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viernes, 4 de mayo de 2007

Intolerable ultraje al uniforme policial

Primera Plana pone ante sus ojos, la noticia, el acontecimiento mayor de cada dia ocurrido en Bolivia. Por las características del blog, este acontecimiento va resumido con un punto de vista periodístico. Lo sucedido en Ivirgarzama cuando una turba de vecinos productores de coca y transportistas locales, tomaron de rehenes a 6 policías de Diprove (Dirección de investigación de robo de vehículos) justamente por realizar su tarea de recuperar vehículos robados y que circulan libremente en El Chapare, protegidos por una red de vecinos que hace sospechar de estar encubriendo y por ello actuando en complicidad con los ladrones.
Los policías fueron ultrajados, despojados de sus pertenencias personales y hasta de sus uniformes por la turba prevalida de su fuerza masiva. No termina ahí el escándalo sino en la actitud del Inspector General y otros jefes policias que se pusieron a dialogar, buscando soluciones "amistosas con los transportistas" o sea tolerando y socapando la inconducta.
No extrañe entonces, que algunos medios hubieran reaccionado con fuerza como en un subeditorial de Los Tiempos que escribió entre otros juicios: Bastó que la patrulla se detuviese en aquella localidad en busca de vehículos robados y el hallazgo de uno de ellos para que el transportista conductor promoviese la reacción de sus colegas y el vecindario, según las versiones llegadas del lugar, donde inclusive día antes se habría conocido del paso de los policías, enervándose los ánimos de la población.

Si este tipo de hechos que con alarmante frecuencia se registra en el país es condenable bajo todo punto de vista, desde el momento en que muestra una suerte de descomposición social por encima de cualquier otro calificativo, más censurable resulta todavía que el Director de Diprove hubiese tenido que trasladarse a Ivirgarzama para "explicar" a los agresores la presencia y trabajo de sus subalternos, de acuerdo con anuncio del comandante regional, que permitió la liberación de la mitad de los rehenes hasta la tarde de ayer.
De ser cierto el extremo, querría decir que la ausencia de un ordenamiento jurídico en Bolivia ha rebasado lo imaginable y que quienes estaban obligados a hacer cumplir la ley, ahora tienen que prodigarse en dar satisfacciones a los que la ignoran o pisotean. N.E. Lo anterior huelga de todo otro comentario y el tema está lejos de haber concluído. Sólo es un comienzo.