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martes, 16 de octubre de 2007

Ted Córdova escribe: Evo y su Ego. Muy interesante

Como presidente indio, Evo Morales es uno de los casos políticos más interesantes de la reciente historia latinoamericana, pero, como político, está haciendo todo lo posible para que, en una nación revoltosa como Bolivia, ya sean muchos los que se sienten provocados y estén buscando la manera de cortarle el mandato, o para que intenten sacarlo del palacio Quemado de La Paz, como tantas veces se ha visto en el pasado.

No era nada novedoso que, desde su parapeto en Internet, el sociólogo alemán Heinz Dieterich -inventor del marbete “socialismo del siglo 21”-, disparara otro rumor de grueso calibre: El 11 de octubre habrá un golpe cívico-militar para derrocar a Evo. La alarma, en realidad, cortina de humo denso, para proteger al mandatario boliviano, concidía con traviesas declaraciones y actitudes de Evo Morales que tenían, como la pólvora, olor a provocaciones:

En su discurso en la Asamblea de la ONU, pidió que la organización sea trasladada a otro país, porque el gobierno de EEUU. Ponía muchas trabas a los delegados de los países miembros que no son de la simpatía del actual inquino de la Casa Blanca. Antes de su periplo a Nueva York, en La Paz, se jactó de que no leía libros -pretendiendo ofender a la intelectualidad boliviana-en tiempo de una feria del libro y dijo que aprendía más por lo que escuchaba, cuando todos saben que tiene pegado a una oreja al cuestionado presidente venezolano Hugo Chávez, muy criticado por medios bolivianos. Y en la otra a su propio vice, el intelectual García Linera, que además de maquiavélico y mentor ideológico, representa el poder gay, incrustado en la esfera del poder actual en Bolivia.

Ya hace un ańo que escribí que el primer presidente indígena de una república suramericana, elegido por voto popular, en menos de seis meses de gobierno , se había hecho coronar en ceremonias pintorescas alusivas a un pasado todavía nebuloso, había declarado monumento nacional a la humilde casa de adobe donde nació y mandó a emitir estampillas postales con su retrato. También se le atribuye el proyecto de cambiar la bandera y el nombre de la república de Bolivia.

El rechazo de la opinión pública lo ha frenado, por ahora.

.Y, sin embargo, en Bolivia nadie dijo nada, hasta ahora. Sólo el escritor de los llanos orientales del país, Ruber Carvalho, circuló en Internet una carta dirigida a Evo Morales, el pintoresco presidente boliviano, quien, bien vistas las cosas, con alguna objetiva generosidad, no lo está haciendo mal. La economía se esta reactivando y se mantienen expectativas por la exportación de gas y minerales, y productos agropecuarios como la soya.

Por otro lado, Morales es un rosario de contradicciones: Ataca al imperialismo norteamericano, pero le pide que abra sus puertas a los productos bolivianos; rechaza la globalidad, pero poco a poco esta insertando a Bolivia en el esquema global actual; amenaza con suspender la educación religiosa, enfrentándose a la Iglesia católica, pero él mismo es un fiel practicante de la versión del sincretismo boliviano, que mezcla plegaria y devoción con alcoholismo y baile. (Antes de cocalero, Morales fue músico en una banda de la famosa 'Diablada” del carnaval de Oruro).

En ninguna otra región, como la pre republicana Bolivia fue mas real la terrible “leyenda negra “de la conquista espańola en nombre de Dios, esclavizando y masacrando a los indios. Por ello, es muy interesante históricamente que sea en ese país donde hoy exista un presidente indígena.

En articulo en mi web de Internet, www.tedcor.com (una versión publicó la voluminosa y muy seria revista espańola Contrapunto (no.2, Sep.2005), expliqué por que Morales era el 'Maverick”-el múltiple matrero-, de la política latinoamericana. Y lo es. Por ello, provocó desconcierto, en la propia Bolivia y en la escena de la política internacional.

Desde su humilde posición de dirigente sindical de los campesinos cocaleros, promovió un movimiento de protesta social que terminó por derrocar al entonces presidente constitucional Gonzalo Sánchez, cuya arrogancia y nepotismo corrupto produjo una grave crisis social.

Prácticamente todo Bolivia vio con simpatía, como el indígena Morales llegaba a la presidencia con abrumadora votación entre fines del 05 y comienzo del 06.

Pero hoy ya existen dudas. Es que, como en los movimientos políticos que se apoyan en religiones, en el asunto del poder indígena también existen verdades a medias, mitos y prejuicios, que, si se toman al pie de la letra, como reglas indiscutibles, caen en la tentación totalitaria.

El fundamentalismo es un término genérico que se aplica a las actitudes intransigentes, oscurantistas o retrogradas y proviene de la turbulenta historia de los movimientos protestantes de Estados Unidos que se apoyaban al pie de la letra en la Biblia.

Luchas de dirigentes indígenas hubo siempre en la historia de las Américas. Fuera de los ya clásicos Tupac Amaru y Tupac Katari, grandes indígenas rebeldes martirizados, en la historia del continente americano se reconocen figuras que van desde el extremo norte al extremo sur, como el sabio gran jefe “pielroja” Seattle, en EUA, o los indomables caciques mapuches como Caupolicán en Chile.

Después de dos siglos como república, Bolivia ha desarrollado, como otras naciones de América, una sociedad multirracial y policultural.

El fundamentalismo indígena plantea que los “karas” o blancos y mestizos, están demás, lo cual es absolutamente irreal. Según las estadísticas demográficas actuales, los llamados “originarios” son solo un 30% de la población actual. Las ideas de 'pureza o limpieza étnica “de los fundamentalistas indígenas, están absolutamente fuera de la realidad. El propio “cholo” Evo Morales, que por demagogia desató toda esta confusión, es un mestizo. Su propio apellido es de origen ibérico y el ni siquiera es el primer Morales que ocupa el atávico sillón presidencial del palacio Quemado de La Paz.

Casi junto con lo rumores de golpe, Evo se sintió tan fuerte como para rendir honores públicos al Che Guevara y, siendo capitán general de las FFAA bolivianas, decidió no estar presente en la ceremonia militar recordando a los caídos en la lucha contra el Che, lo cual, para un ejército que no puede vanagloriarse de muchas batallas victoriosas, esta ausencia presidencial era realmente desafiante.

El Ejército boliviano en 1967 derrotó a la aislada o abandonada guerrilla cubana Y eso ya es Historia, que ningún presidente boliviano puede ignorar o despreciar, si está bien sentado en el fatídico sillón del palacio Quemado. El golpe, según DieterIch, iba a estallar el 11 de octubre.

Pero Evo, indio cazurro, tenia previsto un congreso de líderes indígenas de varios países para ese mismo día. Además, se esperaba, la madrugada del 12 de octubre, cuando la Academia Sueca anunciaría el premio Nóbel de la paz, que todo el aparato mediático que difunde el culto a la personalidad de Evo, sostenía que el ganador sería... Evo.

Llego el 12 de octubre, el Nóbel de la paz fue para Al Gore.Y además, en todo el mundo iberoamericano, se recordó el día de la raza latinoamericana, el gran mestizaje del mundo global.

tedcordova@hotmail.com