porque en ese hecho se vulneraron claramente los derechos de los pueblos indígenas.
“Yo espero que se resuelva a la brevedad posible este caso y espero que la Fiscalía cumpla con su rol, ya la retardación de justicia es intolerable en nuestro país. En este caso, las autoridades judiciales, políticas, legislativas ya tienen suficientes evidencias para tomar las cartas necesarias”, señaló.
La marcha indígena fue reprimida el 25 de septiembre de 2011 en la localidad beniana de Chaparina. La justicia ya lleva investigando más de un año este caso, en el que han sido involucrados jefes policiales, exautoridades de Gobierno, entre otros, y hasta la fecha no hay un fallo.
Hace unos días el exsubcomandante de la Policía Nacional Óscar Muñoz prestó sus declaraciones y señaló al exministro y actual embajador de Bolivia ante la ONU, Sacha Llorenti, de haber ordenado la represión.  (Extraído de El Deber y ERBOL)