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miércoles, 26 de febrero de 2014

hermoso título "La Justicia de Hierro" que Karen Arauz aplica al momento actual de la Justicia Bolivia tan venida a menos. cumplir la Ley el máximo ideal de juristas, hombres de Derecho. contiene el texto una consigna destinada a los hombres de Ley "de destruir al Gobierno que intente justicia según el capricho de jueces venales.

La inquietud que a la mayoría le está ocasionando algunos trastornos de sueño, como es usual, no tiene una sola causa. A los bolivianos nos preocupa por ejemplo Venezuela y su libertad. Pero hay algo que sin necesidad de tener nada que ver -ni como sujetos ni como objetos-, en el fondo de nuestra conciencia, sabemos que lo peor que le está sucediendo a nuestra Nación, es la situación de la justicia.
La genialidad ideada con el afán de sobresalir en innovación y originalidad en un empírico cambio catastrófico, posiblemente sea la mayor iniquidad por la que esta administración tendrá que darle cuenta al país y a la historia.
De su desapego a la ley y de convertir a la Constitución Política del Estado en una norma de conveniente elasticidad, existen múltiples ejemplos. Y serán los estudiosos quienes deberán ponerle una cifra a las violaciones en las que incurre el régimen. La falta de declaratoria de Desastre Nacional al Beni y otros territorios sumidos en el horror y la impotencia y la re-reelección de Evo Morales Ayma y Álvaro García Linera para un tercer período, da la medida de qué tan primordial es el cumplimiento de la ley en sus aspiraciones.
Llevaron a las urnas una terna de "candidatos" escogiendo a personajes algunos de los cuales sólo habían oído hablar de justicia, juicios justos, debido proceso y excentricidades por el estilo en alguna serie de televisión. Llenar los espacios principales del manejo de la justicia mediante una elección "democrática" con absoluta ignorancia por parte de la ciudadanía de por quién se estaba votando, llevó al voto nulo a arrasar en esas elecciones. Con unos porcentajes mínimos, el gobierno se empeñó en posesionarlos. Estos días estamos viviendo situaciones tragicómicas, cuando el mismo Presidente del Tribunal Constitucional, renuncia pero no en serio y no es capaz de mantener ni siquiera su palabra empeñada. Todo ello ha dado como resultado una honda crisis y un descrédito sin parangón en la historia de Bolivia.
La justicia boliviana, nunca ha gozado de gran reputación. Sin embargo, hemos contado por supuesto, con ilustres jurisconsultos que hicieron gala de su apego a la ley y de haber hecho los mejores esfuerzos para aplicar justicia en todo el sentido de la palabra. Del mismo modo, con el sistema anterior -aunque malo- en el cual eran los parlamentarios de diversos partidos políticos los encargados de hacer la elección, había por lo menos, tres o cuatro tendencias que debían convivir. En la actualidad, con este favoritismo y designación arbitraria de la mayoría en la asamblea, han depositado todo arbitrio en los militantes del partido de gobierno, creyendo así haberse garantizado una absoluta sumisión.
La memoria, esa traidora del sueño cuando el sinsabor ronda, trajo de repente un extraordinario libro que escribiera Taylor Caldwell, la autora que le dedicó años a la vida y obra de Marco Tulio Cicerón. La Columna de Hierro evidencia en profundidad quién fue. Místico, orador, filósofo, pero fundamentalmente abogado esencial para Roma como está documentado en las múltiples cartas que escribiera sobre todo a Julio César. Como para todos, hay libros que marcan profundas huellas en el subconsciente y de pronto, sin causa aparente, hacia allá vuela la memoria en auxilio del pensamiento sin rumbo.
La Columna de Hierro es una novela histórica dedicada con mucha profundidad e investigación por diez largos años, a este gran jurista defensor de la constitución y devoto del respeto a las Leyes a las que consideraba lo más noble pues" diferenciaba al hombre de la bestia porque éstas se rigen por el instinto y el hombre es gobernado por las leyes de su espíritu, por lo tanto, es libre".
Esta historia novelada, debería ser de lectura obligatoria para todos aquellos que por vocación, inclinación, tradición o elección, decida poner en sus manos y su discernimiento, el destino, la libertad y la vida misma de las personas. Conozco algunos abogados de intachable conciencia y rectitud, para los que éste, es el infaltable libro de cabecera al que recurren una y otra vez, en pos de reflexión y luz plena de sabiduría.
"El poder y la ley no son sinónimos. La verdad es que con frecuencia se encuentran en irreductible oposición. Hay la Ley de Dios, de la cual proceden todas las leyes equitativas de los hombres y a la cual deben éstos ajustarse si no quieren morir en la opresión, el caos y la desesperación. Divorciado de la Ley eterna e inmutable de Dios, establecida mucho antes de la fundición de los soles, el poder del hombre es perverso, no importa con qué nobles palabras sea empleado o los motivos aducidos cuando se imponga."
"Los hombres de buena voluntad, atentos por tanto a la Ley dictada por Dios, se opondrán a los gobiernos regidos por los hombres y si desean sobrevivir como nación, destruirán al gobierno que intente administrar justicia según el capricho o el poder de jueces venales".
Distribuyan ese texto a los estudiantes de leyes y por supuesto, a los administradores de justicia. La Patria, se los agradecerá.

martes, 25 de febrero de 2014

blindaje chuto, talvez mejor adecuado, lo cierto es que los juegos entre TOYOTA y TOYOSA, que reparten jugosos "bonos" entre los vendedores y revendedores, le jugaron una mala pasada al Presi, el blindaje fue un fracaso y los coches se cayeron, según lo relata Humberto en su crónica de hoy.

Blindaje insoportable

Toyosa, junto a todos sus socios, tuvo problemas de imagen que podrían llegar hasta Tokio.

Los dos Lexus de superlujo comprados para el presidente y el vice, con un costo de US$ 240.000 cada uno, no eran blindados.

Fue cuando los asesores venezolanos en seguridad (esos que le ponen chaleco antibalas a Maduro) le dijeron al presidente EMA que los autos debían ser blindados, de todos modos.

Consulta va, consulta viene y Toyosa decide blindar esos vehículos en Bolivia en lugar de pedirlos a Japón.

El costo del blindaje equivale a 80% del precio del vehículo. Es decir que estaríamos hablando de unos US$ 400.000 por cada vehículo.

• Hecho el trabajo en Bolivia, colocado el blindaje, los vehículos hicieron “plop”. Se cayeron porque, claro, su sistema de suspensión y amortiguación no podía soportar el peso extra.

Incluso sin que se siente en el carro el presidente, que pesa 90 kilos, el chasis hizo crisis. Se derrumbó. Colapsó.

Con ese derrumbe se perdieron los ingresos que estaban ya acariciando los funcionarios de Toyosa que habían tenido la genial idea de ganar unos pesitos con un blindaje chuto.

El temor es que Toyota International se entere de todo esto y comience a inquirir sobre los nombres de los socios de Toyosa, y salte la liebre.

• Queda para la curiosidad por qué razón los gobernantes-candidatos quieren ahora ir en autos blindados. ¿Sabrán algo que el resto de los bolivianos no saben sobre el crecimiento de la inseguridad ciudadana?

¿O será que sus guardaespaldas venezolanos deberán partir de regreso ante el incremento de la tensión política en ese país?

Son arcanos a los que nuestro pequeño masivo periodismo no puede acercarse.

domingo, 23 de febrero de 2014

en solitario Vacaflor hace ya rato llama "Estado Fallido" a Bolivia, ahora El Dia, juzgando lo que pasa con Beni, encontró algo contundente "El Estado Fracasado" y por lo que afirma no está equivocado...veamos:

Antes decíamos que el Estado boliviano era invisible. Ahora aparece por todos lados, copa todos los espacios de televisión y se lo ve en abultados suplementos de la prensa; vuela en helicóptero de un lado para otro, inaugura obras en los cuatro polos del país en un mismo día, entrega cheques, juega fútbol, un día está en Nueva York y a la mañana siguiente en Caracas, tiene más ministerios, más empresas, más funcionarios; el Estado boliviano tiene nombres rimbombantes, rostros que supuestamente representan todas las etnias, culturas, pueblos y naciones del territorio; tiene una de las constituciones más extensas y con más derechos del mundo, centenares de nuevas leyes aprobadas y el doble de decretos promulgados en los últimos ocho años; el Estado dispone hoy de siete veces más recursos que el pasado; tiene más amigos en el exterior, más admiradores, más adulones, más votos, más adeptos y muchos otros que están a punto de sumarse al “proceso de cambio” por la vía del amedrentamiento, porque también tiene más fuerza, más policías, más militares, más armas y más regimientos.

Pero lamentablemente los benianos y muchos otros siguen preguntándose dónde está el Estado. Lo siguen haciendo como hace 50 o 100 años cuando el oriente boliviano era un territorio desconocido, como si fuera una reservación y cuando tuvo que ser la cooperación internacional la que le advierta al poderío andinocentrista que Bolivia tiene futuro solo si es capaz de formar un Estado que abarque todo el territorio, no con fines policiacos o colonialistas, como se lo ha hecho siempre, sino con un enfoque incluyente, sostenible y democrático y con la visión puesta en el desarrollo integral.

El Gobierno cree estar dándole una lección ejemplar a los benianos y los resentidos deben estar frotándose las manos con semejante acto de venganza, pero no se dan cuenta de que  toda esta indolencia representa un nuevo fracaso del Estado boliviano, un nuevo fiasco del modelo centralista y monopolizador del poder y de los recursos del país, que pese a toda su parafernalia, sus discursos de cambio y su simbolismo hueco, mantiene en el mismo abandono en el que incurrieron la colonia y el estado republicano.

Es difícil para las autoridades nacionales salir airosas después de la respuesta que le han dado al Beni y eso se notará en las urnas. Pero el problema mayor es que han hecho tropezar a todo un sistema, un esquema de poder, un Estado que ha reforzado su condición anacrónica, inoperante, ineficiente y totalmente ausente de los problemas reales y que por lo tanto, está condenado a la desaparición.

Pero hay algo peor todavía con el Estado Boliviano, ese que no defendió el Pacífico, que no luchó por el Acre, que regaló el Mato Grosso y que hizo muy poco por el Chaco, pero que siempre ha sido muy ágil y enérgico cuando se ha tratado de reprimir a los que en ciertas ocasiones han cuestionado el centralismo reinante. La tragedia beniana empezó hace seis años, cuando el Brasil de Lula da Silva comenzó la construcción de dos represas en el río Madera, encargado de evacuar las aguas que hoy están estancadas en las llanuras benianas. La sumisión de este Estado que en el pasado llegó al extremo de ser entreguista con los países vecinos, mantuvo las cosas en silencio, calló como un lacayo frente al mandamás del continente y optó por conservar los negocios que alimentan un aparato estatal inservible por encima del interés nacional.
El Gobierno cree estar dándole una lección ejemplar a los benianos y los resentidos deben estar frotándose las manos con semejante acto de venganza, pero no se dan cuenta de que  toda esta indolencia representa un nuevo fracaso del Estado boliviano, un nuevo fiasco del modelo centralista y monopolizador del poder y de los recursos del país, que pese a toda su parafernalia, sus discursos de cambio y su simbolismo hueco, mantiene en el mismo abandono en el que incurrieron la colonia y el estado republicano.

sábado, 22 de febrero de 2014

funcionarios del Ministerio Público (Fiscalía) han hecho de la extorsión un método para aumentar ingresos. o de control político formando redes de operadores surge Soza figura emblemática de extorsión. pide LT con energía analizar lo que está sucediendo.

Como los resultados lo demuestran, el MAS cometió un grave error al creer que con autoridades afines a sus filas la crisis sería superada
A los bochornosos enfrentamientos registrados en el Órgano Judicial y el Tribunal Constitucional Plurinacional hay que sumar la también profunda crisis del Ministerio Público, muchos de cuyos funcionarios han hecho de la extorsión una forma de aumentar sus ingresos.
Es evidente que la crisis judicial y de la fiscalía tiene larga data. Pero, también es preciso mencionar que pese a sus limitaciones desde fines de la década de los 80 del siglo pasado se impulsó un proceso de reforma que, lamentablemente, quedó a medio camino, tanto por la crisis política que vivió el país entre 1998 y 2005, como por la decisión del Movimiento Al Socialismo (MAS) de copar este órgano.
Se ha sumado a esos desaciertos la elección de las principales autoridades del Órgano Judicial y el Tribunal Constitucional, en un proceso amañado en el que el oficialismo impuso a sus candidatos sin importarle, más allá de la retórica, la necesaria reforma para que estén al servicio de la gente y no de un proyecto político sectario. Así, pese a las advertencias, el MAS creyó que con la posesión de autoridades afines a sus postulados la crisis sería superada.
Craso error, pues no comprende que se trata de una crisis estructural y que una condición básica para enfrentarla es contar con recursos humanos profesionales y moralmente idóneos, y recursos económicos, tecnológicos y de infraestructura suficientes y debidamente administrados.
La elección de las nuevas autoridades de ninguna manera respondió a esos criterios, sino al deseo de garantizar en estas instancias el ejercicio hegemónico del poder político. Y la ciudadanía se dio cuenta de este extremo al punto que en la elección el voto en blanco y nulo fue muy superior a los votos que recibieron los postulantes (hay que reiterar, mañosamente seleccionados). Pese a ello, el Gobierno los posesionó y de inmediato comenzaron los conflictos internos debido primero, a la elección de sus directivas y, luego, la selección de personal.
Por otra parte, la decisión de utilizar la justicia como un instrumento de control político, otorgó al Ministerio Público un poder excesivo que en connivencia con autoridades del Órgano Ejecutivo, se conformó una red de operadores en la justicia y provenientes de los ministerios de Gobierno, la Presidencia y Justicia, encargados de los procesos incoados a los opositores políticos, que fácilmente se convirtió en un grupo extorsionador, como se va demostrando en el proceso instaurado en contra de ellos, pero que avanza con una lentitud y lenidad exasperantes. Es en ese contexto que surge la figura del emblemático caso del ex fiscal Marcelo Soza.
Obviamente desde las instancias del ejercicio del poder es difícil ver con objetividad la realidad. Pero bien harían las autoridades en analizar y reflexionar sobre lo que está ocurriendo en estas instancias y la cuota parte de culpa que tienen para comprender que, junto a la mala gestión administrativa, se están convirtiendo en su Talón de Aquiles.
En definitiva, de la manera en que se enfrente esta crisis en el Órgano Judicial, el Tribunal Constitucional y el Ministerio Público dependerá en mucho la legitimidad gubernamental.

viernes, 21 de febrero de 2014

Tiempos de Injusticia cuando Manfredo Kemppf se refiere al juicio Terrorismo Separatismo que incoado en SC, hace gemir a cientos de personas cada día, la Injusticia tiene que ver con los "loteadores" que asaltan la propiedad, con la corrupción que no se castiga, con el crimen sin castigo, en suma con tribunales venales sin Dios ni Ley.

Si habrá algo por lo que nadie olvidará a este gobierno, entre muchas otras cosas malas, estará la sinrazón y el disparate imperante en la justicia. Ya escribimos sobre el tema la semana pasada y seguramente volveremos a escribir sobre lo mismo en la próxima, porque los acontecimientos en la judicatura nacional se van atropellando, se amontonan, producen un caos terrible, como han sido las denuncias, tardíamente recompuestas, del presidente del Tribunal Constitucional, señor Flores. Igual, aunque hubiera querido maquillar su acusación y quedar bien con el poder, el señor Flores tuvo que dejar el cargo, porque el MAS no perdona a los que se desvían ni un milímetro del dogma.
Este es un país que perdió la brújula del derecho y de la equidad hace mucho, pero que se ha multiplicado escandalosamente desde que el MAS asumió el mando. Y esa justicia cojitranca quedó tullida, desbaratada en su curul, con la toga y el birrete tirados por el suelo, cuando algunos genios convencieron a S.E. que para profundizar el “cambio” había que montar escenarios como patíbulos, que impresionaran a la gente. De ahí nació, posiblemente, la brillante idea de la elección judicial. El error más nefasto que pudiera concebir mente alguna.
Todos los bolivianos hemos sufrido las consecuencias de esta genialidad, pero, sin lugar a dudas, gran parte de la intención estaba dirigida contra Santa Cruz. Tener una justicia sumisa, obediente, con manga ancha, para hacer crujir a los terratenientes y oligarcas enemigos del proceso era fundamental. Desde el comienzo de la administración masista se empezó con los abusos indiscriminados a través del garrote judicial. Con la designación de los magistrados mediante un voto mentiroso, vino la hecatombe. Sólo así se pudo perfeccionar la canallada del separatismo camba que el MAS lo continúa señalando con dedo acusador.
En efecto, nada ha existido más maligno y canallesco para los cruceños que la acusación de terrorismo y separatismo que se nos han endosado desde las altas esferas oficiales, con el apoyo vergonzoso de magistrados venales y extorsionadores. El daño moral a Santa Cruz ha sido tal, ha estado tan perversamente planeado, que hasta ahora, pasados casi cinco años de las ejecuciones en el hotel Las Américas, los efectos del mazazo siguen lastimando y la unidad de los cruceños, que siempre fue su mejor arma, está hecha trizas.
Muchas cosas se han dicho y otras tantas se han escrito sobre los asesinatos de Rózsa, Dwyler y Magyarosi, sin embargo la pesadilla no cesa. Esos tres muertos son un baldón para Santa Cruz y eso continuará aunque todo el mundo sepa que los mataron premeditadamente personas que nada tienen que ver con la treintena larga de acusados que están en manos de la justicia en estos momentos, ni de los muchos más que han tenido que tomar las rutas del exilio.
¿Existe alguien más desprestigiado que el fiscal Soza en Bolivia? Creemos que no. ¿Queda alguna duda de que el fiscal Soza fue parte fundamental de la gran intriga montada contra Santa Cruz? Nadie lo duda. ¿Y por qué diablos no se esclarece esta situación y se dice la verdad? Porque no le da la gana al gobierno. No pueden echar por la borda un monumental esfuerzo que se hizo para sentar la mano definitivamente a los orientales. Para perseguirlos, encerrarlos y atemorizarlos. Y es por eso que desde S.E. para abajo se sigue hablando contra los terroristas y separatistas sin el menor pudor y con tono ofensivo.
Las invasiones de los ucureños a nuestra ciudad en otras épocas para el olvido, no son nada al lado de lo que sucede hoy. Entonces algunos cruceños fueron asesinados, golpeados, azotados, encarcelados, pero pasó. Se habían levantado voces atrevidas en Santa Cruz y el poder central reaccionó con innecesaria violencia. Pasó y nos recuperamos. Ahora no han golpeado al hueso sino al alma. No han roto costillas sino espíritus. No hay viudas sino madres y esposas consumiéndose. Hemos visto a un padre destrozado por la prisión de su hijo. Un padre corajudo que ha dicho a los cuatro vientos, cuando ya no tiene nada que perder, cuánto dinero le exigió el fiscal y cuánto más le estafaron, sin mover un dedo para hacerle justicia. Ese oprobio, ese estigma, no puede quedar impune. No hubo terroristas ni separatistas. Sólo hay tres muertos y ningún cruceño apretó el gatillo.
No sabemos qué irá a suceder en los próximos días y semanas con esto de la justicia en Bolivia. Pero a quienes la han violentado a su gusto, a los venales y obedientes al poder, esperamos verlos sentados ante un tribunal, y vigilar sin apartar la mirada los juicios para oírles cantar lo que quieran o sepan cantar. De alguna manera es necesaria una satisfacción a los muchos compatriotas que han sido atropellados por esta justicia inédita, elegida a dedo, y a los cruceños que ahora están apresados o en el exilio.

jueves, 20 de febrero de 2014

Ovidio Roca inspirado está en su "Delirio Plurinacional" cuando pinta el cuatro ideológico partidista en que se mueve el MAS para justificar su apego al poder y todo el "llunkerío de que hace gala" para la tercera elección de Evo. es obligación desvirtuar la demagocia y promover una Comunidad sin odios raciales.

La intelectualidad plurinacional cocalera, ha llegado a su fase extrema de iluminación, delirio y éxtasis, pero principalmente de llunkerío total y vergonzoso. Se dedican a loar y ensalzar al líder cocalero y lo proclaman la reencarnación del arquetipo indígena, Túpac Katari; y alguien asevera que la receta del socialismo comunitario es absolutamente original y el sumun de la perfección ideológica y política en esta parte del universo; afirmando que: “La oposición y nadie, tiene una propuesta diferente a la que tiene el MAS; el proyecto del MAS es el horizonte insuperable del Siglo XXI”.
Se puede evidenciar, sin embargo, que la propuesta elaborada por el pequeño grupo de burócratas q’aras que controla al líder cocalero y detentan el poder, no tiene nada de original y es un mero ch’enko (revoltijo) de viejas recetas comunistas, estatistas, populistas y de contenido racista; todas largamente probadas y fracasadas, luego de causar muerte y miseria en los países donde se aplicó.
La visión del estado plurinacional cocalero, no va más allá de la promesa de repartir la riqueza: la tierra, los recursos naturales y las pegas y negocios estatales, sin pensar en la necesaria creación de la riqueza por la inventiva y el trabajo. Utiliza políticamente la confrontación étnica y en su plan de avasallar al oriente opositor, alienta la ocupación territorial, la traslación de población (mitimaes) y la toma de las tierras de los pobladores, originarios indígenas y criollos. No se trata de trabajar la tierra y producir alimentos, pues ahora es tiempo de repartir, invadir, avasallar y luego vender, para luego empezar el mismo ciclo. Los grupos corporativos e informales, contrabandistas, mineros depredadores, cocaleros y narcotraficantes, se sienten “a sus anchas” en este ambiente de anomia porque hacen lo que les viene en gana, donde y cuando quieren.
En su ejecución, el proyecto plurinacional cocalero ha debilitado y arrasado con la institucionalidad democrática boliviana, la propiedad privada, las reglas del juego y la confianza, y por tanto está inviabilizando la inversión productiva y el progreso nacional.
En sus iniciales propuestas electorales, los masistas levantaron un engañoso discurso pachamámico de respeto a la madre tierra y ahora en el ejercicio del poder, vemos como se la destruye y se contamina el medio ambiente, tanto con la minería irresponsable, la coca y los consiguientes vertidos químicos usados en sus procesos de industrialización. Se habla de un gobierno de indígenas, pero cuando estos no son sumisos al gobierno se los ataca y se invade sus territorios (TIPNIS) y cuando reclaman por sus derechos se los apalea como en Chaparina, sin que nadie sepa quien fue.
Se practica el Estatismo y el dirigismo de la economía y para mantenerse en el gobierno se realiza la concentración total y absoluta del poder. Ya no existen ciudadanos, iguales ante la ley, libres y responsables de su destino. La gente tiene ventajas por su etnia (aimara, quechua) y desventajas si es boliviano mestizo, y entre ellas persecuciones judiciales si osa reclamar.
Se aplican principios totalmente contrapuestos a los de los países exitosos que promueven la educación, el trabajo y la innovación, como forma de crear riqueza, y por lo contrario utilizan un criterio rentista, asegurando que la riqueza está dada, que somos un país rico y lo que corresponde es distribuir esta riqueza. Riqueza constituida por los recursos naturales, gas, tierra, minas, bosques, agua y las empresas y bienes de los opositores. Todo debe ser repartido por el gobierno, por supuesto más a sus seguidores.
Como vemos se trata vender ilusiones, crear mitos y convencer a la gente que con el denominado proceso de cambio, vivimos en el mejor de los mundos. El mundo castrochavista de la “suprema felicidad social del pueblo”.
Si esta propuesta populista y esta cultura fracaso en todas partes, la eterna pregunta es porque una parte del pueblo llano la acoge y la sigue, y por qué amplios sectores empresariales buscan acomodarse con el gobierno aun renunciando a su libertad y la decencia.
La explicación es que utilizando técnicas de desinformación masiva y apelando a las promesas y una buena dosis de terror, es posible moldearla percepción pública. De aquí el especial empeño de los regímenes totalitarios de manejar a su arbitrio la opinión pública, la educación, los medios de comunicación y también su propia justicia.
Adicionalmente el gobierno del MAS tuvo la suerte de recibir la bendición de los altísimos precios internacionales del gas y los minerales y la gente al ver este extraordinario flujo de dinero “siente” que Evo es el artífice de los precios mundiales.
Durante esta etapa histórica, cuando la captura del poder se hace vía electoral, no hay mejor manera de lograr que las personas acepten e incluso apoyen abusos y aberraciones, que manipulando a las personas con el mensaje ideológico. Es lo que siempre han hecho los comunistas y los nacional-socialistas, nazis. Stalin el campeón de los asesinatos en masa, decía que la “democracia” soviética y su constitución era “la única constitución democráticamente perfecta en el mundo” y así también lo proclaman nuestros estalinistas q’aras, cuando dicen, “el proyecto del MAS es el horizonte insuperable del Siglo XXI”.
Las ideas y las ideologías pueden construir y también destruir, pueden fabricar riqueza y también fabricar miseria, pueden hacer a los hombres libres o sumisos y fanatizados por un estado totalitario, laico o clerical.
Y lamentablemente nos olvidamos que la propuesta valida y que ha mejorado la vida y disminuido la pobreza en el mundo libre, es aquella que exige responsabilidad a los ciudadanos y contempla: respeto a la persona, no coartar su libertad, garantizarle su seguridad, sus bienes, su derecho a prosperar gracias a su esfuerzo y creatividad, con producción sostenible, con respeto al medio ambiente y no con populismo, economía extractiva, coca y narcotráfico.
Es responsabilidad de todos y especialmente de los líderes democráticos, desvirtuar la demagogia de los populistas plurinacionales y promover una sociedad boliviana con viabilidad económica, ambiental, social y sin odios raciales.

miércoles, 19 de febrero de 2014

NOS SORPRENDE DE NUEVO LTD CUANDO SE PREGUNTA. QUÉ PASO ENTRE 2008 Y 2014 QUE HIZO CAMBIAR A QUINTANA 180 GR. CON RELACIÓN A "LA EMERGENCIA EN bENI"?

Ante tan sorprendente viraje sólo cabe preguntar: ¿qué fue lo que tanto cambió durante los últimos seis años para provocar semejante cambio de actitud?
“Hay un desastre de mayor proporción que el registrado el 2007. Los afluentes del río Ibare están rodeando el anillo de circunvalación que protege la ciudad de Trinidad y el nivel de agua superó en 10 centímetros respecto al nivel de agua que alcanzó año pasado”. Con esas palabras, el 8 de febrero de 2008, el Ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana, justificaba la necesidad de declarar “Situación de Desastre Nacional”. Para respaldar su posición, recurría a las cifras oficiales según las que llegaba a 41.557 el número de familias afectadas, a 49 las personas fallecidas y a cuatro las desparecidas por las adversidades climáticas. Cuatro días después, el 22 de febrero, el Gobierno promulgó el Decreto Supremo Nº 29438 de declaración de “Situación de Desastre Nacional”.
En la parte considerativa del decreto, la decisión gubernamental se respaldaba en el Artículo 3 de la Ley Nº 2140 de 25 de octubre de 2000, que establece el principio de obligatoriedad e interés colectivo, en virtud del cual la Reducción de Riesgos y Atención de Desastres y/o Emergencias son de interés colectivo y las medidas establecidas para este fin son de cumplimiento obligatorio. Asimismo, –recordaba el decreto– conforme al principio de responsabilidad, la generación de riesgos vinculados con los Desastres y/o Emergencias por parte de instituciones públicas, privadas o personas individuales, conlleva necesariamente la responsabilidad que corresponda.
Para justificar el carácter de “desastre”, y ya no sólo de “emergencia” que se le daba a la situación, el decreto se amparaba en el Artículo 4 de la  Ley Nº 2140 que define “desastre” como “la situación de daño grave o alteración de las condiciones normales de vida en un territorio determinado ocasionado por fenómenos naturales, tecnológicos o por la acción del hombre y que puede causar pérdidas de vidas humanas, materiales, económicas o daño ambiental y que requiere la atención especial por parte de los organismos del Estado y otras entidades de carácter humanitario o servicio social, sean estas públicas o privadas”.
Para justificar el carácter “nacional” y no sólo “departamental” que el Gobierno daba al desastre ya reconocido, se recurrió al Artículo 24 de la Ley Nº 2140, establece que tanto los Desastres como las Emergencias se clasificarán de acuerdo a los siguientes criterios: 1. Nacional, cuando el Desastre o Emergencia afecta a más de un Departamento; 2. Departamental, cuando el Desastre o Emergencia afecta a más de un Municipio.
En febrero de 2008, hace seis años, quien con más ahínco gestionó, promovió y defendió la declaración de “Situación Desastre Nacional” fue el Ministro de la Presidencia. El mismo que hoy se niega rotundamente a proceder de igual manera a pesar de que según las cifras oficiales las familias damnificadas son casi 60.000, las personas fallecidas más de 60 y según todas las previsiones el desastre está lejos de haber llegado a su peor nivel.
Ante tan sorprendente viraje sólo cabe preguntar: ¿qué fue lo que tanto cambió durante los últimos seis años para provocar semejante cambio de actitud?

Natura pasa su factura. pérdidas millonarias, vidas humanas, casas y pueblos enteros destruídos por el agua, miles de animalitos, y miles de damnificados que demandan ayuda, por tanto "hay otras prioridades" marca El Deber para el Gobierno.

En el presupuesto general de 2014 se prevé un déficit fiscal del 3,2% del Producto Interno Bruto, que resulta ser el reflejo del incremento del gasto corriente previsto para este año, que, casualmente, es un año electoral. Se han creado nuevos ministerios y el Gobierno central exhibe sus millonarios planes y maquetas para construir nuevas oficinas para el Palacio de Gobierno, el Ministerio de Economía, museos de homenaje al señor presidente y otros.
Pero la naturaleza está pidiendo ahora la palabra y está mostrando, con medio centenar de muertos por las inundaciones, millonarias pérdidas y la interrupción de varias carreteras, que Bolivia tiene otras prioridades. Comprar aviones muy costosos para el presidente, el vicepresidente y algunos ministros quizá no sea tan urgente, por lo menos si se lo analiza en este momento trágico que vive el país. Adquirir vehículos de lujo, y blindados, lo que duplica sus precios, no es urgente, realmente, si se lo mira desde estos momentos tan dramáticos que vive Bolivia.

El Fondo Monetario Internacional ha sugerido al Gobierno la creación de un fondo de ahorro con los ingresos extraordinarios de los precios inusualmente altos de las materias primas de exportación y que han empezado a declinar. Pero la recomendación ha sido rechazada, con ademanes de desplante, como si aconsejar que el Gobierno ahorre se tratara de una ofensa al orgullo nacional. Las prioridades, en lugar de los nuevos palacios, aviones y autos, tendrían que enfocarse en la crónica crisis de la ciudad de Trinidad, que está rodeada de un cinturón de protección que parece a punto de ser rebasado por el incremento del nivel de las aguas.

Habrá, además, que demandar explicaciones a Brasil sobre el efecto de sus represas sobre el río Madera que han alterado la vida de toda esa región, incluyendo territorio boliviano. Las carreteras deben ser bien construidas, para lo que será preciso elaborar mejores estudios, hacer adjudicaciones basadas en la calidad de las ofertas y no en otro tipo de recomendaciones. Lo que queda de los ferrocarriles nacionales deberá ser mantenido, con o sin nacionalización, para que sirvan al transporte de los bolivianos. La salud pública registra crónicos males a pesar de todos los millones de que se habla en los informes. Y la educación no parece haber mejorado pese a los ‘revolucionarios’ cambios introducidos.

En suma, los lujos, los excesos, los proyectos faraónicos, pueden y tendrían que esperar a que se cumplan las verdaderas prioridades del país.

domingo, 16 de febrero de 2014

Carlos Sánchez por medio del Diario de las Américas se pronuncia sobre el momento venezolano cuando refiere los pasos de Maduro para convertirse en "dictador virtual" en medio de una violencia sin parangón.

Dictadura es el "Gobierno que bajo condiciones excepcionales prescinde de una parte, mayor o menor, del ordenamiento jurídico para ejercer la autoridad en un país", esto es que "no existe estado de derecho", que hay un individuo, un gobernante o un sistema que se ha puesto por encima de la ley, llegando incluso a usar la creación de sus disposiciones legales -que no son ni legítimas ni lícitas- para violar los derechos fundamentales y la libertad de los ciudadanos.
En los regímenes dictatoriales los gobernantes han rebasado la ley, la adulteran, la cambian y configuran a su antojo, "dictan" su voluntad por encima de la razón y de la institucionalidad.
Por si queda alguna duda en la comunidad internacional sobre la verdadera naturaleza del Gobierno de Nicolás Maduro, sólo basta revisar algunas de las actuaciones de los últimos días del gobernante venezolano para probar -una vez más- que el Gobierno de Venezuela es una dictadura y que Maduro es el dictador de turno por sucesión autoritaria a su antecesor el dictador Chávez.
Al dictador venezolano no le corresponde el título de "presidente" que se da en los regímenes republicanos al jefe de Estado normalmente elegido por un plazo fijo.
Maduro está en busca de una "ley habilitante" que con el pretexto de la lucha contra la corrupción y la defensa de la economía, le permita ejercer aún más impunemente, con más violencia y propaganda, actos de persecución y represión contra los defensores de la democracia en su país.
Como le faltan votos (porque perdió las elecciones y pese a eso se quedó con el poder) está en busca del voto 99, para lo que ha puesto en acción su "aparato de justicia", para inhabilitar a los asambleístas Mercedes Aranguren y Juan Carlos Caldera.
Tres indicadores de dictadura: la ley habilitante para legalizar el totalitarismo, la persecución con el Tribunal Supremo de Justicia que muestra la inexistencia de separación e independencia de los poderes públicos, y la violación de los derechos humanos de debido proceso, presunción de inocencia y juez imparcial.
Maduro ha creado el Centro Estratégico de Seguridad y Protección de la Patria (CESPPA), llevando al Palacio de Miraflores un centro de inteligencia que rompe cualquier atisbo de institucionalidad democrática, que ratifica la militarización del régimen, que concentra el poder y que abre las puertas a cualquier tipo de abuso contra la libertad de los venezolanos.
Se ha comentado que la creación de este Centro es solo una de las múltiples señales de Maduro a las Fuerzas Armadas, que incluirían la duplicación de su presupuesto y la participación activa de sus miembros en cargos públicos civiles.
Todo destinado a mantener la lealtad de la fuerza al régimen, esencial para la sobrevivencia de la dictadura. La creación del viceministerio de la "Suprema Felicidad" de los venezolanos, no es un dato menor.
Esta medida que puede ser considerada desde una broma de mal gusto hasta un acto de locura, es la indicación de que en la dictadura no existe ningún mecanismo de "redición de cuentas," de control del gobernante, para que sus actos además de ser legales estén por lo menos sujetos a la razón.
Este mes termina contemplando los actos de violencia del Gobierno de Maduro que ha llegado incluso a colapsar Caracas para impedir una marcha de trabajadores.
Con una feroz campaña de publicidad contra tres líderes de la oposición, Henrique Capriles, María Corina Machado y Leopoldo López a quienes señalan como "te quitan la luz, te quitan la comida, te quitan la paz, basta de violencia".
Afiches, cadenas nacionales, radio, televisión y todo el aparato del gobierno para implementar una campaña típica de la dictadura castrista, que seguramente terminará con el enjuiciamiento de los líderes democráticos. Nada de esto sería posible ni aceptable en una democracia. Que esperamos para llamar a Nicolás Maduro por su nombre: DICTADOR.
*Abogado y politólogo. Es director del Interamerican Institute for Democracy

"no es posible seguir con la Feria de los Espejitos de Colores" no es por cierto el país de maravilla de los medios masistas, dejar de lado el triunfalismo y atender el desastre con seriedad y realismo. el Gobierno tiene obligación de hacerlo. Carlos Mesa

En términos generales el actual Gobierno recibe más dinero –en relación de 5 a 1– que sus antecesores. ¿Se está orientando adecuadamente el gasto y la inversión? La respuesta contundente es no, no se está gastando ni invirtiendo bien. El gasto suntuario del Gobierno se pone en evidencia en este contexto
La pobreza estructural del país se percibe con más claridad cuando enfrentamos situaciones límite. Este es el caso de los graves desastres naturales provocados por una inusual intensidad de las lluvias que han generado crecidas en nuestros ríos y procesos de inundación y deslizamientos de tierra, con un saldo de medio centenar de víctimas mortales y centenares de miles de damnificados.
En los últimos años hemos vivido en la burbuja del éxito. El Gobierno ha reiterado una y mil veces que el país no cesa de avanzar, que nuestra economía boyante es un modelo latinoamericano y que los indicadores sociales demuestran palmariamente que el combate a la pobreza arroja resultados espectaculares. Ha sido obsesiva la estrategia de demoler por comparación. Todo dato de cambio se contrasta con el periodo 1982-2006, no sólo para demostrar el movimiento cualitativo, sino para probar que la lógica de los gobernantes de la democracia era la del saqueo, el enriquecimiento ilícito, la traición a la patria vía enajenación de nuestros recursos naturales, y la exclusión sistemática de los más pobres. A fuerza de repetirse esa construcción acabó convirtiéndose en una verdad en la que creen la mayoría de los bolivianos. Pero basta un mes de lluvias intensas para volver a la realidad.
La primera tentación es decir: “La oposición enajenada le echa la culpa al Gobierno hasta del mal tiempo”. “¡Llueve, gobierno ladrón!” es una célebre frase de origen italiano que describe muy bien el mundo político de los maniqueos. La segunda tentación, es decir: “Nada ha cambiado, cada vez que se producen situaciones de este tipo los gobiernos reaccionan igual de mal”. Lo que es un lugar común.
Casi todos tendemos a descubrir el agua tibia cuando, producido el daño, lanzamos una larga lista de reflexiones a propósito de la falta de previsión, del descuido en preparar al país en época seca para estar adecuadamente preparados. Hacemos un recuento de nuestras carencias de infraestructura, de la falta de equipamiento en defensa civil, etc., etc. Generales después de la derrota…
Una nación que, como Bolivia, aún tiene a la mitad de su población en la categoría de pobreza y pobreza extrema, sufre de manera mucho más dramática los desastres naturales; la razón es muy simple. Esa parte tan significativa del país vive en condiciones de gran precariedad. Habita viviendas frágiles, su acceso a los servicios básicos es difícil o inexistente. El uso de energía eléctrica es limitado, el agua potable inexistente o infrecuente, y el saneamiento básico no está a su alcance. A la vez, la infraestructura de comunicaciones viales y de los servicios instalados por el Estado central, departamental o municipal, pende en muchos lugares literalmente de un hilo, hilo que se rompe rápidamente en circunstancias como estas.
El cable a tierra que nos ha colocado en la realidad demanda dejar de lado el triunfalismo. Todos aceptamos que hay avances importantes, pero el camino por recorrer es muy largo y no se puede seguir con la feria de los espejitos de colores que –de acuerdo a la propaganda oficial– nos pintan un país de las maravillas, cuando las condiciones de pobreza, desigualdad, brecha entre ricos y pobres y la precariedad todavía mayoritaria en todos los ámbitos de millones de vidas, están lejos de haberse resuelto.
Pero está también la cuestión de los instrumentos que necesitamos para superar con éxito las emergencias y los desastres. Es el equipo terrestre, fluvial y aéreo que el Estado en sus diferentes estamentos debe tener a disposición, capaz de responder razonablemente a situaciones imprevisibles y de hecho imprevistas. Es la planificación preventiva de las áreas de alto riesgo en proporción a las concentraciones de población, que permita hacer obras específicas, sean estas nuevas, sean de corrección y ampliación de los cordones de seguridad, sean de mantenimiento.
En un caso como este, la diferencia entre la actual administración y las anteriores es la disponibilidad de recursos. La relación comparativa es tan desmesurada que es lícito exigir mejores resultados que en el pasado. En términos generales el actual Gobierno recibe más dinero –en relación de 5 a 1– que sus antecesores. ¿Se está orientando adecuadamente el gasto y la inversión? La respuesta contundente es no, no se está gastando ni invirtiendo bien. El gasto suntuario del Gobierno se pone en evidencia en este contexto, tiene que ver con el incremento burocrático y la adquisición de bienes que no son de primera necesidad. Ocho años después, las autoridades que deciden sobre nuestros recursos deben detenerse en el camino, reflexionar a fondo y pisar el freno. Después de hacerlo, responderse sobre el modelo productivo, sobre la idea del ahorro, sobre la de la previsión y sobre el modelo en su conjunto.
La lluvia no es culpa del Gobierno, pero su intensidad lo ha desnudado.

sábado, 15 de febrero de 2014

Bolivia no está aislada en su vivencia de salvar la Democracia, por ello lo que ocurre en su entorno es importante. llama la atención que Choquehuanca pronto, salió en defensa de Maduro, para tapar la masacre que sucedía en Caracas en contra de los estudiantes.

Una marcha pacífica de los estudiantes universitarios y la oposición terminó en un baño de sangre en Venezuela por la intolerancia de un Gobierno que no quiere darse cuenta de que, en el fondo, hay una grave crisis social y económica que afecta a millones de venezolanos. Tres muertos, más de 60 heridos y más de un centenar de detenidos es el saldo lamentable del fatídico miércoles 12, quizás la jornada de protesta más importante que haya enfrentado Nicolás Maduro desde que asumió el poder el 19 de abril de 2013.
El conflicto presenta complejas aristas, pero llama la atención la rapidez con la que el canciller boliviano, David Choquehuanca, se plegó a la tesis de Caracas que plantea una supuesta asonada golpista. Dicha interpretación es la que el Gobierno de Maduro ha presentado al mundo para justificar la brutal represión de que hemos sido testigos gracias a las redes sociales en internet, ya que en esa jornada también se censuró a los medios televisivos que mostraban las imágenes de las marchas opositoras.

En la sociedad global en la que vivimos es cada vez más difícil tapar el sol con un dedo. Venezuela está al borde del colapso, no por los supuestos afanes golpistas, sino por la brutal inflación (más del 56,3% en los últimos 12 meses), la extendida inseguridad (más de 20.000 homicidios al año) y la escasez de productos de primera necesidad (varios alimentos, papel higiénico, servicios básicos, entre otros). Los ciudadanos, no los políticos opositores, son los principales afectados por esta gravísima situación, lo que explica el amplio malestar social que hoy vive Venezuela.

La crisis ha puesto en jaque a los medios de comunicación escritos, que ya no cuentan con insumos para producir periódicos en un abierto atentado contra la libertad de prensa, último dato del retroceso democrático en Venezuela. El modelo económico, político y social del chavismo ha fracasado rotundamente. Eso explica la actual situación de incertidumbre, mientras el Ejecutivo apuesta con desesperación por la confrontación, la persecución de opositores y el cierre de medios.

Las soluciones violentas no traen más que luto y dolor para los ciudadanos. Como reclaman la Iglesia católica, los empresarios y un amplio sector de la oposición, el diálogo amplio y sincero debe ser la vía para resolver la crisis venezolana. No darse cuenta de esta realidad puede llevar a ahondar la polarización, a disparar los hechos de violencia y a marcar un retroceso dramático de la democracia venezolana.

Consejo Editorial: Pedro F. Rivero Jordán, Juan Carlos Rivero Jordán, Tuffí Aré Vázquez, Lupe Cajías, Agustín Saavedra Weise y Percy Áñez Rivero

viernes, 14 de febrero de 2014

es fijo que sigamos con el tema de la Justicia, mejor de la injusticia que domina los tribunales..."ni con poncho, ni con pollera, ni con sobrero" 3 atributos que Evo creyó serían suficientes para cambiar el rostro de la Justicia. todo sigue igual y peor que antes porque los "magistrados" puestos allí por el poder, sin mayoría de votos están envileciendo más la Justicia.

A poco más de dos años de realizadas las elecciones judiciales en Bolivia, todo deja ver que el paso dado fue nefasto. Ha quedado a la vista que la gran innovación masista del voto popular para elegir magistrados resultó mala. A tal extremo desdichada fue esa maniobra política bajo el fácil membrete de “revolucionaria”, que no hubo país alguno en América Latina (no sé si en el mundo entero) que se atreviera a imitarnos. Nos quedamos mirado absortos la estupidez cometida, sin posibilidades de enmendarla. Dicen los del MAS que sus medidas son irreversibles, y, lamentablemente, en este caso parece cierto.
El domingo 16 de octubre del 2011, fecha de la infausta elección en todo el país, escribíamos preocupados en El Diario lo siguiente: “Hoy algunos bolivianos irán a votar para elegir a las nuevas autoridades judiciales, en la máxima oscuridad. Esta es una elección a ciegas, donde, los que sufraguen, tendrán que hacerlo sin saber por quién ni para qué votan. Lo harán por miedo o vencidos por una propaganda millonaria que no ha cesado de meterse atrabiliariamente en nuestros hogares para legalizar esa acción. Todo es crepuscular en estas elecciones porque su origen es oscuro y porque muy negros van a ser los resultados de este nuevo montaje que, al dejarnos con una justicia que tendrá dueño, puede llevarnos, un paso más, hacia el abismo de la anarquía, pero, tal vez, al paso más peligroso. ¿Por qué tan grave? Porque de esta estrategia gubernamental, incluida en la Constitución más deplorable que se tenga memoria, depende que nuestros derechos fundamentales sean respetados por el Estado. ¿Es poca cosa que dejemos en manos de una legión de presuntos magistrados desconocidos y afines al oficialismo nuestro destino? Si ya la justicia nos estaba atropellando sin miramientos en el último lustro, habría que ver qué sucederá cuando parte del pueblo ingenuo vaya, equivocadamente, a elegir entre quienes a priori ya han sido designados a dedo desde las altas esferas del poder. Nuestros derechos como ciudadanos libres se juegan hoy, porque ahora se rifa la democracia irresponsablemente”.
Han transcurrido poco más de dos años de ese domingo que sepultó los restos de una justicia decepcionante para reemplazarla por otra mucho peor. Esta vez ya no somos los críticos al MAS los que volvemos a cuestionar la imprudencia y demagogia con que se creó un nuevo sistema de elección judicial, sino que es S.E., es el propio jefe de Estado quien defraudado de tanta inutilidad, ha reconocido que se equivocó: “Creo que en vano incorporamos poncho y pollera en la justicia…no cambia nada, esa es mi evaluación”, dijo. Manifestó S.E. que quería expresar su verdad aunque se molestaran “algunos”. Nos preguntamos: ¿Quiénes serán los “algunos”? ¿Los que le metieron la idea en la cabeza a S.E.?
Todo esto lo dijo S.E. el martes pasado, durante la entrega de la Casa de la Justicia (¡vaya broma!) en Muyupampa, Chuquisaca, agradeciendo al Reino de Dinamarca por su contribución para mejorar la magistratura nacional. “Que la cooperación no sea una decepción para los cooperantes ni para los cooperados…”, afirmó en un momento en que S.E. parecía frustrado y avergonzado. Quiere decir que si “algunos” no le esconden las metidas de pata a S.E., él podría realizar una valiosa autocrítica de sus actos. La nueva ministra de justicia, señora Gutiérrez, (todo está tomado de un matutino paceño) no tuvo pelos en la lengua para señalar que elegir magistrados mediante voto popular “fue un desacierto”. ¿Pero quién fue el genio creador de todo este disparate? ¿Cómo el gobierno aceptó imponer magistrados que además habían sido derrotados por el voto nulo mayoritario en las urnas?
Ya es tarde para volver atrás y tendrá que ser en una nueva gestión administrativa, con un nuevo gobierno, que esto se modifique. Será un alivio para la ciudadanía. Los togados en Bolivia como en todas partes del mundo tienen que ser los mejores profesionales en leyes, los más meritorios. No se puede elegir magistrados porque usen o no “poncho y pollera”, como ahora reconoce S.E. ¿Adónde vamos a parar con una justicia en manos de legos? Ni habrá justicia idónea, ni tampoco se evitará la retardación, ni menos la corruptela.
No es con “poncho y pollera” como se van a arreglar las cosas en Bolivia. Eso es una equivocación y es, además, un racismo odioso, “excluyente” según el léxico masista. Estas cosas no se arreglaran en “cumbres” inocuas, sino sabiendo aplicar bien la ley; buenas leyes. Algún día retomaremos el cauce correcto con buen juicio, en base a lo mejor que en cuestión humana tengamos para cada actividad. El problema es: ¿qué hacemos entre tanto? ¿Cómo afrontar juicios tan complicados como es el de terrorismo en Santa Cruz, donde el encono racial y el regionalismo se ceban con sus víctimas? Con poncho o pollera, nada está garantizado. Ya lo entendió S.E.

miércoles, 12 de febrero de 2014

un solo individuo pone de cabeza todo el sistema judicial. sujeto con permiso para violar todas las normas, procedimientos para peseguir, extorsionar, amedrentar y silenciar a ciudadanos aterrorizados. se refiere El Dia a Marcelo Soza que está poniendo de rodillas a toda la sociedad. qué verguenza!

Qué clase de régimen es el que permite que un solo individuo, de escasa solvencia moral y profesional ponga de cabeza todo el sistema judicial boliviano y lo coloque a la altura del lodo? Es un sujeto al que se le ha dado permiso para violar todas las normas, todos los procedimientos y a quien se le han abierto las puertas del sistema para perseguir, extorsionar, amedrentar y silenciar a una gran cantidad de ciudadanos que no se atreven a levantar cabeza por temor a ser linchados por un régimen que inspira resentimiento y venganza por el delito de pensar distinto.

El empresario y exdirigente político, Zvonko Matkovic, acaba de brindar más detalles sobre el modo de actuar del exfiscal Marcelo Soza, quien estuvo a cargo del proceso judicial por supuesto terrorismo contra 39 imputados y que fue apartado del caso por la vergüenza en la que había puesto al Gobierno y su burdo y chapucero esquema de control político. El exfuncionario del Ministerio Público es ahora el blanco de una querella por extorsión que le han iniciado luego de presentarse una serie de evidencias que lo sindican como el mayor traficante de la justicia que se haya conocido en el país.

Pese a todas las pruebas presentadas, a videos, fotografías, testimonios, grabaciones de audio y documentos de todo tipo, Soza luce intocable en los tribunales, se niega a cumplir las órdenes emitidas por la Fiscalía y parece burlarse de todos los que exigen justicia y claman porque se acabe con esta inmensa patraña que ha tenido a Soza como punta de lanza.

Es lamentable que apenas haya una sola voz que se atreve a denunciar el oprobio mientras el resto se mantiene en silencio, seguramente presa del amedrentamiento de los que digitan cada una de las piezas de este montaje y que seguramente mueven los hilos en los juzgados, en los ministerios y todo el aparato que sigue intacto en esta justicia carcomida por la corrupción. Este es un grave daño que se ocasiona al resto de la población, al impedir que se ejerza la ciudadanía plena, que consiste en reclamar derechos, en exigir autoridades que respeten la democracia y las leyes. Una sociedad sana no se puede dar el lujo de convivir con estos actos de injusticia flagrante, de abuso de poder que se enseñorea, que atropella y que se jacta de su ausencia total de escrúpulos.

Cómo es posible que todos quienes buscan convivir en paz, tengamos al frente a los traidores de la ley de la democracia, a los que se burlan de ella, a los que sufren constantemente las tropelías de los poderosos y nadie se atreva a denunciar por lo menos, a insistir y a recurrir a cuanta instancia esté a la mano. El silencio nunca será una respuesta válida en este caso, pues no se hace más que convalidar una injusticia y convertirse en cómplices de los verdugos. Y cuando hablamos de callar, no solo estamos hablando de quienes han sufrido en carne propia la extorsión, sino de las autoridades políticas y cívicas que tienen el deber y la responsabilidad de salir en defensa de la justicia y las normas.

No vamos a exigirle a estas alturas, que el estado asuma otro rol -aunque nunca es tarde-, cuando en todos estos años se ha dedicado a destruir el tejido social e institucional del país; en este caso es necesario apelar a valor civil de la gente y de sus entidades, a asumir un papel más digno.
Pese a todas las pruebas presentadas, a videos, fotografías, testimonios, grabaciones de audio y documentos de todo tipo, Soza luce intocable en los tribunales, se niega a cumplir las órdenes emitidas por la Fiscalía y parece burlarse de todos los que exigen justicia y claman porque se acabe con esta inmensa patraña que ha tenido a Soza como punta de lanza.

martes, 11 de febrero de 2014

Valiente. Los Tiempos se atreve a llamar "al pan pan, al vino, vino" Maduro optó conducir hacia el abismo, redobló su apuesta por el desmantelamiento, se desvanecen esperanzas y se viene "el inminente colapso de Venezuela.

Hace algo más de dos semanas, cuando el Presidente venezolano anunció que con su equipo de colaboradores estaba preparando un conjunto de medidas económicas para rectificar el rumbo de la economía hacia el abismo, hubo hasta en los sectores más escépticos un atisbo de esperanza. Se suponía que ante la contundencia de los hechos el heredero de Hugo Chávez terminaría por arriar sus banderas estatistas y optaría por dedicar las pocas fuerzas políticas y las escasas reservas económicas que le quedan para ensayar un giro salvador.
Nada de eso ocurrió. Todo lo contrario, ante el estupor incluso de los sectores menos dogmáticos del chavismo, Maduro optó no sólo por huir hacia adelante, la dirección que hasta en las filas oficialistas se sabe que conduce al abismo y redobló su apuesta hacia el desmantelamiento de los últimos resabios del aparato productivo venezolano, mientras multiplica en la misma proporción el poder de una burocracia civil-militar corrupta y cada vez más autoritaria.
Como era previsible, los resultados de tan enorme desacierto no se han hecho esperar. Las medidas aprobadas durante la última semana de enero, a lo que se sumó la reciente aprobación de la “Ley de costos, ganancias moderadas y precios justos”, no han servido más que para que se desvanezcan las últimas esperanzas en una rectificación del rumbo y el miedo al futuro termine de paralizar la economía.
En tales circunstancias, y cuando recién está en el segundo mes de un año que se perfila aún peor de lo que fue el 2013, ya no parece exagerado el uso de términos como “inminente colapso” que con creciente frecuencia se utiliza para describir lo que a la economía venezolana le depara el futuro.
Las razones en las que se basan los más negativos presagios son muchas y están respaldadas por los instrumentos propios de la economía. Se ha llegado a un punto en el que la frialdad de las cifras es tan elocuente que la aritmética básica ya es suficiente para mostrar lo insalvable de la situación independientemente del punto de vista doctrinario desde el que se la vea, pero lo peor no es eso sino la sorprendente tozudez con que Maduro y el equipo que lo rodea se empeñan en perseverar en el error.
En efecto, las medidas promulgadas ayer mantienen como principal referente la suposición de que la crisis debe ser afrontada en términos bélicos y no económicos. Así, Maduro insiste en su diagnóstico según el que la causa de sus dificultades radica en el desencadenamiento de una “guerra económica” declarada por Estados Unidos y ejecutada por los agentes internacionales del capitalismo con la ayuda de sus “lacayos” del sector privado venezolano entre los que figuran todos los empresarios, banqueros y comerciantes ni alineados con el “chavismo”.
Siendo ese el diagnóstico, no resulta sorprendente que la fórmula aplicada para afrontarlo sea la misma y los términos para presentarla también. Pero lo peor es que son también previsibles sus resultados plasmados en un agravamiento de la crisis económica y una mayor disminución de las libertades económicas y políticas. Y ello, pese a que sigue recibiendo ingentes cantidades de dinero provenientes del petróleo.

jueves, 6 de febrero de 2014

"No llores por mí Argentina" como la ópera y la canción famosa titula Karen Arauz su imperdible texto, sobre el momento que vive el vecino del Sur, próximo a trastabillar y con notables desacuerdos financieros con Bolivia. Karen no profundiza, aunque menciona la fanatización del peronismo a partir de Eva muerta por cáncer a los 33 años y que insufló factores perturbadores a la psiquis colectiva de los que aún hoy no pueden librarse los argentinos.

Esta icónica frase atribuida románticamente a Eva Perón por su discurso de despedida semanas antes de su muerte, es la composición de una ópera que resultó ser muy representativa y que ha sido llevada al cine, al teatro e interpretada por múltiples artistas del mundo. Lejos está la imagen de esa mujer de extremo populismo cuyo "ángel" con el pueblo trabajador le valió el denominativo de "Santa Evita". Su agonía y muerte a los 33 años, favoreció a que se creara alrededor de ella, el mito Eva Perón que perdura en el tiempo.
Sesenta años más tarde, la Argentina tiene en el balcón de la Casa Rosada a otra dama a punto de dar su último discurso en el que la frase sería: "Llora por mi culpa Argentina" y quien no heredará de Evita, más que su gusto por el lujo en joyas y pieles deslumbrantes. Heredera de una de las múltiples ramas distorsionadas del peronismo, más cercana al Socialismo del Siglo XXI por obra y gracias a los cultores de Gramsci que gustan de atribuirle su base filosófica e ideológica (?), embelesada por la billetera fácil de Hugo Chávez y la senil batuta de Fidel Castro, fue seducida sin remedio por las delicias de la acumulación de poder y su consiguiente gran enriquecimiento.
Los diez años de gobierno repartidos entre su difunto esposo Néstor quien le pasara la posta del poder político, Cristina Fernández, está a horas de convertirse en la artífice de una verdadera catástrofe. Como otros países de la región que han encarado la bonanza como una prolongada fiesta, lo primero que se le atribuirá a los diez años del gobierno de la "pareja real" como los llaman, será el desperdicio de una increíble oportunidad de levantar a su país a los niveles de hace cien años. La notable elección de sus equipos de administración, ha sido absolutamente favorables a ellos, no así al país. La incapacidad del equipo de los Kirchner, es tal, que hasta el famoso -por funesto- Foro de Sao Paulo, les ha quedado grande.
La corrupción más descarada, está caracterizada ante la opinión pública en la figura del Vice Presidente Amado Boudou -entre muchos otros se entiende-, quien en las últimas horas, por previsión, ha fijado oficialmente su residencia en el Uruguay luego de haber hecho descarnadamente uso de influencias en su beneficio personal. La estantería social se les vendrá abajo sin ninguna duda, por la inflación – la infalible receta para empobrecer un país- calculada en un 25% y la vertiginosa merma de las reservas internacionales que sólo durante el mes de enero de este año, ha sido de dos mil quinientos millones de dólares, lo que hace prever que se está cerrando el grifo de las prebendas y subsidios y que ya ha impulsando a medio millón de personas, a entrar en el margen de los más pobres. Y todo esto en sólo un mes.
La inseguridad jurídica que trae la ausencia total de inversiones de las que la Argentina esta desesperadamente necesitada y la desinstitucionalización en marco de franco caos, le pone al panorama argentino una sombra de inéditas proporciones. El cepo cambiario y la situación casi de rehenes por los dictados del Banco Central, hace temer que en caso de insostenibilidad del régimen, nuevamente los ahorros de la ciudadanía podrían corren el riesgo de desaparecer. El control policíaco que ejercen los organismos del gobierno que manejan la economía argentina, solo echa más leña al fuego como si a la improvisación de su política, se la pudiera subsanar controlándolo todo. En el afán de retener las divisas en sus bóvedas, se han frenado de gran manera las importaciones, lo que a corto plazo traerá -como en Venezuela- el desabastecimiento de ciertos productos, sin contar que ya la crisis energética se dejó sentir en el sofocante verano pero al verano, siempre, le sigue el invierno y sin energía, son palabras mayores. Por otra parte en el afán de mantenerse precariamente en la cresta del poder, hace que los productores argentinos estén obligados a proveer al mercado interno, privando al tesoro de ingresos frescos de divisas. Es que jugar de populistas y ser benefactor de los pobres a tiempo de cavar las fosas para sepultarlos, es una política peligrosa.
Las protestas de diciembre de 2013 apunta claramente cuán desencantada está la gente con este régimen y confirma aquello que cuando al pueblo se le toca el bolsillo, no hay líder -por muy populista que sea-, capaz de capear la embestida popular. La debacle oficialista luego de las elecciones de octubre, que además de sepultar la posibilidad de perpetuación, especula de que si no sería menos dañino para todos acortar el mandato de la Presidente.
Con esto ya van dos los campos arrasados por estos modernos Atilas. Los que quedan aún tienen espacio para seguir haciendo daño empeñados en la destrucción. El suicidio es inminente. Falta ver cuál será el procedimiento escogido.

martes, 4 de febrero de 2014

Santa Cruz estará en vitrina mundial en junio próximo. El Deber reflexiona sobre el tema G77 y su innegable trascendencia, el poco tiempo que media, invoca un remozamiento de la ciudad de modo de presentar "una urbe limpia" sin basuras ni deshechos.

La cumbre del G-77 + China, que se realizará el 14 y 15 de junio, posicionará a nuestra ciudad en el escenario de los eventos globales, probablemente como el más importante que se vaya a realizar en toda su historia. En 1964, en paralelo al movimiento de los países no alineados y en la década de grandes revoluciones, se crea en las Naciones Unidas el grupo de los 77, la coalición más grande de países en desarrollo y del hemisferio Sur como instancia para articular sus posiciones económicas y sociales, promover la cooperación y, de ese modo, enfrentar los dramáticos desequilibrios que imponían las superpotencias al controlar más del 70% de la riqueza mundial.

De manera que la citada cumbre implica la presencia de representantes y dignatarios de 133 países con sus respectivas comitivas, ministros de Relaciones Exteriores y de desarrollo económico, por lo que la mayor preocupación para la organización del evento serán los temas de logística, seguridad e infraestructura receptiva.

Dado el escaso tiempo de cinco meses, las obras urbanas pueden encararse desde la óptica coyuntural y pragmática como los proyectos de la avenida alternativa y la conclusión tan largamente demorada del viaducto de acceso al aeropuerto Viru Viru, además de consolidar algunos espacios urbanos con nuevos paseos, mejorar las condiciones paisajísticas con un renovado mobiliario, implementar una nueva iluminación, el pintado de fachadas, los arreglos de aceras, la siembra o trasplante de árboles y jardines con flores y especies nativas y, fundamentalmente, presentar una urbe limpia, sin los basurales y otros desechos que desde hace años afean su rostro.

Es el mismo relato de la Cumbre de Desarrollo Sostenible de 1996 cuando se hizo un supremo esfuerzo para mejorar la imagen urbana de la capital cruceña. Entonces, priorizando la urgencia, se procedió al arreglo de algunas edificaciones del centro histórico, al maquillaje de los recorridos y se realizaron algunos intentos de la entonces Cordecruz con las torres inconclusas de Mario Botta ubicadas como referencias en el Parque Urbano, hoy convertido en área de diversiones saturado y caótico.

Sin embargo, existe la opción de afrontar simultáneamente los trabajos antes señalados con otra visión urbana, a los efectos de consolidar una ciudad para todos. Dicha visión está fundamentada en considerar las variables que tienen que ver con una mejor calidad de vida, un razonable sistema de movilidad pública donde se construya la convivencia ciudadana en un medioambiente responsable y apropiado