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sábado, 19 de abril de 2008

Germán Gutiérrez desde Sucre se pregunta porque la CNE cuyo fin es lograr la votación del pueblo se empeña en incitar a la no concurrencia?

El gobierno está perdiendo los estribos porque hace tiempo ya perdió la compostura en el manejo del Estado boliviano. En su manía de suponer que lo que dice y hace es la única verdad y que el género humano tembloroso le agradece sus esfuerzos, olvida que todas sus acciones realizadas hasta la fecha han sido un monumental fracaso político, por lo que a estas alturas debe costarles mucho persuadir a sus leales bases de que todo está bien. El último grave error ha sido ejecutado nada más ni nada menos por la Corte Nacional Electoral y qué pena que sea el señor Exeni, sobre el que tengo el mayor de los respetos, sea el articulador de semejante disparate que contribuirá a generar un clima de mayor incertidumbre en el enrarecido clima político nacional y por supuesto a un mayor desprestigio personal. El comunicado emitido por la Corte Nacional Electoral bajo el título "El 4 de mayo, la abstención no sufrirá sanción" me pregunto: ¿a quién le importa? excepto a los estrategas del disparate que están en el entorno presidencial, porque la ciudadanía seguramente asistirá masivamente a emitir su voto. Desde el punto de vista legal y de construcción de la democracia, qué extraño debe ser para la comunidad internacional que el principal órgano electoral de un país induzca al ciudadano a no votar, contrariando su propia naturaleza y el fin para el cual fue creado. Pero más extraño será si la Corte Nacional Electoral en su inocultable adscripción al gobierno nacional, promueve un referéndum confirmatorio del texto constitucional masista aprobado en Sucre y Oruro con claros signos de ilegalidad e ilegitimidad. Las cuentas que el señor Exeni y su Corte deberán luego rendir sonarán a incoherencia y a comisión de delitos. El gobierno ha caído en su propia trampa, en la medida en que trata de ilegalizar e ilegitimizar el referéndum del 4 de mayo, todas sus acciones, por el contrario le dan al reférendum mayor fuerza, legalidad innegable y legitimidad a rabiar. Los promotores del referéndum del 4 de mayo deben rogar a todos los dioses, santos y vírgenes habidos y por haber que el MAS siga metiendo la pata, que siga decidiendo y haciendo disparates, porque eso les permitirá tener una victoria rotunda y a un gobierno en retirada y perdidoso. Ni el gran despliegue propagandístico mediático, ni las amenazas, ni la extorsión, ni la represión, ni el miedo propalado por el MAS fueron capaces de cambiar el curso del referéndum del 4 de mayo. Si los estrategas masistas tuvieran algo de seriedad y de responsabilidad con el Presidente Morales, a estas alturas deberían estar latigueándose por los errores cometidos, porque han dejado que la odiada "oligarquía cruceña" se apropie de la idea de cambio y sean los de la media luna los que abanderen y vanguardicen el nacimiento de una alternativa al estado centralista obsoleto neoliberal que Evo Morales y sus boys defendieron con tanta energía digna de mejores objetivos. (su artículo está en LT página de editoriales)