Por mucha política que se despliegue para ocultar la grave situación económica a la que ha conducido irremediablemente el gobierno, nunca será suficiente y todo esfuerzo es vano para ocultar una realidad que parece emerger sin remedio.
Si cuando se quiere señalar a la izquierda como ejemplo de fracaso se recuerdan los tiempos de la UDP, qué tendremos para decir ahora de estos tiempos de cambios profundos que no son otra cosa que una oquedad sin fondo; donde caemos sin fin y parece que nos olvidamos del principio.
Alguien dijo que Evo Morales recibió una economía con piloto automático, pero en tan solo dos años ese piloto ha dejado de conducirnos y ahora estamos en manos del peor administrador desde la recuperación de la democracia.
Nos mienten con un descaro que ni las dictaduras tuvieron. Se llenan la boca de supuestas fortalezas económicas y la realidad es otra. Al 22 de agosto de este año, la deuda total del Estado boliviano es de $us. 7.565.5 millones.
Gracias a la condonación de los gobiernos y organismos multilaterales la deuda externa e interna no está en $us. 9.439.9 millones, cifra que hubiera alcanzado de no mediar esa condonación fruto de las negociaciones que emprendieron los gobiernos neoliberales y que recibió como regalo el MAS, que en su vida hubiera podido conseguirla.
1.869.4 millones de dólares fueron condonados y sin embargo la deuda creció. En estos dos años y ocho meses el Gobierno logró incrementar la deuda externa en $us. 182. 1 millones y adivinen quien es el que prestó la mayor parte de esta deuda: Venezuela, de ella son $us. 104.2 millones o sea el 57.2 por ciento de la deuda captada por el MAS es venezolana, ahora quedan explicados esos cheques repartidos y mostrados como una supuesta donación.
Lo grave de esto es que ese dinero que debió haber seguido los pasos que la ley manda para su contratación y desembolso se han saltado y se ha dispuesto que la Embajada Venezolana gire cheques directamente a los beneficiarios.
Estamos ante un daño económico a la Nación tipificado como delito económico por mala apropiación de recursos. Y nada se dice ni se hace ante esta conducta que ni García Meza tuvo en su mejor momento cuando la dictadura Argentina le prestó 500 millones de dólares, que fueron depositados en las cuentas del Banco Central de Bolivia. Ese dictador tuvo mayor pudor que este Gobierno para manejar los dineros del Estado.
En este cuadro negro de situación, resulta que el Gobierno ha incrementado la deuda interna de $us. 2.210.95 a $us. 5.312 millones, esto representa un incremento del 140 por ciento en dos años y siete meses de gobierno, es decir el MAS se ha endeudado en $us. 3.101 millones, esto representa un endeudamiento de 100 millones por mes y esto genera un interés anual de $us. 265.6 millones.
Si es cómo dice el Gobierno que tenemos superávit comercial y fiscal, que nuestras Reservas Internacionales superan los $us. 7.000 millones, ¿para qué se endeudo a este ritmo y costo financiero?
Resulta que ahora cada boliviano debe al exterior Bs. 2.070 y nos debe el gobierno a cada uno de nosotros Bs. 4.080 ¿Usted se endeudaría teniendo dinero en sus cuentas? ¿O quizás optaría por pagar sus deudas con esos saldos superavitarios, para mejorar su posición hacia delante?
O sea, el MAS tuvo ingresos excepcionales por los precios externos de nuestras materias primas: gas, minerales y no tradicionales, tuvo ingresos extraordinarios por remesas giradas desde el exilio de bolivianos a sus familias y dineros provenientes del narcotráfico como nunca. ¿Qué hizo? ¿Qué necesidad tiene de endeudarse a razón de 100 millones de dólares mes?
Saque usted sus conclusiones, algo anda mal en todo esto, no concuasan las cosas. Y se nos está ocultando la verdad y no conocemos las cifras reales y la situación verdadera del Tesoro General que teniendo superávit fiscal se endeuda.
Más allá de lo político esto es lo importante. Esto que estos burros masistas no entienden y que creen que gritando “!cambios profundos!” ya está todo arreglado.
Creo que habiendo sido ratificado Evo Morales debemos pedirle urgente una rendición de cuentas documentada, cosa que quizás hubiera sido mucho más oportuna antes del revocatorio.
