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miércoles, 24 de octubre de 2007

Celinda Sosa no entiende ni papa. Qué ministra!

Primera Plana pone ante sus ojos, la noticia, el acontecimiento mayor de cada dia ocurrido en Bolivia. Por las características del blog, este acontecimiento va resumido con un punto de vista periodístico. El gobierno afirma la vez que puede, que la ayuda venezolana es “sin condiciones” y que esa cualidad la hace distinta de las otras, como aquellas que provienen de organismos financieros internacionales o países imperialistas.

Cada día estamos peor, el gabinete económico es un desastre nacional. El Gobierno se aplaza. Sus ministros no dan bola con pie, el Jefe anda creyendo que lo está haciendo de maravilla

Esta muletilla que se manejaba la década del setenta, del siglo pasado, como muchas otras sigue etiquetada en el Palacio, pero la realidad es distinta.
Al escuchar las explicaciones de la Ministra Celinda Sosa ante la consulta que le hicieron en el canal televiso del MAS: TVB, con relación a los dineros provenientes de la ayuda venezolana para financiar proyectos a micro y pequeños empresarios, no pude menos que sonreír por la inocencia de la Ministra, para decir lo menos, y su absoluta falta de conocimiento para el manejo de esta clase de recursos.
Dijo la Ministra: que los dineros son manejados por Venezuela, por un Banco venezolano, que ellos aprueban o no la solicitudes respectivas, que han otorgado una línea de crédito de hasta 100 millones de dólares americanos para girar contra ella, colocando al Ministerio en una situación de gestora burocrática que recolecta solicitudes y las envía a Venezuela para su consideración respectiva.
De estos 100 millones de línea crediticia, se desembolsaron 30 millones y de estos se entregaron 6 millones a los beneficiarios que cumplieron con los requisitos. Cosa curiosa. Pero lo importante es comparar este tipo de ayuda con la otra; aquella que viene de los organismos “imperialistas”
Estos organismos, nos aprueban una línea de crédito, que se maneja por el sistema bancario, al que se le presentan los proyectos cumpliendo los requisitos solicitados, el Banco aprueba y se desembolsa. Todo el seguimiento del crédito y el cumplimiento del mismo recae en la Banca, si hay mora esta paga con su Encaje Legal al Banco Central, es decir, la responsabilidad de la aprobación y recuperación le crédito es de la Banca.
Por donde se vea, este mecanismo respeta la soberanía del país, pues se limita a la otorgación de la línea crediticia entre el organismo “imperialista” y el Estado, fijando el plazo, las comisiones de desembolso y las tasas de interés. El otro, el venezolano, obliga el Estado boliviano a enviar las solicitudes de crédito para ser aprobadas por ellos. Esa condición no existe con el “imperialismo” así que puede usted comparar, dónde esta la dignidad y soberanía nacionales mejor resguardada.
Mucho peor si se convierte a un Ministerio en gestor de solicitudes de crédito, con una falta de respeto que nunca se tuvo. Qué papel tan triste y poco digno. Claro si el objetivo es canalizar recursos para los militantes del MAS disfrazados de micro o pequeños empresarios, es otra cosa, tiene más sentido, y por eso mismo es más execrable.
Ahora bien, si Venezuela aprueba los créditos enviados por el Ministerio, se entiende que si estos alcanzaron a la suma de 6 millones de dólares ese debía ser el monto usado por la línea crediticia, pero la Ministra nos dice que Venezuela ha desembolsado 30 millones, que debe estar en los registros contables del Banco Unión,
¿Qué pasó con los 24 millones? ¿Cómo se explica que Venezuela haya colocado dinero en el Banco Unión, (30 millones) cuando las solicitudes de crédito sólo son por 6 millones?
Según la Ministra ella no maneja recursos, no ve plata, no tiene ninguna responsabilidad sobre ello, es Venezuela la que administra por intermedio del Banco de la Unión, entonces, ¿quién pidió desembolsos más allá de los montos realmente solicitados y por qué?
Cada día estamos peor, el Gabinete económico es un desastre nacional. El gobierno se aplaza. Sus Ministros no dan bola con pie y el Presidente anda creyendo que lo está haciendo de maravilla. Esta desconexión con la realidad es la causa del desmoronamiento de su gestión.(Autor Dante Pino en Hoy Bolivia)