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jueves, 9 de julio de 2009

tantas calumnias del imperio en contra de un gobierno tan lleno de paz, de bondad, de inocencia y probidad (D.Pino en Hoy Bolivia)

Las nacionalizaciones fueron un asalto a los dineros del pueblo. Bajo este denominativo pseudo– socialista, se ha conocido que no sólo se pagaron el valor de los activos, dizque nacionalizados, sino además, con un amplio sentido del deber que tiene este gobierno para cuidar los intereses de las transnacionales, pagó los pasivos de estas nacionalizaciones y para mayor abundamiento se obligó a devolverles sus costos con el calificativo de recuperables.

Por todo esto, es un error que el gobierno de los Estados Unidos, bajo la actual administración Obama, haya observado como inadecuada la constitucionalización de las nacionalizaciones, que lejos de perjudicar a los intereses transnacionales les ha beneficiado en exceso. Si las nacionalizaciones, fueran todas, como las que ha practicado el gobierno de Evo Morales, entonces no habría necesidad de tribunales internacionales para dirimir diferencias. Por eso se explica la molestia del cocalero a la observación realizada, calificándola de calumnia.

Las Naciones Unidas, organización poco seria y responsable ha declarado que en Bolivia existen 23 mil hectáreas de coca excedentaria, alguien dice, que le pidieron no dar la cifra real, para no causar mayores problemas al único gobierno que considera a la coca como hoja sagrada y que la ha declarado patrimonio nacional. En todo caso la hoja de coca no es cocaína, sino solo eso, un insumo de la cocaína y por tanto el excedente es totalmente inocuo, su uso está destinado a la masticación de los aymaras y quechuas que ahora nos gobiernan.

Otra calumnia del gobierno de Obama. Solo para encubrir su deseo de fastidiar al cocalero más famoso de sud América.

El gobierno decide por sí y ante sí qué sindicatos pueden ser reconocidos y que otros no. Es su privilegio, y esto sirve para controlar a sus adeptos y destruir a los infieles que dudan de que Evo Morales es el sumo sacerdote de los movimientos sociales. En El Alto se ha creado la COR (Central Obrera Regional), como si fuera otro departamento y no perteneciera al de La Paz. Este sindicato goza de mayores privilegios que la COB (Central Obrera Boliviana), aunque sabemos que su actual Secretario Ejecutivo Montes es un asalariado del MAS. Lo que no quita que lo tengan en cuerda corta, y atado, a la silla del Ministro Quintana.

Otra calumnia del Obama para tener el pretexto de negar la continuidad del ATPDEA.

La constitución dice que se garantiza la propiedad privada siempre que cumpla una función social. En manos de un gobierno que respeta la democracia y tiene sentido del concepto del Estado de Derecho, que respeta las instituciones y no amenaza a los otros poderes del Estado con juicios sino se avienen a sus deseos y caprichos originarios, esta declaración constitucional no debería ser objeto de observación alguna. Pero en manos de dirigentes cocaleros, adictos a las o negés, financiados por estas, reclamando la liberalización de la droga, padrinos de contrabando, planificadores de masacres sangrientas en Pando y Sucre, de encubridores del narcotráfico. Es otra cosa.

Eso de la función social ya tiene la figura clara y no es otra que la política de despojo que viene realizando el gobierno con las tierras trabajadas en el oriente del país, las propiedades como Collana, destruidas por aymaras que son la expresión fiel del respeto a la vida y todas aquellas que ya tienen inversiones efectuadas.

Por último no podríamos dejar de hacer mención a la migración interna planificada del gobierno, que está trasplantando familias del norte de Potosí a la selva pandina. En una demostración del cómo se determina la función social de la tierra y el derecho propietario.

Resulta por esto una calumnia que el gobierno de Obama se fije en tales realidades para no dar paso a la ATPDEA.

Tanta calumnia del imperio a un gobierno que es casi una paloma de bondad, inocencia y probidad, resulta un verdadero atentado al sentido del equilibrio que debería tener el imperio con sus colonias.