“Somos rebeldes porque nos hemos forjado en la adversidad”: Adrián Oliva, gobernador de Tarija


ADRIAN OLIVA
Oliva: “Somos rebeldes porque nos hemos forjado en la adversidad”
Tarija alcanza su cifra mágica. 200 años de independencia desde que se librara la Batalla de La Tablada, una escaramuza que definió el futuro en el centro oeste del continente americano.

Su posición estratégica, su papel en la guerra de la independencia, la presencia militar, la pérdida de influencia comercial con el desplazamiento de la capitalía a La Paz, el abandono sistemático antes y después de la Guerra del Chaco y el cercenamiento de su territorio en paralelo a la explotación hidrocarburifera forman parte de la conversación con el Gobernador Adrián Oliva, quien ejerce la responsabilidades de gobernar en este Bicentenario que llega cargado de luces y sombras, pero, dice, con la esperanza de un futuro mejor “porque este país ha cambiado”.

El País Expansión Nacional (EPEN) Desde su posición de Gobernador ¿Qué significa este Bicentenario para el departamento de Tarija?
Adrián Oliva (AO).- Este 15 de abril no solo nos recuerda un hecho fundamental como fue la Batalla de La Tabada, que fue constitutivo de Tarija, sino también 200 años de luchas y desafíos que nos han tocado enfrentar. Este Bicentenario nos encuentra en la perspectiva de no solo mirar el pasado sino proyectar el futuro, tomarlo en perspectiva para repensar hacia donde proyectamos el departamento.

EPEN.- Que es lo que usted considera más relevante en la historia de Tarija
AO.- La historia es muy interesante, gran parte de la historia de Tarija ha sido ignorada por la historia oficial de Bolivia. Tarija es un departamento postergado, muy lejos de los centros de poder y lo que ha pasado siempre se ha infravalorado. Es una región donde se desarrolla gran parte de la guerra de la independencia como Chichas o la propia Salta. Hay ciudades donde se declaraba la guerra y ciudades donde se disputaba la guerra y Tarija tiene un valor incalculable en la gesta.

Tarija es además una región que juega un rol fundamental y decide después ser parte de la nueva Bolivia, una decisión que muchas veces ha sido soslayada, Tarija se constituye con más de 300.000 kilómetros cuadrados y pierde gran parte de su territorio en ocasiones por guerras, como la Guerra del Chaco, y otras por negociaciones entre gobernantes, entre Estados como las que se dan con la República Argentina, y también en el interior del país como compensación a otros departamentos por disputas internas, como una parte muy importante del Chaco que se va a Chuquisaca después de la Guerra Civil de 1898 – 1899, que desplaza la capital de la sede de Gobierno a La Paz.

Tarija además alimenta a las minas con energía, gran parte de nuestros bosques han sido deforestados para ello, y también con agricultura, que aporta mucho al país. Pero durante toda su historia ha estado aislada, lejos del poder, de las decisiones, por lo que tuvo muchas dificultades a la hora de concebir su desarrollo. En Tarija ha habido muchísima pobreza, las condiciones materiales y económicas eran muy malas y aunque en los últimos 20 o 30 años con el auge del gas se ha podido de alguna forma revertir, muchos indicadores eran extremos. Tarija es un departamento que desde 1824 aporta con sus recursos forestales, agrícolas y con petróleo. Todo el esfuerzo histórico no ha sido debidamente compensado y además en los últimos años se ha constituido en el motor de la economía por los recursos del gas.
EPEN.- ¿Que hitos considera fundamentales para forjar el carácter de los tarijeños?

AO.- En el siglo XIX la guerra de la Independencia nos ha formado, siempre ha tenido una influencia militar muy grande, en la guerra y después de la guerra, con esa fuerza militar logra repeler la invasión de ejércitos argentinos y logra batallas muy importantes como las de Iruya y Montenegro que pasan desapercibidas en la historia oficial de este país; la única batalla que Bolivia gana en la Guerra del Pacífico en Canchas Blancas estaba dirigida por un tarijeño con hombres tarijeños y tiene un importancia muy relevante en términos militares.

En el siglo XX la Guerra del Chaco es esencial para entender a Tarija, la pérdida del territorio, el cercenamiento sistemático de nuestro territorio departamental y el aislamiento son fundamentales para entender a Tarija. Después de la Guerra del Pacífico Tarija queda aislada de las rutas comerciales que se desplazan hacia Arica, hacia el norte, sacrificando el sur del país. No solo hay un problema político que viene del siglo XIX, también un problema económico que desplaza el eje comercial del sur del país al norte del país.

EPEN.- En la misma línea ¿qué errores considera que se han cometido?
AO.- Es difícil juzgar el rol de los liderazgos locales… Hoy nos encontramos en una situación económica diferente, porque hoy, con todos sus problemas, es el departamento que tiene mejores índices de desarrollo humano, ha superado la pobreza extrema, ha logrado satisfacer las necesidades básicas de la población y no es fácil juzgar por detrás, pero yo diría que el error más grave ha sido el distanciamiento con la región del Chaco, que ha sido la provincia castigada, uno de los pasivos más grandes que tenemos.

El otro que me parece importante, el departamento y la dinámica económica siempre ha estado supeditada a factores externos, y las crisis externas son las que nos han afectado. Eso es lo fundamental, de fuera hacia adentro hay mucho por cobrar aquí en el país, hay muchas deudas con Tarija y muy grandes por lo que ha significado y como se ha concebido.

EPEN.- ¿Qué se puede hacer para remediar esa herida Valle – Chaco?
AO.- En esto se debería hacer mucho, pero creo que hay que predicar con el ejemplo. En el caso del gobernador se intentó ser gobernador de todo el departamento, pensar en la diversidad no como un problema sino como una oportunidad. Entender la necesidad y avanzar.

En la medida en que nos integremos y nos acerquemos mucho más vamos a ir superando esas diferencias. El Chaco tiene un impulso muy importante por el impulso de las regalías petroleras, pero hay que ir más allá. Hay que pensar el futuro más allá del gas. El Chaco no va a tener resuelto el futuro sino que va a tener más problemas. Tenemos que superar los problemas y encontrar un destino común y va a darse en el momento en que tengamos una fórmula en que se genere una economía más allá del gas.
EPEN.- La adhesión a Bolivia 200 años después ¿considera que ha sido positiva?
AO.- Fue una decisión que en ese momento se explicaba muy bien por el poder, por la influencia que tenían Chuquisaca y Potosí en la región, por la importancia que tenía la actividad minera para regiones como Tarija y que tributaban a la misma.

La cuestión de Tarija recién se resuelve en el año 1910 y yo diría que el departamento en su momento fue maltratado por los gobiernos de turno porque muchos veían una amenaza, una región que en algún momento quedó aislada y a la que no se tributaba, no se apoyaba, y eso ha hecho que para Tarija concebirse y reclamarse autónoma sea muy fácil. Este ha sido un departamento en el que la presencia del Estado ha sido nula, hasta hace 30 años atrás tenía problemas básicos que no se habían enfrentado.

Fue una decisión muy importante que en su momento tenía una explicación y que después no fue acompañada por los Gobiernos de turno y no fue retribuido. Por eso nuestro carácter es rebelde y tiene una manera muy particular de ver las cosas, porque nos hemos forjado en la adversidad, siempre gestionando y buscando soluciones a los problemas y nos hemos forjado solos.

EPEN.- Vemos el pedido de autogestión al principio y al final de los 200 años. ¿Faltó continuidad a la petición?

AO.- Yo creo que sí, este es un departamento que durante gran parte de su historia ha tenido problemas muy grandes, había pobreza y pobreza extrema, la propia clase dirigente era muy pobre. Había un alto grado de igualdad porque la igualdad se construía desde la pobreza, todo el mundo era igualmente pobre, los que evocan todo el periodo de inicio del siglo XX y hablan de que Tarija había una ciudad sin distinciones de clase, porque entre esos dos momentos hay un periodo muy grande en el que las limitaciones y las carencias de quienes vivían en este departamento afectaban, a las decisiones políticas, a la propia gestión del departamento, es algo muy presente ese vacío.

EPEN.- La relación con cualquier gobierno ha sido histórica y esencialmente mala… ¿Qué se ha aprendido?

AO.– Hay avances importantes en estos últimos años en la reforma del Estado. Se ha logrado declarar la Autonomía aunque no se ha podido ejercer plenamente, no hemos logrado avanzar en el proceso real de descentralización que permita gestionar de otra manera. A veces parece que hemos regresado a la etapa anterior con más limitaciones y problemas, pero siento que el camino hacia la autonomía es inexorable.
El pacto fiscal es cuestión de tiempo. Probablemente el Gobierno no acepte, pero esto se va a dar con este gobierno o con el que venga. Yo siento que hay un mundo de oportunidades hacia adelante porque este es un país que ha cambiado, se va a profundizar en los próximos años a pesar de toda la resistencia de intentar aferrarse al control y ahogar a los gobiernos departamentales o afectarlos desde el punto de vista económico, que es el que más duele.