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lunes, 25 de febrero de 2008

Evo ya tiene 23 muertos sin haber ordenado represión...

Primera Plana pone ante sus ojos, la noticia, el acontecimiento mayor de cada dia ocurrido en Bolivia. Por las características del blog, este acontecimiento va resumido con un punto de vista periodístico. Reflexiona el ex-presidente Carlos Mesa y explica que estamos empantanados, que así no se puede seguir. La versión la ofrece EFE y se publicó simultáneamente en varios países:

El ex presidente, Carlos Mesa (2003-2005), analiza un eventual retorno al escenario político nacional; cree en la necesidad de recuperar el sentido filosófico del pacto para resolver el complejo momento por el que atraviesa Bolivia, pero asegura que la Presidencia es difícil para cualquiera que aspire al cargo.En una entrevista que concedió a la agencia ANF, el ex Mandatario ve un riesgo muy grande ante la eventual salida del presidente Evo Morales, posiblemente, emergente del resultado de un referéndum revocatorio."Estamos en una circunstancia de inestabilidad potencial muy grande, porque la polarización ha llevado las cosas a un punto de que si el presidente Morales no es presidente podemos enfrentar una situación de crisis muy grave y eso no está bien; eso no habla bien del gobierno del presidente Morales", dijo Mesa."Volver a la política no quiere decir aspirar a la presidencia", aclaró el ex Presidente quien el próximo 12 de marzo entregará un libro testimonial sobre su paso por el poder y otro texto compartido con quienes compartió la administración del Poder Ejecutivo, tras la dolorosa "crisis de octubre" de 2003, que provocó la renuncia de Gonzalo Sánchez de Lozada, por efecto de la muerte de más de 60 civiles."Evo nos debió haber marcado en estos dos años, la garantía de estabilidad de largo plazo y de respeto a la ley de largo plazo; no podemos seguir sobre la teoría de que 'movimientos sociales' o grupos radicales del oriente, del occidente, del Norte o del Sur capturan y secuestran a un Gobierno o condicionan a un Presidente en función de su presión. Lamentablemente, los presidentes bolivianos están sometidos potencialmente al chantaje, a la presión y al secuestro y eso no puede ser", sostuvo Mesa al valorar desde fuera el ejercicio del poder.Recordó que él mismo vivió los efectos de una estrategia de desestabilización ejercida por grupos extremos establecidos en oriente y en el occidente del país, así como los partidos tradicionales que cayeron tras la crisis de octubre de 2003. Asimismo, sostuvo que el presidente Morales apoyó esta desestabilización, desde abril de 2005, lo que determinó su renuncia definitiva a la Presidencia de la República."No hay cosa más dramática que entrar en un diálogo en el que tú tienes buena fe y la otra parte no la tiene. Cuando el diálogo y el pacto son una excusa formal para darle a la opinión pública la idea de que tienes voluntad de hablar, pero que en el fondo ya has tomado una decisión de romper. Me da impresión que tanto el Gobierno como la oposición, hoy día, no están mostrando las cartas reales que tienen bajo la mesa", afirma el ex Mandatario al ensayar una proyección sobre el futuro político boliviano al que planea ingresar otra vez.Carlos Mesa sugirió a las partes actualmente confrontadas que se debe recurrir a la filosofía de la nueva Constitución y del Estatuto Autonómico, para hallar una confluencia a partir del diálogo. "Hay que recuperar el concepto de diálogo y pacto en su esencia filosófica; es indispensable que Bolivia, hoy que está enfrentando un momento tan difícil apueste -y que lo haga la oposición política y la oposición de las regiones- sin ningún tipo de miedo".Ante la posibilidad por la fuerza o violenta, Carlos Mesa no cree que la violencia sea una posibilidad real. "Ya el presidente Morales ha sufrido en su Gobierno la pérdida de 23 vidas humanas, que es mucho. Y eso sin que haya una orden expresa de que las FFAA salgan a la calle a ejercer represión. Hoy, la posibilidad de un estallido de violencia se enfrenta ante la conciencia ciudadana de que no se acepta de que el Estado reaccione con la represión; pero también hay que exigir a los sectores duros de cualquier sector político, que no aprovechen eso para provocar al Estado y obligarlo a ejercer represión", reflexionó Mesa."Está bloqueada la Constitución, están bloqueados los estatutos autonómicos, el país no está avanzando y cada una de las partes quiere imponerse sobre la otra, cuando lo lógico sería que nos detuviéramos en el camino para establecer un acuerdo que nos permita corregir los Estatutos Autonómicos y la nueva Constitución", añadió.