Vistas de página en total

jueves, 28 de agosto de 2008

argentina y brasil están felices porque al bobo de evo no le permiten precios justos para el gas boliviano

“¿Quién da trato preferencial a quién?” fue la pregunta. Paradójicamente, el “tratamiento asimétrico” funciona al revés: Bolivia vende barato su gas al Brasil y la Argentina, subsidia a la industria de esos países, y cuando les quiere exportar con valor agregado, halla trabas.
Luego de 11 años de vigencia del Acuerdo Bolivia-Mercosur, se evidencia una pobre exportación de Bolivia al Brasil y Argentina: sin contar el gas y los minerales, las ventas a esos países no llegan a los 30 millones de dólares, evidenciando una altísima “gasificación” de la relación comercial.
El Foro “Argentina, Bolivia y Brasil: ¿Solo gas y nada más?” reveló que –sin el gas- Bolivia habría acumulado un déficit comercial de 3.000 millones de dólares con Argentina, y de 3.400 millones con Brasil, entre 1997 y 2007.
Los Presidentes de la Cámara de Industria, Comercio, Servicios y Turismo de Santa Cruz (Cainco) y del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), Eduardo Paz Vargas y Ernesto Antelo López calificaron como exitoso el Foro “Argentina, Bolivia y Brasil: ¿Solo gas y nada más?”, realizado este 27 de agosto de 2008 en La Paz, con la presencia de más de 100 representantes de entidades públicas y privadas, países amigos, cooperación internacional, empresarios y la prensa. El evento se realizó en el Hotel Plaza, siendo el Expositor principal el Ing. Limberg Menacho, Gerente Técnico del IBCE, y el Moderador del Foro, el Emb. Marcelo Perez Monasterios.
El presidente de Cainco, Eduardo Paz, sentenció que para que haya una mejor relación comercial con Brasil y Argentina debería haber “apertura real” de sus mercados a favor de Bolivia, no solo en papeles sino en los hechos, sin para-arancelarios.
“Nosotros no sólo tenemos gas, sino una infraestructura productiva que puede ser competitiva. Los bolivianos que migraron a la Argentina producen el 80% de las hortalizas que consume Buenos Aires... ¿Acaso no podemos hacer eso desde aquí?”, cuestionó.
Dijo que “para que el comercio integre a los pueblos y permita el desarrollo en ambos lados de las fronteras, deberá haber una actitud proactiva y positiva desde la Cancillería boliviana, para revisar las relaciones con Argentina y Brasil a fin de proyectarlas mucho más allá del gas natural, energético que además se vende a un menor precio que el que pagan o deberían pagar siendo de otra fuente”.
El presidente del IBCE, Ernesto Antelo, demandó que Brasil juegue el papel de “locomotora del desarrollo sudamericano” y que compre mucho más a Bolivia, que los exiguos 25 millones de dólares anuales (sin contar gas ni minerales), haciendo honor a que es un País-Continente, la décima potencia mundial con un PIB de más de 800.000 millones de dólares y casi 200 millones de habitantes. Criticó también a la Argentina que, con un PIB de 370.000 millones y casi 40 millones de habitantes, apenas compra 27 millones de dólares a Bolivia (sin gas ni minerales), indicando que en ambos casos, el proteccionismo conspiró en contra de más ventas. “Es lamentable que mientras Bolivia vende a esos países el gas subsidiado, esos países pongan trabas de toda índole para que les vendamos, por ejemplo, para los textiles”, dijo.
PRINCIPALES CONCLUSIONES DEL FORO
1) Un absurdo: el “trato asimétrico” funciona al revés: Bolivia vende barato su gas al Brasil y la Argentina, subsidiando así la industria de esos países, y cuando les quiere vender productos con valor agregado, enfrenta trabas.
2) La exportación de hidrocarburos nada tiene que hacer con el Acuerdo Bolivia-MERCOSUR, porque su negociación tiene otro origen; por tanto, corresponde “desgasificar” la relación comercial con Brasil y Argentina.
3) Se planteó la “denuncia” del Acuerdo Bolivia-MERCOSUR, por su inoperancia en el campo de la promoción de exportaciones no tradicionales.
4) Como dificultades de acceso al mercado brasilero, fueron mencionados: exigencia de licencias de importación, además, requisitos altamente burocráticos, con fines proteccionistas; altos costos financieros y pérdida de tiempos en la “tramitología” y el despacho de la mercadería en Aduanas; la “liberación arancelaria” es “castigada” por la Aduana brasilera, en su tratamiento de Canal Naranja o Rojo (revisión documental o aforo físico).
5) Se dijo que –paradójicamente- era más fácil exportar a México y a los EE.UU. que al Brasil, estando tan cerca, y tan lejos al mismo tiempo.
6) Como dificultades de acceso al mercado argentino, figuran: trabas de orden sanitario; el “estigma del narcotráfico” que hace a la Aduana argentina excesivamente fiscalizadora con la mercadería boliviana; altos costos logísticos; y en el pasado inmediato, gravámenes por ventas de textiles.
7) Se demandó acciones concretas de parte Brasil y Argentina, para que haya un tratamiento expedito para Bolivia, por ejemplo, en todo lo que concierne al proteccionismo encubierto en los procedimientos de importación.
8) El Gobierno habla de que Bolivia debería ser Miembro Pleno del MERCOSUR, cuando –viendo lo que está pasando en la relación comercial bilateral- lo correcto mas bien sería que Bolivia sea un “Miembro Especial” para Brasil y Argentina, en la perspectiva de generar más ventas y empleo.
9) Se dijo que cuando hay “voluntad política”, todo es posible: Europa dio un tratamiento preferencial por varias décadas a la Argentina, para que exporte carne, siendo que ésta tenía el problema de la aftosa. Se propone que Brasil y Argentina, hagan lo propio en varios renglones productivos.
10) Se hizo mención que Bolivia está privilegiando la exportación de gas al Brasil y Argentina, además a bajos precios, y está comprometiendo su propio abastecimiento. Se propuso mayor atención a la industria nacional.