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jueves, 25 de diciembre de 2008

desde San Francisco, California escribe el periodista y exsenador Enrique Bachinelo sobre nuestro editor


San Francisco 25 de Diciembre de 2008

A Mauricio Aira:

Para el mas dilecto y apreciado amigo Mauricio Aira, en este gran Día que se conmemora el nacimiento del Niño Jesús, es también el onomástico del escritor y periodista leal a su profesión, sublime en sus sentimientos a la verdad y la justicia, noble y seguro de su destino. Los lauros que adornan su diáfana inteligencia, con la bendición del Supremo Hacedor, se mantendrán siempre verdes, como la esperanza que abriga su corazón hacia un mejor destino de su amada patria Bolivia.

Adorar a Dios y dejar que cada ser humano le adore a su manera. El mensaje que nos dejó el Niño Jesús: Amar al prójimo, es el más sublime mandato para la humanidad. Un momento de meditación en la cotidianidad de la vida, nos lleva a augurar a Mauricio momentos felices en este gran día junto a su adorada familia.

La distancia siempre ha sido un obstáculo muy difícil de vencer, pero la perseverancia, unido a su fe, lo llevaron lejos de la patria, pero su pluma no descansa para llegar oportunamente con su consejo y la reflexión que se necesita en los momentos más álgidos y penosos que atraviesa el país.

Mauricio un Gran Abrazo, con mayúsculas, para significar el gran aprecio y la profunda simpatía que me has inspirado para seguir tu huella. Con respeto, mucho cariño y que El Niño Jesús en su infinita bondad, te proporcione larga vida y felicidad.

Enrique Bachinelo