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martes, 6 de enero de 2009

tres años perdidos para volver al comienzo. dolor luto desencuentro. la irreverente actitud de evo en materia autonomista nos dice dante pino

Cuando el ex Prefecto Manfred Reyes Villa convocó a un mitin público para revertir la decisión del pueblo de Cochabamba expresada en el referéndum por las autonomías, el gobierno lo tachó de conspirador, separatista y enemigo de la patria. Tal fue su furia por ese atrevimiento que desencadenó luego una confrontación con muertos en el pleno centro de la ciudad.
Cuando el ex Prefecto José Luis Paredes se declaró partidario de la autonomía en La Paz, el gobierno lo descalificó, le quitó toda posibilidad de tener recursos para hacer obras por el Departamento, le descalificó acusándolo de haberse enriquecido indebidamente, le hizo secuestrar con mandato palaciego y pago una fortuna en propaganda para hacerle ver como un neoliberal inservible.
En la otra vereda, el Prefecto de Oruro aprovechaba cuanto espacio le daban los medios para “aclarar” que autonomía era igual a separatismo y oligarquía neoliberal. Por eso los orureños no iban a promover semejante idea. Por su parte el Prefecto de Potosí deambulaba entre el “Potosí Federal” grito que siempre salió en las calles ante el olvido ancestral de los gobiernos centralistas y la consigna masista de oponerse a las autonomías.
Todo esto llevó a la tristemente recordada Asamblea Constituyente a incorporar en su cuerpo constitucional autonomía de todo tipo y para todo gusto. Con lo cual se creó catorce niveles de desquiciamiento del orden nacional, según expertos en la materia.
Al final el tema de las competencias autonómicas fue la distancia que separó a la intención del masismo de -dar al mismo tiempo que negar- las autonomías y la posición asumida en los Estatutos Autonómicos de la media luna.
Yo no comparto la actitud de PODEMOS de pensar que el tema fue zanjado y de haber facilitado con su intervención la modificación del contenido autonómico de la constitución masista. De lejos hay una clara hegemonía del centralismo estatal respecto a la capacidad de decisión política y administrativa que buscan las autonomías de verdad.
Pero al final del día; resulta que el hermano Evo decide dar un giro total y volver al punto de partida, del cual se separó sin explicación convincente alguna y gritar ¡Autonomía! Ni bien lo escucharon sus activistas, todos se pusieron a coro. Y después de palos, balas, muertos, machetes, acusaciones de separatismo, oligarquía y vende patrias, ¡el M.A.S. ahora es AUTONOMISTA!
Como la historia en Bolivia tiene esos rasgos que la convierten en novela, resulta que al Palacio asisten con el cartel de autonomistas los que no eran tal y los que tienen un mandato de sus pueblos que dijeron NO a las autonomías. Mientras que no asisten los que recibieron el mandato del SI y votaron para que existan las autonomías.
La reunión trata de su implementación. Presidente a la cabeza, Vicepresidente al lado y Ministro Quintana – Camiones al otro, y sus Prefectos nominados a dedo, es decir los enemigos de las autonomías juntos para ver como la ponen en marcha.
¿Para esto se descabezó a los Prefectos de Cochabamba y La Paz? ¿No que eran estos los que pedían al hermano Evo que aceptara el proceso para poner el país en marcha? ¿No se forzó a la media luna a votar por sus Estatutos ante la tozuda negativa masista para aceptar las autonomías?
Tres años perdidos para llegar a este punto. Días de luto y desencuentro. Es el M.A.S. en su pura expresión. Pero ni aún con esta conducta ambivalente, pendular y traidora pueden convencernos de su conversión autonómica. No les interesa la autonomía, ni les importa, ahora, las 36 nacionalidades que no alcanzan a ese número ni son tales. Lo que quieren, lo que aspiran, lo que buscan y lo que pretenden conseguir es la REELECCIÓN del hermano Evo. En aras de este objetivo si necesitan convertirse al neoliberalismo lo harían sin dudar.