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viernes, 23 de marzo de 2007

Emilio Lanza a García Mesa: Que se vaya, carajo!

No cabe duda que Emilio Lanza poniendo en riesgo su vida y su libertad se opuso a la continuación de la dictadura de García Meza, cuando el 25 de mayo de 1981, a menos de 12 meses del golpe de Estado contra la presidencia constitucional de Lidia Gueiller, se levantó en armas desde el CITE (unidad de paracaidismo del Ejército de tierra)"llegamos y nos dirigimos al salón donde estaban todos reunidos García Meza, Tinino Rico Toro, Rómulo Mercado, hablaba entonces Alberto Quiroga llegado de Washington donde ejercía como diplomático y mostraba un cable que supuestamente era el anuncio del próximo reconocimiento del Gobierno, por los Estados Unidos, mi presencia y la de mis colaboradores interrumpió al orador y todos nos miraron. García Meza dirigiéndose a mi persona gritó: Qué quiere Lanza? Yo estaba exaltado y posiblemente la adrenalina recorrió mil veces mi cuerpo. Mi respuesta fue inmediata y enérgica: Que se vaya, carajo!...se produjo un silencio, algunos se hundieron en sus asientos, el general replicó: Venga entonces, siéntese aquí, le cedo la Presidencia a lo que respondí: No sea estúpido carajo...no he venido a pedirle la Presidencia, he venido a decirle que se vaya y que pongan en su lugar a un general más responsable y consiente en su lugar porque usted está enlodando nuestras Fuerzas Armadas", al episodio relatado por Cecilia Lanza en el libro "Mayo y Después" (pgs. 20...) se sucedió el levantamiento del CITE, la toma de Cochabamba en la que además partiparon otras unidades y fuerzas civiles, y aunque el incidente es considerado como el principio del fin, la expulsión de García Mesa demoraría aún tres meses en que Emilio fue perseguido, encarcelado, liberado, vuelto a encarcelar y expulsado a Buenos Aires, donde el cronista conversó extensamente, puesto que en aquel momento ambos éramos dos bolivianos en el exilio. En junio de 1981 Emilio sostuvo reuniones con Simón Sejas, Humberto Cayoja, Lucio Añez y Raúl Ramallo todos ellos más los acompañantes de Lanza, Adel Montero, Mario Orellana, Luis Sánchez, Gilberto Toro, Luis Maldonado, Alberto Sadé y Arnaldo Mérida y los hermanos Fernando y Eduardo Galindo y resolvieron reingresar a Bolivia desde Argentina, operación que resultó fallida como los no cuenta Cecilia, que logró reconstruir esta historia que definitivamente es ya parte de la Historia de Bolivia. Ver: El odio de García Meza.