El presidente de Bolivia, Evo Morales, ha acusado este martes a la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA, sus siglas en ingles) de haberse dedicado a pinchar sus llamadas telefónicas al igual que hizo con el vicepresidente Alvaro García Linera, "como muestra clara de las labores de injerencia política que [la DEA] cometió en Bolivia" durante los últimos seis años.
Morales ha denunciado en el Consejo Permanente de la Organización de los Estados Americanos (OEA), que la DEA habría instalado una oficina en la Empresa Nacional de Telecomunicaciones (Entel) para realizar las intervenciones telefónicas de las autoridades del Gobierno y un grupo de diputados del Movimiento Al Socialismo (MAS).
El mandatario boliviano ha pedido que Washington deje de certificar la lucha contra el narcotráfico en la región sudamericana, "debido a las represalias y humillaciones que ejerce contra los países que no comparten su política económica y antidroga". En este marco, Morales ha solicitado al Consejo Permanente de la OEA que estructure una Comisión que controle la lucha contra el narcotráfico en la región, o, en su defecto la Organización de Naciones Unidas (ONU), con el propósito de contar con informes imparciales sobre los resultados alcanzados en materia antidroga.
"Hemos sido víctimas de grupos que operan contra un gobierno, contra un presidente, los pinchazos telefónicos. La DEA tenía en Entel, antes privatizada, un grupo que estaban controlando al presidente y al vicepresidente (...). No necesitamos agentes de la DEA para que estén controlando", ha puntualizado Morales en relación a las investigaciones financieras que hizo la DEA sobre el origen de su patrimonio. Asimismo, Morales ha precisado que probablemente Estados Unidos tenía buenas intenciones al crear organismos de lucha contra el narcotráfico, pero los embajadores y el cuerpo de paz han hecho un mal uso de éstos.
La representación diplomática norteamericana tendían que hacer un seguimiento de los venezolanos y de los cubanos como también de las autoridades de Bolivia", ha explicado.
El mandatario ha reconocido que Bolivia requiere de ese apoyo pero bajo el marco del respeto a la dignidad y soberanía de los bolivianos. "No porque es una potencia (Estados Unidos) va venir a controlar a Evo Morales, a los venezolanos y a los cubanos en Bolivia, o, entrarse a Entel para controlar las llamadas telefónicas", ha advertido. Según Morales, mientras sea el presidente la DEA no volverá al país y se opondrá con tenacidad a la instalación de cuarteles militares extranjeros, bajo el pretexto de lucha contra el narcotráfico y terrorismo, al garantizar una cruzada sin tregua contra la producción y tráfico de drogas. En ese marco, reiteró su interés de regionalizar la lucha contra el narcotráfico con el apoyo y concurso activo de todos los países sudamericanos, para hacer más efectivo este combate y se deje de depender de Estados Unidos.
(Digital de El País de Madrid)