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jueves, 27 de diciembre de 2007

El engaño de la NCPE está siendo develado

Mauricio Aira

Diversos jurisconsultos han venido ocupándose del intento de Evo Morales de imponer una Constitución que “es realmante una extraña colección de auténticos disparates jurídicos”, y la imposición está conduciendo a las puertas mismas del precipicio que deriva en la violencia. EM hizo aprobar sin contar con los dos tercios que exige la CPE actualmente vigente un nuevo proyecto, sesionando en el interior de un cuartel en las afueras de la Capital, sin la presencia de constituyentes no masistas y provocando varias muertes como ahora mismo podemos comprobar en videos y fotografías que circulan por todo el mundo. (You-tube)

Lo insólito es que nadie conocía el texto que EM trataba de imponer de pronto, entre gallos y medianoche apareció para ser aprobado a toda velocidad por los representantes del partido de gobierno, constituído por cocaleros y vendedores ambulantes. Alguno de los tratadistas sugiere que el episodio sea incluído en el Libro Guiness de los casos raros como “la experiencia constitucional más vergonzosa de la historia”.

La consecuencia del ajetreo es que los departamentos que más aportan y más producen soportan una innegable presión política que puede llegar a la confrontación física entre bolivianos tradicionalmente hermanos en una convivencia multiétnica, en paz y armonía más allá de sus múltiples nacionalidades, como sucede en otros lugares. A título de ejemplo veamos algunas muestras de los contenidos: Según el Art. Io. “Bolivia se constituye en un Estado unitario, social de derecho plurinacional comunitario libre, autonómico y descentralizado, independiente, soberano, democrático e intercultural. Se funda en la pluralidad y en el pluralismo político, económico, jurídico cultural y linguístico dentro del proceso de integración del país”. Al concepto aquí contenido se califica como “un descomunal desastre de redacción y de horrible confusión de nociones”

Para el Art. 5º., son idiomas oficiales además del castellano, todos los idiomas de las naciones indígenas que son 35, siendo fácil imaginar lo que serán los textos documentales a partir de la aprobación de tal disposición. Una verdadera torre de Babel. Según el 8º. El triple mandato aymara “ama qhella, ama llulla, ama sua” no incluye los delitos de violación, asesinato ni de estafa. De los Mandamientos de la Ley de Dios, al tríptico originario hay un abismo y ni siquiera menciona a los DDHH consagrados por Naciones Unidas o las libertades tradicionales de la democracia moderna.

Prolongación del mandato. Todos reconocen que en éste punto está “la madre del cordero”, toda la clave de la operación Constituyente. De modo que cuando EM habla de cambio, se refiere intrínsecamente a su habilitación como candidato presidencial hoy vetada por la CPE. Es el Art. 166º., que copia al de Venezuela impidiendo la alternatividad e impone al mandato un tiempo ilimitado al que se oponen los bolivianos por convicción y tradición. Si bien todas las áreas son suceptibles de crítica y observación, los expertos que han empezado a manifestarse en el foro mundial, reconocen que siendo EM de tradición católica, odia la religión disponiendo que las naciones y pueblos originarios ejercerán funciones aplicando sus principios, valores culturales y normas y procedimientos propios. A cuáles se refieren? La jurisdicción campesina decidirá y sus decisiones no podrán ser revisadas por la jurisdicción ordinaria (sin derecho a la apelación consagrado en todas las constituciones del mundo) y dispone que “serán ejecutadas en forma directa”, los juristas se preguntan si ello supone la existencia de poderes policiales múltiples, y de cómo se resolverán las contradicciones que surgirán de la interpretación de una misma norma en 35 versiones diferentes. O sea el absurdo caos indígeno-campesino. Queda a la vista que el respeto a los derechos fundamentales que contiene la CPE sólo será conferido o interpretado por la jurisdicción indígena originaria campesina.

El asombro no puede ser mayor sin referirnos al rol que se reserva a los medios de comunicación, a un derecho a la propiedad supeditado a “lo social” que puede interpretarse de cien maneras diversas. El tratadista Emilio Cárdenas jurista y diplomático argentino se plantea: “Lo que se ve en un primer análisis de la propuesta del MAS, luce como una receta infalible para sumir a un país multi-cultural en el más profundo de los caos y en el atraso más irremediable. Y en la arbitrariedad disfrazada de legalidad.” Cárdenas alienta la esperanza de rechazar la propuesta, como los propios venezolanos se atrevieron a ir en contra de la proposición chavista, ofreciendo al mundo un ejemplo de integridad civil valiente y oportuno.