oda a la insensatez
Cuando la Corte de Justicia de Nueva York falla contra la Argentina sobre
que ese país debe cumplir perentoriamente con los compromisos adquiridos en
forma de bonos, descubre el escenario donde lo más granado del surrealismo de
los socialistas del siglo XXI han puesto en escena bajo la magistral dirección
de la señora Cristina Kirchner.
Calificar a los tenedores de los bonos que Argentina entregó en momentos de
extrema urgencia como "buitres", es una conveniente maniobra política
dramática para lograr la solidaridad de los incautos y exaltar el patrioterismo.
A nadie le gusta imaginar que los carroñeros están dando vueltas sobre su país
porque huele a cadáver. Y como todo este entuerto comenzó el año 2001, (aunque
es claro que se aplazaron en las negociaciones de 2005 y 2010) sirve para
convencer a algunos, que esta es la herencia con la que -pobres- los Kirchner,
han tenido que lidiar en estos diez años de su reinado sin poder hacer nada que
no sea por ellos mismos. No lo han hecho ni por su país ni por los demás.
Los economistas allá y en todo lado, están debatiendo cómo hace la
Argentina para salir de ésta. Ya no alcanza ni para bicicletear con sólo
intereses. La palabrita sofisticada
"default", significa que no les queda más que renegociar sus
obligaciones vencidas porque ya no hay quién les dé una mano. A Cristina
Kirchner, alguno de los genios que tiene a su alrededor manejando la economía y
las finanzas, le aconsejó entrar con
volapié. Estos "buitres" extorsionadores no nos van a arrodillar, sobre
su cadáver -poco más o menos- esos usureros mal nacidos no se saldrán con la
suya y otra serie de delicadezas por el estilo, sin contar que se estrelló como
si fuera uno de sus propios, contra el juez que dictaminó que se acabó el
tiempo de la fanfarria. La Cámpora que
son los grupos de choque sustentados por la Casa Rosada a modo de movimientos
sociales, aplaudían frenéticamente el arranque de patriotismo y dignidad de su
jefa. Las bobas expresiones de
asentimiento con que por su parte acompañaba el hoy seriamente indagado por
corrupción vicepresidente Boudou, rodeaba
todo con un aire de tragicomedia.
Sin embargo, cinco días más tarde, alguien -prestado con seguridad-
aportando neuronas y experiencia, hizo que el discurso cambiara y que se
presentara una bastante menos aguerrida Presidente, ensayando fórmulas para
suavizar las cosas y empezar a escoger abogados y financistas, que se vayan a
Nueva York a charlar con el malvado juez Griesa que está visto que no se rinde
a sus encantos y además, sonreír a los opositores para que la ayuden a ver cómo
le hacen. La situación es una oda a la irresponsabilidad. Hace unas horas el periodista Jorge Lanata,
reunió en su programa de televisión a diversos profesionales que están como
todos, tratando desesperadamente de hallar una fórmula que frene la caída libre
de su país. Las exposiciones, algunas
realmente brillantes, demuestra que la oposición argentina, sabe que su
concurso es vital para salvar la situación. Sólo que a cambio, tanto Cristina
Kirchner como su genial equipo de la "década ganada" tendría que dar
un paso al costado.
Se dijo que las negociaciones con el Club de París, fueron una chambonada.
La fascinación que tiene Cristina con lo parisino, está circunscripto sólo a
Cartier, Louis Vuitton y Chanel. Cuando hace un par de años los
"buitres" se apoderaron de la Fragata Libertad que es el buque
escuela de la Armada Argentina, fue porque ni se tomó la previsión de ponerla
en la lista de los inembargables bienes del Estado. El INE argentino llamado INDEC, para mantener
la fachada decorada, estuvo mintiendo sobre los índices de inflación. Estas mentiras -además para que el FMI no los
zarandee- le dieron a los acreedores una falsa imagen que sí recuperarían su
dinero con ganancias sin necesidad de
meter una llave inglesa al engranaje de las finanzas argentinas. Si las cosas
van como parece irán, Argentina tiene que pagar 15 mil millones de dólares
hasta el próximo año, que no incluye los 10 mil millones con los que debe
compensar a Repsol por la estatización.
Los gurús kirchneristas han cometido el más capital de los pecados: echarle
mano a las reservas internacionales. Se han desembolsado fondos del Banco
Central para proyectos esotéricos, pues
nadie conoce estudios de la rentabilidad menos capacidad de recuperación de
demagógicos pero encandiladores emprendimientos y el Banco Mundial ya ha
predicho que el crecimiento este año será, cero. Es un misterio en qué se ha
invertido, dicen, un total de 350 mil millones de dólares en esta década. Con esas perspectiva, quién confía en timberos
expertos en abrir agujeros cada vez más
grandes para tapar los anteriores.
Es que jugar constantemente al populismo y al narcisismo aderezados con
rampante corrupción, acarrea una cierta
alteración mental. No pensemos en
nuestra cuentita por el gas ni ahondemos en parangones de despilfarro e
irresponsabilidad. Nosotros estamos muy ocupados cambiando nuestro centro de
gravedad.
Karen Arauz
No hay comentarios:
Publicar un comentario
evitar insultos u ofensas. ideas para debatir con ideas. los anónimos no se acepten pues es como dialogar con fantasmas. los aportes enriquecen el pensamiento.