MISTERIOS
ENCANTADOS
Se dice que en medio año la FELCN ha incautado aproximadamente 80 toneladas
de droga. Aceptando que aproximadamente el 20%
de lo que se produce es lo que se incauta, tenemos una cantidad de droga
circulando por nuestro cuadriculado territorio de al menos ochocientas toneladas
al año con total impunidad.
De rato en rato, fábricas con
tecnología de punta que industrializan la coca en droga de gran pureza -gracias
a los industriosos narcos colombianos-, son presentadas a la opinión pública. No se sabe en este caso, qué porcentaje de
las instalaciones existentes son las que se destruyen aunque a juzgar por la
producción tan sólo son unas cuantas las que, posiblemente, caen más en virtud de sus propias fallas de
seguridad y comunicación que a la eficiencia y sagacidad de la fuerza
antinarcóticos.
Sea como fuere, tres son los misterios actuales referidos a los componentes
de estas modestas incautaciones. Nótese que ni uno, ni un solo narco importante
ha sido detenido en los últimos diez años. Es más, cuando las fuerzas armadas
irrumpen en las instalaciones encuentran huellas frescas, pero nunca a los
jefes de producción. Alguna vez, muy rara vez, detienen a un par de obreros,
que no tienen la más peregrina idea de a quién pertenece la infraestructura y
son ellos los que está poblando las cárceles convirtiéndose en los únicos
objetos que justifica la supervivencia de la malhadada Ley 1008.
El segundo gran misterio, es que sólo se incautan y destruyen elementos de
una factoría, pero nunca jamás, se habla de dinero en grandes -o en pequeñas-
cantidades. Pareciera que junto con la tecnología para la cristalización,
llegaron a los recovecos del trópico, cajeros automáticos exclusivos para
narcos, porque es insólito, que la FELCN no logre nunca, hacerse con cientos de
miles de dólares como solía ocurrir hasta hace diez años también. Ni hablar de
joyas, piedras o metales preciosos. La circulación de papel moneda nacional, solía
complicarles la vida a los narcotraficantes para pagar planillas de leales y
mudos obreros, sin contar que el cocalero o los proveedores de precursores indispensables
para la producción, no suelen volver a fin de mes a cobrar su cheque.
Y el tercer gran misterio que envuelve el impenetrable accionar de la lucha
contra el narcotráfico en nuestro país -para nosotros- simples espectadores de
los acontecimientos, sin ninguna posibilidad de adentrarnos por los oscuros
meandros de la verdad, es qué sucede con las toneladas y toneladas de droga que
declaran incautar. Dónde se guarda toda esa droga, nadie sabe. Si se han
construido grandes silos de almacenamiento, también ignoramos. Geográficamente -ni
con varios satélites videntes- se podrían ubicar las instalaciones custodias de
esa droga. Bunkers subterráneos, es dudoso. Y la quema habitual como solía
ocurrir hace diez años, es impensable porque estaríamos hablando de lo que -en
los parámetros actuales- serían sólo muestras.
Como se está volviendo habitual, tenemos que darle el crédito de las
imaginativas elucubraciones que nos entretienen, al estilo misterioso y secreto
con la que envuelve el gobierno sus
actividades. Entre varios enigmas que todo lo rodean, por ejemplo, está el
remplazo de la "ratonera" presidencial que justifica que pase en ella
tan escaso tiempo, con esa faraónica obra recién adjudicada. La adjetivación es
original de SE, muy llamativa, viniendo de quien viene y que se ha criado y vivido
en humildes instalaciones. Pero bueno, no pasa de ser un detalle anecdótico
considerando que han gobernado este país 83 antes que él. Pero bajo su
perspectiva, Bolivia existe desde el 2006 lo que lo convierte en el primero
merecedor de construir su propio colosal
centro de culto. Fascinante especular qué clase de estructura y cuáles serán
los materiales para el acabado con que se realizará el monumento por el módico
precio de un millón de dólares por piso.
Liberada la brújula, se detiene en el tema de lo que "antes" se
conocieron como gastos reservados. ¿Reservados para qué? Pues para muchas de
las actividades que también realiza éste, como todos los otros gobiernos.
Siempre en el ámbito de la especulación, las concentraciones partidarias, que
significan movilización y alimentación de miles de personas que como nosotros
sabemos, no obedece a la mística o a ascéticos poniendo de su bolsillo como los
musulmanes que se van movidos por su fe en su peregrinación a la Meca. ¿De
dónde salen esos recursos? O digamos como para el operativo en Chaparina, los
recursos no pueden estar presupuestados para situaciones inusitadas no
programadas. Da para pensar que los oprobiosos "gastos reservados"
sólo han cambiado de denominación, pero que como las dudosas brujas, de que los
hay, los hay.
Si bien la personalidad de los recién votados gobernantes por los próximos
cinco años, indica altos índices de egolatría, su posición de misteriosa dupla suprema,
nos provee de un vasto espacio para regodearnos en la especulación y de mucha
tela para cortar. Pareciera, casi, como
si todos perteneciéramos al mundo de la
farándula imperial y nos deslumbraran las mismas candilejas.
Karen Arauz