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miércoles, 30 de diciembre de 2009

...la reconciliación, la paz, la unidad, la libertad y la democracia serán sólo un engaño y una frustación" texto valioso rescatado de La Prensa. LP.

del último mensaje presidencial...

La unidad, que también expresó como un deseo para Bolivia, debe estar precedida de ese reencuentro familiar. De esa concienciación de que todos los nacidos “en esta hermosa tierra” tenemos los mismos derechos y las mismas obligaciones. Que no hay ciudadanos de primera ni segunda categorías, que todos, con nuestras diferencias y propias características, somos iguales.

Todo aquello podrá darnos la paz que tanto necesitamos, no sólo en nuestras conciencias, sino también en nuestros corazones, para aunar esfuerzos y lograr el desarrollo con justicia social, que desea el Primer Mandatario.

No menos certeros fueron sus augurios de una Bolivia en libertad y democracia. Estas dos palabras jamás deberían ser añoradas en nuestro país porque la libertad es la base de la democracia y los bolivianos queremos vivir sin restricciones de ninguna naturaleza. Queremos un país en el que desaparezca el temor de ser encarcelados por expresar ideas diversas, pensamientos variados, por diferentes que sean a los que detentan el poder. Queremos que pensar diferente o ser opositor político no sea motivo de venganzas ni castigos.

El Presidente debería también poner en práctica esas palabras llenas de valioso contenido y ordenar que se dé fin a las injusticias, a las arbitrariedades, a los abusos, persecuciones y a la intolerancia en los que su Gobierno está incurriendo. De lo contrario, la reconciliación, la paz, la unidad, la libertad y la democracia sólo serán un engaño y una frustración más para los bolivianos.