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lunes, 22 de diciembre de 2008

la tal amalia es un escarnio para el periodismo. vendida en cuerpo y alma al grupo de poder presidido por quintana se ha convertido en instrumento...

de la más descarada propaganda
palaciega de donde recibe su salario, los bonos y algo más en clara negación de
valores que defendió en otro tiempo, cuando no era nadie y cobijada bajo la
visera generosa de carlos mesa, cobró notoriedad por su virulencia y agresividad
en contra de los poderosos de entonces. pobreza espiritual que asquea y de la
que se ocupa centa reck en:


la entrevista inolvidable

Ocurrió la noche del viernes, cuando inesperadamente apareció la periodista Amalia Pando haciéndole una entrevista al Ministro de la Presidencia Juan Ramón Quintana.
La entrevista tuvo tres tiempos o actos.
En la primera parte, Juan Ramón se abocó a hablar de los supuestos “conspiradores” entre los que se cuentan las autoridades cívicas y prefecturales de la Media Luna “fértil” (término que aparece en el libreto del informe de Unasur).
La versión en comprimido de esta parte del cabildeo giró sobre el guión de los conspiradores del Oriente de Bolivia bajo las supuestas gestiones del embajador de los EEUU, Philip Goldberg. Pésimo libreto, sin pruebas, pésimamente hilvanado, pero necesario para que Amalia y Juan Ramón comiencen a “vender su charque” del golpe cívico- prefectural- imperial, necesario a los fines de justificar la incursión militar y posterior medida de Estado de Sitio dictado en Pando.
A la hora de la hora, valen las historietas de los pity Yankis como les dice Chávez para obnubilar las mentes de sus huestes. A esta altura de la entrevista Amalia que por cosas del destino se apellida Pando, acuñaba frases célebres como “corren otros vientos en el mundo” haciendo referencia a que ese es el motivo por el que Unasur ha podido hacer girar las aspas de su ventiladora; también dijo “el mundo está cambiando” y se vienen nuevos vientos, quizás tratando que los de la década del setenta recuerden a los Iracundos cuando decían “el mundo está cambiando y cambiará más, el cielo se está nublando para ponerse a llorar y la lluvia caerá, luego vendrá el sereno”, y lo que nos cayeron fueron el terrorismo y las dictaduras, las guerras sucias, etc, etc.
A esta altura de la entrevista Quintana hablaba usando como muletilla “hemos”… ampliado la frontera agrícola, hemos hecho grandes esfuerzos y patatín patatán… tratando de dejar por sentado que él es un actor importante del presente gobierno, que no es cuestión de hacerlo a un lado, que nadie podrá marginarlo “del proceso” por si las dudas.
Amalia avanzó un paso al frente prometiendo que después del corte preguntaría a su invitado sobre esa acusación que se le hace de ser el “Montecinos” del gobierno…
El ritmo de la entrevista se acercó a aquella vez que la Sra Pando tuvo en el mismo set a Linares, el de la cooperativa Sudamérica y del Plan Nacional de Viviendas sociales del ministerio del ramo, justo en el momento que se destapó la gran estafa por la que Linares tenía que responder a los requerimientos de un fiscal y juez, que luego lo dejaron libre de pluma y paja por supuesto, y hasta el momento muy bien gracias porque no pasa nada por ese lado.
En la segunda fase de la entrevista, Ramón Quintana invocó ciento veinte mil veces la figura del presidente. Lo puso de espaldas, de frente, de perfil y lo calificó como inteligente, gran hombre, articulador, ensamble perfecto, pero al final de todo ese gran discurso dejó deslizar la idea de que nunca tomó ninguna decisión al margen del Presidente, nada fuera de sus órdenes, y esto si que es una pieza de reliquia en la “entrevista”, un arte al más fino y fiel estilo relatado por Maquiavelo, halagar para remacharse y ampararse en la figura central de la historia.
Amanda arreaba los bueyes y le jalaba la lengua hasta que acabó por darle a su entrevistado el título de “hombre fuerte del Presidente”. Mientras Quintana para despistar sobre lo que acababan de hacer soltó nuevamente la ventiladora verbal sobre Branko Marinkovich llamándolo “conejo” que está escondido en su madriguera, burlándose de que está siendo perseguido, mientras él y Linares gozan de libertad, de sobre presunción de inocencia, mientras ellos que están acusados de corrupción, no aclaran nada y siguen felices, campantes, contando su versión de la historia oficial boliviana.
La emprendieron luego con la justicia boliviana, acusándola de no mandar a la cárcel a los sediciosos y terroristas de la Media Luna (fértil), para aterrizar con ayuda de Amalia en la “feliz noticia”, según la propia expresión de Quintana, de que finalmente el lunes iría feliz a declarar al Congreso.
El tercer acto de la entrevista, estuvo dedicado al ex General Cesar López, el principal acusador del ministro y anterior Director Nacional de Aduanas, planteando que encontró el departamento de Pando como tierra fértil de un desorbitante y millonario contrabando de mercaderías, oro, madera, armas, narcotráfico. A esta altura contó la historia de las mafias y de la “cosa nostra” que monopolizaba el manejo de los ingresos de la Zona Franca.
La entrevista inolvidable había llegado a su clímax con el guión montado sobre un “salvador” condenado por los corruptos. Un “Mesías” sacrificado por salvar el mundo mafioso que imperaba en el departamento de Pando antes de su llegada.
Amalia se mostraba más solícita y preguntona que al inicio, remachaba cada concepto exculpatorio, pero no le preguntó ¿por qué recién vino a denunciar ahora la supuesta gran cadena de corrupción de Pando?
Amalia no se mostró perspicaz para preguntarle a Quintana ¿por qué le peleó el puesto de la corrupción a su compadre y apadrinado Cesar López? ¿Porqué puso al Almirante Bandeiras como prefecto?
Juan Ramón Quintana se llenaba la boca diciendo que en Pando faltaba la presencia del Estado y que esto no iba a volver a ocurrir, mientras Amalia decía haber quedado “lela” con los alcances de la corrupción que acababa de escuchar.
Quintana, no dijo para que se estaría utilizando la llamada “presencia del Estado” manejada discrecionalmente, a su libre albedrío, con serios indicios de abuso y tráfico de influencia. Por supuesto que no expresó nada de esto, y su ángel de la guardia lo protegió hasta que cayó el telón cerrando un capítulo más de esta tragicomedia.