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lunes, 29 de febrero de 2016

comprobado está que nadie es insustituíble. todos pueden ser cambiados, más ahora que la elección del 21F está mostrándonos la urgencia de desechar a unos y buscar otros líderes que puedan conducir a la Nación por el sendero de Libertad, de Justicia y Democracia que se impone a raja tablas.

Con los resultados del reciente referendo constitucional, ha quedado claramente establecido que el pueblo boliviano se ha decantado por el rechazo a la prorrogación del actual binomio oficialista en el poder. Asimismo, con su decisión ha puesto sobre la mesa del debate la necesidad incontestable de la alternancia democrática. Como si ello no fuera suficiente, ha mostrado al país y a los partidos y organizaciones políticas, tanto de la oposición como del oficialismo, el camino de la urgente renovación de los cuadros de liderazgo político, especialmente con miras a las elecciones generales de 2019. Ello implica enormes desafíos para la democratización de las tiendas políticas bolivianas.
Conviene recordar que una de las características de la dinámica política del país es el caudillismo. Así, los partidos políticos resultan proclives a no renovar sus cuadros dirigentes. Por el contrario, tienden hacia los líderes permanentes, a los que no se les puede hacer sombra. Como consecuencia, las nuevas generaciones de dirigentes acaban frustradas y relegadas “ad infinitum”. Si se mira bien, y se hace una lectura serena de la dirigencia política boliviana, se constata la ausencia de nuevos liderazgos capaces de levantar banderas que entusiasmen a la población. Resulta evidente que, tanto dentro de la oposición como el oficialismo, no han surgido nuevos líderes en la era democrática.
Si se asume que la alternancia de líderes forma parte de la esencia de la democracia, viene a ser un contrasentido que los líderes de la mayoría de los partidos de la oposición sean los mismos de hace tres décadas. Por otra parte, el oficialismo ha puesto al presidente Morales como el líder referencial del denominado proceso de cambio, y no se sabe quién puede ser su sucesor, por decirlo de alguna manera. Este escenario político muestra a las claras que los nuevos líderes, que mucha falta hacen, no han podido surgir por la obstrucción que les hacen los viejos dirigentes. Esto dice muy mal de la democracia boliviana y deja mucho que desear de la democracia interna de los partidos. Aún así, los líderes jóvenes de la oposición que se van perfilando después de la consulta constitucional, son dirigentes que tienen sobre sí el riesgo de lanzarse sin proyección nacional, sin aparato político que los respalde y sin programa nacional que haga frente a la hegemonía del oficialismo. En cierto modo, esto hace que se conviertan en los líderes de un futuro que nunca les llega. Esta peculiar situación deviene en un caldo de cultivo para las corruptelas, el clientelismo y el autoritarismo, por obra y gracia de sus propias organizaciones políticas. No extraña, por tanto, que otros intereses no partidarios impulsen el despegue de nuevos líderes, desligados éstos de la responsabilidad social.
Esta carencia de nuevos líderes que den la talla afecta asimismo, en diferente grado y magnitud, al partido en función de gobierno. En este terreno, quizás resulte todavía más difícil encontrar líderes que convenzan a la población sobre la continuidad del proceso de cambio que proclaman. En otras palabras, tanto el oficialismo como la oposición tendrán que trabajar duro para tener una representación viable de cara a las nuevas elecciones generales. Para esa oportunidad, es posible que por la fuerza de las circunstancias se presenten como candidatos para gobernar el país los mismos viejos dirigentes. Si ello ocurre, hablar de democracia sin nuevos líderes será una pantomima.
Oficialismo y oposición tendrán que trabajar duro para tener una representación viable de cara a las nuevas elecciones generales. Si se presentan como candidatos los mismos viejos dirigentes, hablar de democracia será una pantomima.

jueves, 25 de febrero de 2016

doble derrota sufrió Evoalvar quienes no obstante el empleo de todos los medios del Estado a su alcance terminaron derrotados. ya sucedió antes cuando cinco departamentos se opusieronn al proyecto masista sobre estatutos autonómicos, por lo que destaca El Deber la participación activa de la juventud, aunque en los hechos hubo un plebicito sobre la suerte de Evo que terminó rechazando su figura, su gobierno, su postulación, en suma todo lo masista.

Desde que se anunció la realización del referéndum para modificar el artículo 168 de la Constitución Política del Estado que permitiría una cuarta gestión consecutiva en el mando al presidente Evo Morales y al vicepresidente Álvaro García Linera, Bolivia vivió una intensa campaña política como pocas veces se había visto, entre quienes eran partidarios de la prórroga y quienes se oponían a la modificación constitucional.

El referéndum, que se produjo con una masiva asistencia de votantes el domingo pasado, dio un ajustado triunfo al rechazo modificatorio del artículo 168, es decir, a los partidarios del No, que se suma al rotundo fracaso que soportó el Gobierno el 20 de septiembre del año pasado, cuando en La Paz, Oruro, Potosí, Chuquisaca y Cochabamba la población se opuso a aceptar los estatutos autonómicos departamentales alentados por el Ejecutivo. Entonces se afirmó que la derrota gubernamental se debió a la ausencia del presidente Morales en la campaña, lo que no se puede afirmar en la derrota del 21 de febrero último, cuando el primer mandatario, el vicepresidente, ministros, parlamentarios y autoridades oficialistas dedicaron toda su actividad al proselitismo electoral, descuidando indebidamente sus específicas funciones.

Con el rechazo a la posibilidad de un cuarto periodo al binomio Morales-García Linera, ha quedado en claro que el pueblo boliviano es partidario de una democracia sana, con alternancia en el poder, donde dos gestiones constitucionales sean suficientes para ejecutar oportunas políticas de Estado y no existan pretensiones de perdurar en el mando. Eso trae el riesgo que hemos observado, de que un Ejecutivo absolutamente dominante no respete la independencia de poderes y que, por ejemplo, la justicia le esté sometida, prolifere la corrupción y no se sancione la ineficiencia en el manejo de la cosa pública.

Es muy importante que la victoria del No haya sido producto de un movimiento popular –en especial de jóvenes apartidistas– donde los líderes opositores jugaron un rol discreto para no desvirtuar la consulta, que era únicamente para la modificación de un artículo de la Constitución. Sin embargo, el Gobierno, al haber puesto en primera línea al presidente, produjo una suerte de plebiscito sobre la gestión de Evo Morales, que resultó abiertamente menoscabada. El referéndum se muestra como un alivio para el país y un llamado al Gobierno para que se dedique a trabajar responsablemente en los cuatro años que le restan.

domingo, 21 de febrero de 2016

Antonio Dubravcic desde Sucre comenta la reacción de Evo Morales que desairó a los empresarios sucrenses, una vez más e hizo abandono de la mesa en que se servían un almuerzo. El Dr. Dubravcic es generoso que no reproduce la "choluna verborrea de Morales" que le reprochó a Sucre todo su resentimiento y su enojo desde la pasada Asamblea Constituyente y el episodio de La Calancha. rencor, revancha, odio racista el de Morales ante una serena conducta de los empresarios que lejos del elogio o el aplauso, reclamaron del Jefe de Estado sus necesidades.

La empresa privada chuquisaqueña ha sido víctima de un desaire por el presidente Evo Morales, momentos que reflejan una clara y delicada crisis moral, frente a revelaciones que empañan su carrera política. No podía ser más inoportuna la convocatoria, sino obedecía a compromisos electoreros velados. Quienes propiciaron esa atención, olvidaron que actualmente se confunde la función de Primer Servidor Público con la de mandón del pueblo.

Esto nace de la confusión actual, de creer que el voto da derechos para someter a dependencia o vasallaje a la ciudadanía, al Soberano.

El Licenciado Gastón Solares, invitado para hablar sobre las duras realidades de Sucre y Chuquisaca, con respeto, franqueza y conocimiento, detalló los agudos problemas de la ciudad y el Departamento, se refirió a las verdades que vemos a diario, y sobre las que semanalmente nos muestra con preocupación, acierto y altura en sus columnas de prensa; un Presidente soberbio, que seguramente esperaba una proclamación más, “salió de sus casillas” y abandonó el lugar…

¿Qué sabor deja este acto deplorable?... Un olímpico desprecio a la Capital, sus instituciones y su único interés por los votos en el referendo; y al percibir nuestra pobreza y necesidades, nos lanzó una oferta millonaria en inversión con tintes proselitistas. Corresponde decirle en respuesta, gracias Sr. Presidente, pero ¡Sucre no se vende!... 

No podemos negar la mala voluntad y el celo que siempre ha mostrado el país con Sucre –su capital– por su pasado rosquero y clasista, por su rango y abolengo nacidos en los primeros tiempos de la colonia y la república; pero propalar “racismo” en el presente, cuando quienes lucen plata y corbata son los burgueses cholos, es decir una nueva ciudadanía que responde a los nuevos tiempos políticos, refleja desinformación.

Creen que la democracia plurinacional, que basa su fuerza en el número o la mayoría, les da derecho de constituirse en caciques que disponen de la vida y hacienda del pueblo… Que disponen con libertad de los poderes públicos, del territorio, la población y todas las ventajas del poder sin control… Finalmente no conformes con diez años de populismo –coincidente con un ciclo de vacas gordas– han ido tan lejos que ahora, permitir alternabilidad democrática constituye un evidente riesgo. Últimamente empiezan a revelarse irregularidades fiscales y emergen daño económico, enriquecimiento ilícito, malversación, tráfico de influencias, etc. 

Son fruto de la mala aplicación de procedimientos de control fiscal e institucionalidad, que anteriores gobiernos cimentaron para cerrar “trampas” que tarde o temprano revelan irregularidades y responsabilidades (¿?)

viernes, 19 de febrero de 2016

crónica bastante completa de OPINION sobre la masacre municipal. pésima actuación de José Pena, le cuesta el cargo, que Evo nombró nuevo Comandante. hubo politización, resquemor policial que dejó sin protección a funcionarios que perdieron la vida, casi 30 otros están heridos. lección muy dura para los uniformados, se repite lo de Chaparina.

A las 09.15 del último miércoles, padres de familia, estudiantes, dirigentes de algunas organizaciones sociales de la Central Obrera Regional y de la Federación de Gremiales llegaron a la puerta de la Alcaldía de El Alto. Gritaban por obras para las unidades educativas. Un grupo comenzó a arrojar piedras contra el inmueble. Eran jóvenes armados con palos que al final lograron ingresar al lugar a las 10.45 mientras eran aplaudidos por los manifestantes padres de familia. Del otro lado, los funcionarios ediles se protegieron colocando muebles para evitar que los agresores ingresaran. El primer sitio en ser atacado fue la oficina Sumariante, de donde sacaron documentos, computadoras y muebles. Luego llegaron a la Unidad del Programa Escuelas Dignas. En ambos ambientes y en la puerta principal prendieron fogatas con los materiales que fueron saqueados, las que terminaron ocasionando grandes cantidades de humo que asfixiaron a seis funcionarios ediles en el baño del primer piso, donde no contaban con la ventilación suficiente para mantenerse escondidos por mucho tiempo.

A pesar de tener una unidad a cuadra y media, la Policía tardó en llegar. Hay quienes hablan de mediodía. Se supo por la alcaldesa Soledad Chapetón que en el inmueble se encontraban documentos que comprometen a exautoridades vinculadas al MAS.

Está claro que varias personas tendrán que responder ante la justicia por sus actos ese día, empezando por el coronel José Peña, pasando por jefes de los funcionarios ediles como el director de Talento Humano, Marcelo Plata, terminando en los jóvenes que incendiaron objetos en la puerta del inmueble, entre otros. 

El coronel José Peña, comandante de la Policía de El Alto, indicó a los medios que no le pareció “correcto” hacer uso de agentes químicos “en estas circunstancias, cuando hay conflictos de toda naturaleza y especialmente que puede crear algún tipo de conflicto político”. 

Semejante respuesta, más propia de un político que de un jefe policial, demuestra que no solo hay politización en filas policiales, sino que los jefes de los uniformados han perdido el rumbo del trabajo que debieran cumplir en la sociedad, porque están más pendientes de aquello que pueda afectar o no políticamente al Gobierno de turno. 

A pesar de que se espera que en la investigación no primen intereses políticos ni se contaminen las pruebas, las primeras declaraciones del viceministro de Régimen Interior, Marcelo Elío, muestran que no será así porque de entrada ya dijo que se trató de un “autoatentado”, mientras el ministro de Gobierno, Carlos Romero, aseguró que la Policía actuó oportunamente para evitar "una tragedia mayor”. Ambas declaraciones son una señal de que la indagación está arrancando mal. 

Resulta preocupante que la Policía se dedique a actuar al calor de tendencias políticas que claramente son contrarias en El Alto a la gestión de la actual Alcaldesa y no vele, más bien, por la seguridad de las y los ciudadanos de esa urbe. En esto, el Gobierno, mediante su respectivo Ministerio de Gobierno, tiene cuota de culpa por cuanto quien se ha dedicado a politizar las filas de la institución del orden son las autoridades que utilizan desde hace tiempo a los policías a su gusto y esto ya fue visto en la ciudad de La Paz, donde ante manifestaciones contrarias al actual Alcalde los uniformados suelen brillar por su ausencia.

Los políticos no pueden seguir jugando con la seguridad de la gente mediante su gestión sobre la Policía. Esta no es un bastión de ningún partido y no ha sido creada para dar seguridad únicamente a autoridades en desmedro de la población como ocurrió el miércoles en que un grupo importante de uniformados se encontraba en un acto proselitista del Presidente.

miércoles, 17 de febrero de 2016

que los observadores internacionales "dejen la molicie de los hoteles de lujo" y trabajen. acudan a los sitios apartados donde votarán los bolivianos, para detectar, impedir y en su caso denunciar atropellos contra el derecho de votar. El Deber, SC

El Tribunal Supremo Electoral de Bolivia (TSE) ha invitado para que sigan el desarrollo del referéndum del 21 de febrero a la Organización de Estados Americanos (OEA), Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac). Se espera también la presencia de otros entes y personalidades internacionales. 

El propio partido oficialista, el MAS, intenta alterar la Constitución Política del Estado que impuso (y refrendó luego con el voto popular) solo a los fines de la permanencia en el poder de Evo Morales luego de cumplir su tercer mandato en 2020. Por ahora las encuestas marcan un final incierto. Ello es notable si tomamos en cuenta que la administración maneja caprichosamente fondos públicos y medios al amparo de la falta de firmeza del TSE para imponer sanciones. Que el No lleve algo de ventaja reviste relevancia, dado que no hay una oposición única ni hubo tampoco una campaña única, al contrario del “caballo del corregidor”, corcel electoral que ha contado con todas las prebendas y medios posibles que tiene en abundancia a través de las arcas estatales.

Viene ahora el rol de los observadores extranjeros, personajes que muchas veces llegan acá solo para pasear, se alojan en hoteles cinco estrellas, creen que con hacer un breve recorrido el día de los comicios y un no menos breve informe final han ‘cumplido’ y cobran sus buenos viáticos. Eso no queremos ahora, pues se juega el futuro del país. Deseamos que esta vez los invitados sean verdaderos observadores, no meros espectadores, como ha venido sucediendo en el pasado. Queremos, además, saber si permanecerán en áreas urbanas o si se tomarán el esfuerzo de recorrer territorios rurales, sobre todo en aquellos lugares donde es más posible el surgimiento de irregularidades. Habrá que ver finalmente si estos observadores recalan en Chapare, zona declarada ‘exclusiva’ del Gobierno, ya que el jefe del Estado es a su vez presidente de las cinco federaciones productoras de hojas de coca del trópico cochabambino. 

Chapare es parte integral del territorio nacional, no es feudo de nadie en particular. Los observadores tienen la obligación de ir tanto allí como a otras zonas alejadas para constatar que el proceso marche bien. Es agradable quedarse en las ciudades, pero esta vez urge que vayan al campo y con su presencia eviten potenciales maniobras de ‘voto dirigido’. Cada voto importa en un referéndum de esta naturaleza. Los observadores extranjeros esta vez tendrán que dejar de lado su molicie burguesa y trabajar en serio. Así lo esperamos

jueves, 11 de febrero de 2016

Raúl Penaranda habla de una "entrevista pactada" (?) de E.M.A. cuando refirió que había perdido contacto con Gabriela Zapata después de haber reconocido que convivió dos o tres años y que tuvieron un hijo...y el desmentido después de publicarse las fotos "ah! es que no la reconocí, había sido la Gabriela"

“Le vi cara conocida”, dijo el presidente Evo Morales durante una entrevista pactada con medios estatales en referencia a Gabriela Zapata, la que fue madre de su hijo, que falleció siendo bebé. La respuesta del Presidente intentaba aclarar una respuesta errónea que dio el sábado, cuando dijo que había perdido “todo contacto” con Zapata durante los últimos nueve años.
Tras publicarse la fotografía en la que se ve a Morales abrazando a Zapata en el Carnaval de 2015, y que desmintió la versión del Primer Mandatario, tuvo que salir a dar una nueva versión. La segunda es, quizás, peor que la primera. Si fuera cierto que no la reconoció de inmediato y que le vio “cara conocida”, implicaría que Morales es un hombre insensible y distante, diferente al que nos presenta la propaganda oficial. Si no reconoce a la mujer con la que se involucró cuando ella tenía 19 años y él 46, y tuvieron un hijo juntos, con el aditamento de que experimentaron la tragedia que implica la muerte de un hijo, entonces el Presidente es un ser inconmovible.
El problema, decimos, se originó en la primera declaración poco apropiada al respecto, esa que dijo que perdió contacto con Zapata (en realidad dijo que él “cortó” la relación). Fue poco apropiada y disfrazada. Si hubiera admitido que mantuvo “contacto esporádico” con ella, no hubiera habido mayor problema. Por eso dice el refrán que “las mentiras tienen patas cortas”.
Yo califiqué en un tuit, esta semana, como la “mayor primicia de la década” la difusión, por parte de Carlos Valverde, de todo este entuerto. Es que es verdad. Nos enteramos, primero, que el Presidente tuvo un hijo, que falleció, con una joven mujer que podría ser su hija. Segundo, que esa expareja es representante de una empresa china que gana millones de dólares en contratos estatales (y que vence amparos judiciales para no pagar las boletas de garantía de las obras que realiza deficientemente). Tercero, que la manera cómo su expareja se relacionó con esa empresa es, por lo menos, irregular, ya que es inusual darle a una persona sin experiencia (tenía 26 años cuando la contrataron) un cargo de tanta sensibilidad. Cuarto, que es dudosa la manera como esa compañía asiática ha ganado tantos contratos con el Estado, en tan diversos campos (importación de taladros para YPFB, instalación de ingenio azucarero, construcción de represa en Cochabamba, realización de ferrocarril y explotación de sales de potasio). Quinto, que esa empresa china contrató como abogado a un exfiscal, Fernando Cortez, acusado por la Policía de dos delitos de tránsito: haber atropellado a un joven de 18 años y haber chocado contra una casa, ambas veces en estado de ebriedad. Éste dijo, sin pensarlo mucho parece, que Zapata tenía “nueve años de experiencia” y que por eso CAMC la contrató. ¡Por favor!
Luego supimos más: la expareja de Morales vive en una mansión de la zona sur de La Paz, que le perteneció nada menos que a un dirigente opositor que murió en la cárcel por las acusaciones esgrimidas por el propio gobierno, como fue Guillermo Fortún. La versión oficial señala que Zapata pagó 100.000 dólares por un anticrético, una cifra alta para una persona que inicia su carrera profesional. La otra (no confirmada) asegura que la casa fue vendida en un millón de dólares.
Pero todo este entramado nos ha dado de bruces también con el machismo de la sociedad boliviana. ¿Cuál hubiera sido la reacción general si una mujer fuera Presidenta del país? ¿Y que hubiera tenido varios hijos con diferentes parejas? ¿Y que hubiera tenido que ser forzada por un juez a reconocer a los dos mayores? ¿Y que no hubiera informado que uno de sus hijos murió siendo bebé? ¿Y que se hubiera relacionado con uno de sus exnovios cuando lo doblaba en edad? ¿Y que saludó a uno de ellos porque le vio “cara conocida”?
El autor es periodista.

miércoles, 3 de febrero de 2016

alarmada Karen Arauz por la arenga, o si se quiere instrucción de García Linera a los alumnos de un colegio "que tomen cartuchos de dinamita contra el NO", es que olvida, como lo hizo 20 anos atrás, actuar de terrorista contra el Régimen establecido? qué dicen las FFAA, están de acuerdo con este toque criminal de subversión terrorista?


MÁS CERTEZAS QUE DUDAS

El dirigente indígena Lázaro Tacoo, es un ejemplo más de lo que en estos tiempos significa ser un  ciudadano del país, en el bando contrario al del gobierno. Y eso, es vivir a orillas de un pantano infestado de cocodrilos. Al mínimo movimiento calificado de provocación, se activan los instintos y los reptiles se abalanzan sobre su presa, con la seguridad que les brinda su casi absoluta dominación de todos los poderes del Estado.
Tacoo fue citado a prestar declaración informativa sobre el Fondo Indígena (que parece ser el Waterloo para Morales y García)  en Santa Cruz, y el fiscal,  le confiscó sin ningún tipo de asidero legal, su teléfono móvil. Semanas después, no halla el modo de recuperarlo. Eso, aquí, y en la quebrada del ají, se llama robo y abuso. Cínica e impunemente.
Este uso de poder desmesurado e intimidante, ha distorsionado  la verdad a ambos lados del escenario. Por un lado,  -pese a que se desvanece aceleradamente-, persiste cierto temor a los alcances del poder y lo intocable que aparenta ser la hermandad oficialista.  Por el otro lado, una década de permanencia en el gobierno, ha creado la ilusión óptica que esa su realidad es permanente y es por esa visión sesgada de la verdad, que sujetos como el fiscal de marras, creen estar más allá del bien y del mal, contribuyendo al establecimiento de un mito: la indestructibilidad de Morales y su gente.  
Es por eso, que un segmento de la población, sin tener dependencia directa de los favores ni las prebendas estatales, no se sienten capaces de reflexionar si deberían darle al MAS la oportunidad de permanecer por cinco, diez, quince años o más , fagocitándose una generación entera postergando ideales de libertad y democracia. Los sujetos que se habitúan a las mieles del poder, se habitúan también a repeler cualquier brote de pensamiento independiente, lo que provoca ineludiblemente, el crecimiento de una línea autoritaria de la que es muy difícil luego desprenderse.
La verborragia del binomio aspirante, ya demuestra ser caldo de cultivo para el pensamiento único, vertical y absolutista.  Si el vice presidente, sin ningún miramiento,  osa decir a los niños, indígenas, que si algún día vuelven los otros, se "pongan" sus dinamitas para repelerlos, este referendo va más allá del atropello a la Constitución.  Su nostalgia encuentra en el fundamentalismo musulmán, una fuente de nueva inspiración imaginando en su mente febril, un idílico cuadro de niños volando por los aires abrazados a cualquiera que vote por el NO.
Porque la polarización y la grosera capacidad de ahondar las diferencias sin medir que hay un después del 21 de febrero, hace que ésta sea una gran razón -per se- para cortar por lo sano y cerrarle el paso a cualquier prorroguista, impulsores de enfrentamientos dogmáticos como mecanismo de perpetuación.
Las mentes cuestionables que rodean al binomio, posiblemente hacen un elemental "brain-storm" o intercambio de ideas con el objeto de sopesar de acuerdo a los rebotes, cómo va el rumbo de la millonaria e indigesta campaña. Es obvio que es un ejercicio inútil a juzgar por la probada incapacidad de rectificar ni un centímetro. Diez años haciendo y sobre todo deshaciendo a su antojo, tiene que haber producido cambios profundos en su procesos mentales, porque es muy claro que hay cosas que dicen y hacen con una frialdad  que ni los propios enemigos se animarían a sugerir.
La ofensiva mediática del oficialismo, es espantosa. Ahora y por necesidad de urgencia, hasta el mismo presidente anda de tour por todos los canales de TV. Pero el discurso repetitivo, inconsistente y dañino, está a cargo sobre todo del vice presidente y ese círculo perverso que ha armado a su alrededor entre otros con Montaño, Quintana, Moldiz y un par más de la misma índole. Sin embargo, frecuentemente, se topan con interlocutores que los ponen en evidencia públicamente y para más de uno, su impostura ya es insostenible.
A estas alturas, es muy difícil enumerar los múltiples argumentos por las que es imperativo cerrar la posibilidad que se abra el candado de la Constitución. Además, lo que mejor define el por qué del rechazo ciudadano y la opción del NO, que está avanzando en voz baja pero inexorable,  es:  falta de credibilidad. Este es un gobierno que ha construido su poder como una torta de milhojas. Capa tras capa de inexactitudes, de amenazas y amedrentamiento, de verdades a medias, de afirmaciones falaces y francas mentiras. Acusaciones jamás probadas y algunas que son verdaderas canalladas. No hay una razón lógica para suponer que luego de una década de ese comportamiento desmesurado y soberbio, las cosas vayan a cambiar. Pero sobre todo, no se debe permitir que se modifique de modo utilitario la CPE cada vez que alguien necesite acomodarla a sus apetencias.
Es razonable tener dudas. Son muchos los que le creen a ese Evo Morales, también en campaña en 2013, que prendió la alarma y taladró la conciencia democrática colectiva ... "no hemos llegado al Palacio ni de inquilino, ni estamos de paso...hemos llegado a Palacio de por vida". (Sic)

Karen Arauz