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miércoles, 23 de abril de 2008

subeditorial de los tiempos califica a evo y la presentación de "sus 10 mandamientos" como el retorno de Moisés

Primera Plana pone ante sus ojos, la noticia, el acontecimiento mayor de cada dia ocurrido en Bolivia. Por las características del blog, este acontecimiento va resumido con un punto de vista periodístico. Cual una reencarnación del Moisés bíblico, el presidente Evo Morales ha planteado diez mandamientos "para salvar al planeta, la vida y la humanidad". Lo ha hecho ante una audiencia integrada por personas que comparten sus ideales, convocadas por el VII Foro Permanente para Asuntos Indígenas de las Naciones Unidas, pomposo denominativo tras el cual se advierte la intervención de una neoizquierda, especialmente europea, empeñada en aplicar en países del Tercer Mundo modelos que no ha podido imponer en sus países, por arcaicos y comprobado fracaso. El decálogo evista incluye "mandamientos" recogidos de infinidad de pronunciamientos similares que, si bien en algunos casos no se cumplen a cabalidad, son elementales y producto del sentido común renunciar a la guerra, desarrollo de energías limpias, consumir lo necesario, respeto a la Madre Tierra, el agua un derecho de todos, etc. Lo novedoso de la propuesta está en el "primer mandamiento": si se quiere salvar al planeta hay que acabar con el sistema capitalista. Recurriendo una vez más a las épocas de Moisés, parece que para el Presidente boliviano ese sistema es el peor azote que haya podido soportar la humanidad, comparable a las siete plagas de Egipto, cuando los hechos demuestran fehacientemente que el capitalismo, con sus componentes de libre mercado, libre empresa, incentivo a la iniciativa privada e individual, se impone en todos los países del mundo moderno. El "socialismo comunitario" que propone Morales como alternativa, no pasa de ser un enunciado confuso, carente de un plan científico que demuestre su viabilidad. El Presidente habla de una revolución; las revoluciones se hacen para avanzar, no para retroceder, que es precisamente el sentido al que parece dirigirse su modelo populista. Por lo demás, el tenor de la intervención de Evo Morales en el foro de Nueva York da lugar a suponer que se trata del inicio de una nueva campaña para hacer realidad una de sus máximas aspiraciones: el Nóbel de la Paz.