qué viene después del Dakar?
además de las inteligentes apostillas de Moira Sandoval,
tomando en cuenta el exagerado gasto publicitario,
la movilización innecesaria de 15 mil uniformados,
las ilusiones fantasionas de EMA y su séquito. lindo texto
En sus
varias versiones en Europa, Africa y Sudamérica, el rally DAKAR constituyó una
actividad deportiva extrema de gigantescas connotaciones económicas,
representando un negocio donde los intereses financieros son determinantes:
como la decisión de ASO de que la versión 2014 del DAKAR, no atraviese Perú.
Se tiene
certeza, que es una actividad que violenta el hábitat de las especies vivas por
donde atraviesa, recibiendo observaciones por el impacto ambiental que produce.
En Perú, el director del Museo Paleontológico Hönniger de Lima, demostró que la
competencia dañó las zonas arqueológicas dejando daños irreparables en restos
paleontológicos, en la zona de Ocucaje del desierto de Ica.
También se
tiene la creencia de que este Dakar versión 2014, podría dar beneficios en el
ámbito turístico, para la región del Salar de Uyuni, por el efecto
propagandístico desplegado, y que debería manifestarse en un movimiento
económico significativo.
Se dice
además, que es una competición elitista: ni quien lo dude. La mayoría de
nosotros -aunque tengamos afinidad con el deporte tuerca y fuésemos buen
piloto- solo podemos aspirar a ser espectadores, pues no cualquiera puede
invertir por encima de 100.000 dólares para ser competidor (de hecho hasta hay
un príncipe de Qatar, campeón el 2011). En ese contexto, se sabe que los
pilotos nacionales y otros sudamericanos han hecho grandes esfuerzos para
participar, gestionando auspicios y apoyo económico de la empresa privada.
Además de
considerar esos elementos, nadie puede dudar de su naturaleza deportiva y de
alto riesgo, para la cual los más importantes y osados pilotos y navegantes del
mundo -con sus equipos técnicos- se preparan con la mística del que sabe que
arriesga la vida. Por ello, es bueno saber que la ASO -organización a cargo del
DAKAR- cuenta con gente experta preparada en estos avatares, así como equipos
médicos completos, con el fin de preservar la vida de participantes y
espectadores, donde el competidor accidentado, puede ser trasladado en cuestión
de minutos vía helicóptero, al centro de salud idóneo más cercano.
Como otros
fans del deporte tuerca, quiero emocionarme viendo los cuadratracks y las motos
con bandera boliviana, pasar raudamente por las mágicas rutas del Salar. Por
ello resulta incómodo el oportunismo electoral, sobre el enfoque del DAKAR, que
publicita en medios oficialistas como si la participación de los competidores
bolivianos, fuera mérito del gobierno, pretendiendo ignorar que se debe
únicamente al esfuerzo personal de dichos deportistas.
Entonces,
ante la ansiedad colectiva generada por el DAKAR, impregnada de la psicosis y
desesperación electoral del oficialismo, es oportuno recuperar algo de
objetividad:
Claramente,
el rally DAKAR cambiará únicamente la vida de los pilotos participantes, al
modificar su lugar en el ránking mundial del automovilismo, e influirá sin duda
en la economía de aquellos hoteles atestados de turistas.
Pero no
será determinante en la economía nacional ni para mejorar la calidad de vida de
los bolivianos. Lo sería, si al menos como resultado de aquélla competición, el
gobierno hubiera invertido los recursos prometidos, en mejorar las condiciones
de infraestructura de aquélla región, beneficiando a los pobladores de los
alrededores del Salar de Uyuni.
Menos mal
que ASO dispone de una logística propia de excelencia, pues si dependería del
apoyo operativo del Estado Boliviano, de seguro estarían en gran riesgo, pues
por aquéllos lugares no se ha intentado equipar el centro de salud más cercano
y menos aún, construir uno de primer nivel.
Distinto
de lo ofrecido, sólo se gastó en propaganda para engrandecer la gestión del
presidente Morales, por obtener el ingreso del rally a territorio nacional. De
hecho, la Asamblea Legislativa Dptal de Cbba. aprobó una norma para recortar
550.000.- Bs. del presupuesto destinado a químicos y fármacos para atención
gratuita del hospital Viedma, y 100.000.-Bs. de Fautapo, incremenando en
650.000.-Bs. los fondos de promoción turística del departamento, para el DAKAR
2014.
En este
sentido, un evento de naturaleza deportiva indiscutible, en nuestro país tendrá
connotaciones políticas. Estarán en primera fila ministros y autoridades, a
diferencia de otros países, donde se circunscribe a un evento automovilístico,
sin protagonismo de las autoridades. El gobierno lo convertirá en un evento más
de la agenda de campaña para las elecciones presidenciales.
Para eso
está invirtiendo esfuerzos y recursos públicos, transtornando un evento
deportivo de primer nivel, en un grotesco intento de plataforma electoral para
los candidatos oficialistas. Todo ello aprovechando el entusiasmo de los
ciudadanos que pretenden presenciar el paso de los célebres competidores, y
ante el silencio sepulcral de los líderes de oposición -que siempre tan
candorosamente siguen el libreto que marca el gobierno- en esta ocasión a
título de patriotismo deportivo. En ese contexto, no será sólo un espectáculo
deportivo lo que observarán quienes acudan a alentar a los pilotos bolivianos:
todos serán parte, forzadamente, de la escenografía pre-electoral de los
candidatos vitalicios Evo y Alvaro.
Luego del
paso del DAKAR, el estado plurinacional continuará con sus tremendos contrastes
entre los que no saben cómo gastar sus nuevas fortunas vs. los no saben cómo
llegar a fin de mes y, padeciendo de gigantescas injusticias. Si dudan de esta
última afirmación, pregunten a las autoridades legítimamente electas del
CONAMAQ, que vienen sufriendo un descomunal abuso de poder, y a sus bases,
habitantes de los ayllus por donde justo pasará el DAKAR, que no verán una
mejoría en su calidad de vida.
Por lo
tanto, después del DAKAR, Bolivia será la misma, su economía no habrá sufrido
grandes transformaciones, ni siquiera para un mediano plazo. Eso reflejan las
experiencias de los países por donde pasó el rally DAKAR.
En tal
sentido, la publicidad oficialista sobre el DAKAR crea sobredimensionadas
expectativas, pues al pasar por Bolivia la ruta del rally con toda su
rutilancia, afecta la autoestima nacional, en la ingenua idea que por estar
compitiendo nuestros pilotos con aquéllos de potencias extranjeras, muchos
vivirán la ficción de que ya somos un país del primer mundo y que nuestros problemas
están resueltos. Y al día siguiente volveremos a la realidad.
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