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viernes, 23 de marzo de 2007

Emilio Lanza militar contestatario

Un hombre dotado de gran afabilidad. Supo ser amigo y camarada. Lo conocí el día de mi matrimonio el 26 de febrero de 1966 en Cochabamba. Vino de pronto a entregar algún documento al General René Barrientos, padrino de mi boda. Joven oficial de baja estatura, muy agraciado con su impecable uniforme de paracaidista. Recordar que Barrientos fue entusiasta sostenedor de los saltos en vuelo, cuando siendo comandante de la Fuerza Aérea confrontó problemas de imagen por el fallecimiento de algunos conscriptos cuando se practicaban los primeros saltos en el país, justamente del CITE. Me tocó encontrarlo otras veces, sea como periodista cubriendo alguna información, como amigo en Cochabamba, Tupiza y Buenos Aires y en tenidas sociales donde se presentaba casi siempre muy elegante, de fácil conversación, dotado del don de gentes. En la capital argentina, acudimos juntos al humilde hogar de Walter Gutiérrez ex-cadete y condiscípulo de Emilio, y ex-interno del colegio Don Bosco en Sucre. En aquella ocasión por vez primera refirió que García Meza, al no contar con el apoyo ni del pueblo, ni de la comunidad internacional, ni siquiera con el reconocimiento de los Estados Unidos, estuvo soportado por la mafia del narcotráfico, los fabricantes y traficantes de la cocaína, extremo que lo distanció de las fuerzas armadas y permitió a partir del 11 de mayo el acortamiento de su mandato. Ya sin apoyo, García Meza fue sucedido por algunos meses por Celso Torrelio un timorato e ignaro militar y por Guido Vildoso otro general que sí honró a su Institución y entregó el poder al Dr. Hernán Siles que había ganado las elecciones. Nacido en La Paz, hace 65 años dejó este mundo Emilio Lanza, querido por su esposa Jenny Lobo y sus hijos Ronald, Cecilia, Roberto y María Alejandra y una multitud de amigos que tuvieron en él al confidente, al consejero, al generoso sostén. Su noticia nos llega después de una crónica sentida de su ex-camarada y amigo Winston Extremadoiro. Descanso eterno!