Ni siquiera la Real Academia consigna resultado alguno para explicar el concepto, aunque escuetamente dice: Plurinacional=de múltiples naciones. Luego está la literatura producida en España, Ecuador y Bolivia por los activistas de los llamados "pueblos indígenas y estados plurinacionales" que pretenden convertir las etnias en nacionalidades y luego exigir autonomías de todo tipo, que según sus críticos es la estrategia que usan para fragmentar nuestros países. Citan a Chile que no escapa a la moda indigenista y resucita colectividades aborígenes que por efecto del mestizaje son piezas de museos arqueológicos.
En marzo pasado cuando ya habían transcurrido siete meses de una improductiva Constituyente el oficialismo reveló el tipo de estado que proyecta con el reconocimiento de sus 36 nacionalidades para no ser excluyente. En la teatralización del espectáculo Román Loayza, Marco Carrillo y Carlos Romero expusieron su visión de país con el reconocimiento de la whipala, entre otros como símbolo nacional (la que es bandera del movimiento de homesexsuales en todo el mundo) y la elección de autoridades por usos y costumbres para el control de la distribución de la tierra. Esta visión pretende crear el poder social y ponerlo a la par que el Legislativo, Judicial y Ejecutivo que reconoce nuestra CPE desde siempre, como base fundamental para el funcionamiento del Estado.
Reconoce 7 tipos de participación, asambleas, cabildos, el referéndum, el plebiscito, la revocatoria del mandato, el veto y la iniciativa legislativa que deben "ser constitucionalizados". También los ministros debe ser propuestos por el poder social y los magistrados elegidos por voto popular, reafirmando que las lenguas oficiales serán las indígenas más el castellano, los símbolos serán los actuales además de la whipala y la flor de patujú, el poder social será regulador de la legalidad (¿?) tendrá su propia estructura y no se limitará al control social. El item 4 referido a recursos naturales eliminará las concesiones y los contratos de riesgo compartido.
La Razón de LP realizó un despliegue apreciable a continuación del suceso al que nos referimos y trató de establecer precisiones en torno por ejemplo a lo que se entiende por justicia plural, resultado fue un mar de confusiones que van desde la pena de muerte por las comunidades (linchamiento) hasta los castigos comunitarios. Una nueva división política y la modificación del concepto de propiedad que "está sustentado en los valores de unidad...para la participación, distribución y redistribución de los productos y bienes sociales para vivir bien", basada en la existencia precolonial (hace 500 años) y en el derecho al auto gobierno, su cultura y reconstitución de sus entidades territoriales.
Total que nos encontramos ante un océano de imprecisiones y confusiones, donde cada proponente ofrece una interpretación diferenciada sobre los principios y valores y si bien establece que la libertad, la igualdad, la transparencia, la dignidad humana, la justicia y paz social, son también parte de aquellos principios. En suma toda la visión de país que trasunta el MAS en su proyecto es un afirmarse en el pasado precolonial en lugar de ver el futuro como una sociedad para todos los bolivianos, incluyendo las minorías donde como resultado del esfuerzo solidario, del trabajo, las inversiones sea posible una sociedad que ofrezca salud, educación y oportunidades en lugar del asistencialismo, que podría utópicamente provenir de una élite de burócratas con buenas intenciones como ya ocurrió en sociedades fracasadas como la rusia soviética.
Los esfuerzos deberían dirigirse a fortalecer las instituciones democráticas, al ejemplo de naciones sudamericanas como Brasil, Colombia, Chile donde el respeto mútuo y la amplitud de espíritu está permitiendo mejorar la sociedad como en otro plano lo vienen haciendo japoneses, europeos, estadounidenses, chinos, indúes, que en lugar de ir a la confrontación que está dividiendo a los bolivianos y de someternos a estrategias o experimentos extraños a nuestra forma de ser cristiana y humanista permiten si cabe "el florecimiento de la pobreza para la cosecha de los demagogos y oportunistas". Que ahuyentan las inversiones, que manosean los recursos naturales y dan lugar a fracasadas medidas como la llamada nacionalización de los hidrocarburos que nos convirtió en importadores de gas natural. Las discrepancias tienen que ser superadas y los esfuerzos unificados para recuperar la visión de un real futuro de bienestar que los bolivianos nos merecemos. Un intelectual de izquierda lanzó su proclama "Peruanicemos al Perú!" invocando esfuerzos para homogeneizar la población, en lugar de acudir a las utopías que pueden dar por resultado la atomización de Bolivia. Bolivianicemos Bolivia!