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jueves, 18 de diciembre de 2008

el importante diario Los Tiempos publica en su página de editoriales el siguiente artículo de nuestro editor


En la agenda navideña más sombras que luces

Mauricio Aira

Toda la cristiandad espera la Navidad con alegría, con la esperanza de disfrutar profundamente de la paz de Cristo, prometida la primera Nochebuena por un coro de ángeles que entonó "et in terra pax homínibus..." paz en la tierra a los hombres y Gloria a Dios. Todos los años en nuestra Patria Bolivia durante el período navideño se suelen serenar los ánimos y retoma su espacio el sosiego que inspira la vida cristiana, fundamento de sabiduría que nos permite aceptar la voluntad divina siempre con alegría.
Todos los años menos éste cuando bajo la proclama del Jefe del Estado encuentra que tiene dos grandes enemigos al frente "los jerarcas de la iglesia y los medios de comunicación". Vaya linda manera de preparar la celebración pascual, con amenazas y diatribas a las que no deja de acostumbrarse el pueblo desde que aquel asumiera el poder. ¿Será posible que ninguno de sus asesores logre convencerle que al atacar a la parte se ataca el todo?
Recordemos desde siempre, la inveterada costumbre de atacar al embajador, pero no a su gobierno, al vice-ministro pero no al ministro, al subalterno pero no al jefe, al cardenal pero no al Papa, olvidando que en la iglesia el ordenamiento se da por el grado de responsabilidad geográfica, el párroco a nivel local, el obispo en su jurisdicción, el cardenal en el país, el Papa en el Planeta. Insiste el rompedor de la armonía que "los jerarcas son sus enemigos" , y uno de sus voceros pretende confundir cuando menciona a dos notables sacerdotes como Mauricio Lefevbre, oblato y Luis Espinal jesuita cual si ellos figurasen entre los rebeldes a la Iglesia cuando en verdad Mauricio fue el primer párroco de Siglo XX, precursor de Lino Granier que tuvieron por misión romper el comunismo ateo que había desterrado a Dios de las aulas y seguía la senda anarquista destructora del Estado y sus organizaciones.
En cuanto a Luis si se mimetizó con la lucha por la justicia social de la Iglesia que es una sola tanto en Rusia como en Polonia, en China como en Estados Unidos, fue martirizado y muerto porque en su semanario Aquí anunció que publicaría la lista de los pichicateros más importantes. Pocos días después descubrieron su destrozado cuerpo en las proximidades del matadero. Gobernaba Lidia Gueiler, y Arze Gómez y García Meza se aprestaban a tomar el poder. ¿Quién no sabe de un Antonio Zampa, franciscano de a pie que fundó cientos de escuelas en todo el agro potosino y que dejó su obra imperecedera "las escuelas de Cristo" antes de la Reforma Agraria, antes del Voto Universal, y la obra de monjas anónimas en hospitales, orfelinatos, asilos, leprosarios donde sembraron sólo amor y comprensión entre miles de bolivianos sin exigir nada a cambio?
¡Y los misioneros que todavía hoy conviven en ambientes inhóspitos con los más pobres y los más humildes de la familia boliviana! Y ahora, ¡oh ingratitud supina! de un plumazo se pretende desconocer el trabajo de los equipos eclesiales todo porque el Cardenal Terrazas se atreve a poner "el dedo en la llaga" y proclama el carácter cristiano y consecuente del hombre boliviano que sí ha vivido y quiere seguir haciéndolo con Dios y con la Ley.
En cuanto a los medios, es posible que exista más de uno que dé prioridad a los valores comerciales por encima de la ética y la moral, es posible que algunos se vendieran ocasionalmente a los gobiernos de turno para hacerles propaganda o como se dice hoy "darles cobertura" a todas sus acciones oficiales. Son la mayoría de esos medios verdaderos servidores de la comunidad, con la noticia, la investigación, el debate constructivo, eso sí, en el marco del respeto a los Derechos Humanos y garantías ciudadanas. Los incondicionales, los que elogian, aplauden sin chistar por todas las medidas del gobiernos se pueden contar con el dedo de la mano. Se olvida que no existe pueblo libre en el mundo, sin una prensa libre, sin la mordaza y los condicionamientos a que los someten las dictaduras.
En lugar de propiciar un clima de paz y armonía, de comprensión entre todos los bolivianos y del arreglo de las diferencias que aún subsisten como en toda obra humana que siempre es perfectible, continúa la siembra del odio, sistemáticamente se está persiguiendo la división del pueblo, se rechaza por norma el derecho a disentir olvidando el derecho de las minorías que es tan respetable como el de las mayorías. Estamos seguros que dentro del MAS y del mismo Gobierno existen cristianos de verdad, bolivianos cuerdos y sabios que están llamados a orientar a su dirigencia y detener éste descenso hacia el despeñadero que puede terminar en la destrucción de sus promotores.