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domingo, 1 de abril de 2007

Examen de Conciencia y dolor de corazón

Primera Plana pone ante sus ojos, la noticia, el acontecimiento mayor de cada día ocurrido en Bolivia. Por las características del blog, este acontecimiento va resumido con un punto de vista periodístico.
Cuando un cristiano aprende el catecismo y estudia los sacramentos y llega al de la Confesión encuentra que para obtener el perdón de los pecados, se requiere un examen de conciencia, cuando se tienen identificados los pecados vendrá el arrepentimiento también conocido como dolor de corazón. Ni uno ni otro sin embargo bastan para obtener el perdón o la remisión de la culpa, hace falta el propósito de enmienda y la reparación. Si pudiéramos aplicar este proceso en la Administración del Estado, tendríamos que el Gobierno está reunido hoy a orillas del Titicaca, para realizar un examen de conciencia, un exhaustivo análisis del primer año de gestión. Esto nos recuerda la famosa encerrona del mismo grupo y otros dirigentes del MAS, para "una sesión de autocrítica", que fue en realidad una demanda de pegas en el gobierno.
En su momento, el MNR y el MIR realizaron acciones similares, que se ha vuelto ya tradicional. Al cabo de cierto tiempo de ejercicio del poder, la militancia insatisfecha y descontenta se enfrenta a la otra militancia convertida en burocrática de "satisfechos e insensibles", como Juan Lechín la calificó en algún momento. Y realizan tímidas acciones al principio, más abiertas en una segunda etapa y de franca oposición en la tercera. Ya veremos la llegada de esta visión.
Hoy el Gobierno en algunas horas de encerrona verá que se han cometido muchos errores,que la Administración no funciona al punto que gran parte del ahorro en el presupuesto tiene explicación en la inoperancia del Estado. No hubo ni hay capacidad de gasto, o sea ante la carencia de proyectos y la incapacidad de generarlos, los recursos están ahí.
En el examen volverá el tema de la corrupción a todo nivel y es posible que nos anuncien sendas medidas para limpiar la imagen de incorruptible que desea conservar el régimen (esfuerzo malogrado hasta hoy) y nuevas cabezas rodarán, aunque estarán lejos de ser la de los verdaderos culpables. Los chivos expiatorios serán otra vez militantes de segunda, por lo demás la encerrona del Titicaca no será sino otro saludo a la bandera.