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sábado, 4 de octubre de 2008

nos sorprende de nuevo guillermo capobianco cuando descubre lo que se esconde de la minicumbre de manaos

La ‘minicumbre’ de presidentes en Manaos (Brasil) demostró una vez más el pragmatismo de la estrategia expansionista de Hugo Chávez y la errática política internacional de Bolivia, ahora sometida a los lineamientos ideológicos, políticos y comerciales de la revolución bolivariana.Como trasfondo de las declaraciones respecto del impacto de la crisis financiera global y del capitalismo neoliberal, estuvo la concreción del millonario megaproyecto del eje vial interoceánico Manta-Manaos.Es un megaproyecto acariciado desde hace años por Ecuador para ofrecer al comercio mundial una alternativa frente al Canal de Panamá. Las embarcaciones de gran calado tendrán 30 días menos de espera frente al promedio de los 45 en el istmo, entre otras ventajas comparativas.Un negocio multimillonario de interés para Brasil y Ecuador que nada tiene que ver con la retórica antineoliberal del presidente Chávez, pues se trata simplemente de competir bajo reglas capitalistas y de ganar dinero.La presencia en la cita de Evo Morales fue al parecer meramente simbólica y decorativa. Es que el presidente Morales es un ícono mundial del radicalismo ideológico antiimperio estadounidense al haber ‘alineado’ a Bolivia en el eje Irán-Rusia-Venezuela como versión renovada de la antigua Guerra Fría.“No podemos vivir sometidos, es una cuestión de dignidad”, dijo Evo Morales ante la pérdida del mercado de Estados Unidos para la manufactura boliviana por la inminente suspensión de la Atpdea.En la cita presidencial no hubo ningún reclamo por la construcción de cuatro represas en el río Madera para la instalación de la gigantesca planta hidroeléctrica de Jiraú, que producirá 3.300 megavatios de energía eléctrica a un costo de $us 5.200 millones.El proyecto Jiraú, ya en ejecución, tendrá un impacto catastrófico en la Amazonia boliviana. Durante el primer año, después de la construcción de las represas, desaparecerá un 70% de la fauna ictiológica (peces) y las modificaciones del caudal y el lecho del río producirán inundaciones en toda la región amazónica.Pando y Beni, departamentos amazónicos abandonados a su suerte, están pagando ahora el precio de su vocación autonómica y democrática con estados de sitio, masacres y la persecución sañuda a sus líderes cívicos e institucionales.Entre tanto, el Gobierno del presidente Morales continúa pertinaz en su férrea determinación de implantar, a sangre y fuego, un sistema social comunitario en pleno corazón de la Unasur.Arropado por el amplio apoyo externo y posicionado como un Gobierno ‘revolucionario’ que lucha contra “la derecha oligárquica y los terratenientes de la media luna”, continuará ejecutando la estrategia de tomar, “por las buenas o las malas”, los departamentos rebeldes y meter en prisión a los gobernadores que faltan.El plazo fatal ahora es el 15 de octubre. Otra vez octubre. ¡Parece una maldición o el destino!
* memocapobianco@gmail.com