Primera Plana pone ante sus ojos, la noticia, el acontecimiento mayor de cada dia ocurrido en Bolivia. Por las características del blog, este acontecimiento va resumido con un punto de vista periodístico. Goebbels, el gran estratega de Hitler, cerca del fin, le dijo a un subordinado que el pueblo alemán se merecía el destino que le aguardaba, pues se trataba de un pueblo inferior, que los había engañado.
Hitler, por su lado habría expresado: "mientras más avance el enemigo, sólo encontrará en Berlín un desierto lleno de miseria y destrucción". Un colaborador habría advertido al Führer: "eso significa la pena de muerte para el pueblo alemán. Sin electricidad ni gas, sin agua, llevaríamos a nuestra patria otra vez a la Edad Media. Con esa orden le arrebata usted al pueblo alemán cualquier posibilidad de sobrevivir." Se dice que Hitler respondió : "Si perdemos la guerra, me importa un bledo si el pueblo desaparece (...) Si las cosas están así, no es necesario preocuparnos por la existencia del pueblo alemán. Al contrario, es mejor que desaparezca de la tierra. Este pueblo ha revelado ser el más débil de todos y, por lo tanto, la ley de la naturaleza nos dice que debe ser exterminado."
Se dice también que ante la caída del nacionalsocialismo Hitler intentaba que se abatiese una catástrofe apocalíptica sobre Alemania; para entonces el Führer ya era una ruina humana que vociferaba, era un paranoico que deseaba convertirse en héroe y mártir.
En la Bolivia actual, a nombre de hacer política se han liberado los demonios, los que una vez soltados ya comienzan a provocar daños, amenazas y terror. No es otra cosa la acusación de magnicidio a dos jóvenes que nada tienen que ver con los planes que les endilgan. No existen indicios ni pruebas de esta acusación, las evidencias muestran más bien que se trata de una situación armada por el ministerio de gobierno, que busca justificar el inicio de acciones de control político y violencia contra los cruceños. Hay también claras señales de un terrorismo de Estado, en el caso del atentado a un canal de televisión perpetrado en Yacuiba, donde se encontraron armas, explosivos y listas de personas que iban a ser amedrentadas.
Esto nos muestra la existencia de una organización terrorista que ha comenzado a actuar y que pretende llevar a cabo un plan paralelo que permita imponer un régimen totalitario pese a la oposición de la ciudadanía y sus instituciones.
Estamos frente a una terrible crisis estatal que nos muestran que en el gobierno existe un grupo dispuesto a acaparar todo el poder sin reparar en los medios que se tengan que emplear para ello.
El terror se muestra como una amarga y dolorosa realidad mientras la locura parece haberse convertido en Política de Estado. El Presidente y los miembros del Ejecutivo, no dan entrevista ni comunicados sin amenazas y términos ofensivos contra los opositores a sus políticas. Es así como el mandatario ha acusado de "ladrones" a los prefectos que rechazaron el revocatorio, sin reparar que su gobierno tiene un alto índice de corrupción, y ha provocado muertes por actos de violencia que nunca han sido esclarecidos.
A todo esto se suma la alianza del gobierno con las FF.AA y la policía, quienes están implicados en actos de represión y violencia que han sido perpetrados contra la sociedad civil. El gobierno también tiene aliados en organismos internacionales, uno de ellos es sin duda el Secretario de la OEA, Insulza, quien de manera abierta y sin reparos sale en defensa de todas las políticas propuestas por el Ejecutivo boliviano.
Son evidentes, los síntomas alarmantes que está dejando la anomia, la descomposición política y social de una sociedad que se desvencija a medida que se van dinamitando los pilares legales, que se van rompiendo los diques, y que amenaza terminar en una eclosión, en un coletazo de la caída de un Estado amenazado por un recrudecimiento de la violencia que ya se deja sentir.