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lunes, 30 de junio de 2014

gesto que ha despertado simpatía y apoyo general. "mi retrato no tiene porqué estar en todas las oficinas" aseguró Luis Guillermo Solis presidente de Costa Rica. "las obras no son mías, son del Gobierno. no de un funcionario en particular" ninguna placa suya en entrega de obras...Evo debería aprender, porque cuando "se caiga" todo signo de "egolatría" será borrado.


 La decisión del presidente de Costa Rica, Luis Guillermo Solís, de prohibir mediante un decreto supremo que su nombre figure en placas inaugurales de las obras públicas y que su retrato se cuelgue en oficinas públicas, ha desencadenado en las redes sociales una inusitada ola de simpatía y apoyo. La actitud de Solís ha sido bien recibida en todas partes, pero la buena acogida ha sido especialmente notable en Venezuela y Argentina, países cuyos mandatarios han adoptado una actitud opuesta.
Los argumentos con los que el presidente costarricense ha fundamentado su decisión son de lo más sencillos. “Las obras son del país y no de un Gobierno o un funcionario en particular”, ha dicho, dando al gesto un contenido que va mucho más allá de lo simbólico. Refleja toda una manera de ver las relaciones entre el poder político, la sociedad y sus instituciones, muy diferente a la inspirada en todas las formas de caudillismo.
Desde ese punto de vista, el culto a la personalidad en cualquiera de sus formas, incluso las aparentemente más inofensivas, es un vicio que a lo largo de la historia ha hecho y sigue haciendo mucho daño a los países latinoamericanos por lo que su erradicación es algo que merece tratarse como una política de Estado.
En el polo diametralmente opuesto a esa visión están países como Cuba, Venezuela, Argentina y Bolivia –en ese orden–, países en los que la adulación a los gobernantes llega con frecuencia a niveles grotescos, directamente proporcionales a la debilidad de sus instituciones. Una relación que de ningún modo es casual, como es fácil constatar a la luz de la experiencia histórica

miércoles, 25 de junio de 2014

Karen Arauz se adentra en la situación financiera argentina y escribe "Oda a la Insensatez" la actitud de Cristina y sus corifeos. no atinan a salir del tremendo embrollo ante la Justicia Internacional y se adentran en el abismo por no pagar a tiempo, por no pagar lo suficiente. por no proceder con seriedad.


oda a la insensatez


Cuando la Corte de Justicia de Nueva York falla contra la Argentina sobre que ese país debe cumplir perentoriamente con los compromisos adquiridos en forma de bonos, descubre el escenario donde lo más granado del surrealismo de los socialistas del siglo XXI han puesto en escena bajo la magistral dirección de la señora Cristina Kirchner.
Calificar a los tenedores de los bonos que Argentina entregó en momentos de extrema urgencia como "buitres", es una conveniente maniobra política dramática para lograr la solidaridad de los incautos y exaltar el patrioterismo. A nadie le gusta imaginar que los carroñeros están dando vueltas sobre su país porque huele a cadáver. Y como todo este entuerto comenzó el año 2001, (aunque es claro que se aplazaron en las negociaciones de 2005 y 2010) sirve para convencer a algunos, que esta es la herencia con la que -pobres- los Kirchner, han tenido que lidiar en estos diez años de su reinado sin poder hacer nada que no sea por ellos mismos. No lo han hecho ni por su país ni por los demás.
Los economistas allá y en todo lado, están debatiendo cómo hace la Argentina para salir de ésta. Ya no alcanza ni para bicicletear con sólo intereses. La palabrita  sofisticada "default", significa que no les queda más que renegociar sus obligaciones vencidas porque ya no hay quién les dé una mano. A Cristina Kirchner, alguno de los genios que tiene a su alrededor manejando la economía y las finanzas,  le aconsejó entrar con volapié. Estos "buitres" extorsionadores no nos van a arrodillar, sobre su cadáver -poco más o menos- esos usureros mal nacidos no se saldrán con la suya y otra serie de delicadezas por el estilo, sin contar que se estrelló como si fuera uno de sus propios, contra el juez que dictaminó que se acabó el tiempo de la fanfarria.  La Cámpora que son los grupos de choque sustentados por la Casa Rosada a modo de movimientos sociales, aplaudían frenéticamente el arranque de patriotismo y dignidad de su jefa. Las bobas expresiones  de asentimiento con que por su parte acompañaba el hoy seriamente indagado por corrupción vicepresidente Boudou,  rodeaba todo con un aire de tragicomedia.
Sin embargo, cinco días más tarde, alguien -prestado con seguridad- aportando neuronas y experiencia, hizo que el discurso cambiara y que se presentara una bastante menos aguerrida Presidente, ensayando fórmulas para suavizar las cosas y empezar a escoger abogados y financistas, que se vayan a Nueva York a charlar con el malvado juez Griesa que está visto que no se rinde a sus encantos y además, sonreír a los opositores para que la ayuden a ver cómo le hacen. La situación es una oda a la irresponsabilidad.  Hace unas horas el periodista Jorge Lanata, reunió en su programa de televisión a diversos profesionales que están como todos, tratando desesperadamente de hallar una fórmula que frene la caída libre de su país.  Las exposiciones, algunas realmente brillantes, demuestra que la oposición argentina, sabe que su concurso es vital para salvar la situación. Sólo que a cambio, tanto Cristina Kirchner como su genial equipo de la "década ganada" tendría que dar un paso al costado.
Se dijo que las negociaciones con el Club de París, fueron una chambonada. La fascinación que tiene Cristina con lo parisino, está circunscripto sólo a Cartier, Louis Vuitton y Chanel. Cuando hace un par de años los "buitres" se apoderaron de la Fragata Libertad que es el buque escuela de la Armada Argentina, fue porque ni se tomó la previsión de ponerla en la lista de los inembargables bienes del Estado.  El INE argentino llamado INDEC, para mantener la fachada decorada, estuvo mintiendo sobre los índices de inflación.  Estas mentiras -además para que el FMI no los zarandee- le dieron a los acreedores una falsa imagen que sí recuperarían su dinero con  ganancias sin necesidad de meter una llave inglesa al engranaje de las finanzas argentinas. Si las cosas van como parece irán, Argentina tiene que pagar 15 mil millones de dólares hasta el próximo año, que no incluye los 10 mil millones con los que debe compensar a Repsol por la estatización.
Los gurús kirchneristas han cometido el más capital de los pecados: echarle mano a las reservas internacionales. Se han desembolsado fondos del Banco Central  para proyectos esotéricos, pues nadie conoce estudios de la rentabilidad menos capacidad de recuperación de demagógicos pero encandiladores emprendimientos y el Banco Mundial ya ha predicho que el crecimiento este año será, cero. Es un misterio en qué se ha invertido, dicen, un total de 350 mil millones de dólares en esta década.  Con esas perspectiva, quién confía en timberos expertos en  abrir agujeros cada vez más grandes para tapar los anteriores.
Es que jugar constantemente al populismo y al narcisismo aderezados con rampante corrupción,  acarrea una cierta alteración mental.  No pensemos en nuestra cuentita por el gas ni ahondemos en parangones de despilfarro e irresponsabilidad. Nosotros estamos muy ocupados cambiando nuestro centro de gravedad.

Karen Arauz

viernes, 20 de junio de 2014

la explicación del porqué Bolivia no brinda a sus ciudadanos el confort y beneficio de "una economía de bonanza?" la respuesta: estructura económica del país, extractivista y rentista, basada en la explotación de recursos naturales, un modelo que en realidad no ha cambiado desde la época de la Colonia. hostil al capital extranjeroy sin seguridad jurídica que garantize plenamente la propiedad privada.


 Contrariamente a lo que se podría imaginar, especialistas críticos al Gobierno reunidos en el foro “El Estado de la Economía” organizado por la Fundación Nueva Democracia, coincidieron en Santa Cruz, que más allá de las exageraciones, los “chanchullos” estadísticos y la gran creatividad con la que se maneja la contabilidad del país, las cifras macroeconómicas de Bolivia están muy bien y ponderaron el crecimiento, la inflación controlada, la disciplina fiscal, los excelentes números de las exportaciones y hasta se atrevieron a afirmar que las autoridades no son tan corruptas ni tan derrochadoras como se las pinta, pues de lo contrario estuviéramos en graves problemas como Argentina o Venezuela.

Pero los expertos dicen estar hartos de la macroeconomía, un asunto que vienen proclamando los políticos desde que derrotaron a la hiperinflación en 1985 y que los organismos internacionales no dejan de alabar porque justamente les interesa prestarle dinero a Bolivia, como lo vienen haciendo en plena época de bonanza, hecho que no se explica, pues si hay algo que repite una y otra vez el Gobierno es que le sobra plata gracias a su “excelente gestión”.

Los participantes del foro, entre los que se encontraban Gonzalo Chávez, Juan Antonio Morales, José Luis Parada, Gary Antonio Rodríguez, Teófilo Caballero y Henry Oporto, dicen que después de 30 años de estabilidad económica, lograda incluso en tiempos de “vacas flacas”, no se puede seguir dándole las mismas respuestas a la gente y que lo conveniente es marcar algunas preguntas.

¿Por qué el crecimiento de Bolivia, uno de los más altos de América Latina, no se traduce en mejoras significativas en la calidad de vida de la población? ¿Por qué la bonanza económica de diez años no ha servido más que para conseguir modestos logros en la lucha contra la pobreza extrema? ¿Por qué seguimos siendo uno de los peores lugares para invertir en el continente? ¿Por qué estamos muy lejos de seguir los pasos de Chile o Perú y que es imposible convertirnos en una potencia, como tanto pregonan los gobernantes en las cumbres? ¿Por qué no llegan los capitales a nuestro territorio pese a que las autoridades afirman que el modelo boliviano es admirado y copiado en muchas partes del mundo?

La respuesta es muy simple y tiene que ver con la estructura económica del país, extractivista y rentista, basada en la explotación de recursos naturales, un modelo que en realidad no ha cambiado desde la época de la Colonia. Bolivia no está generando oportunidades para otras actividades económicas, no está industrializando y su crecimiento está basado en la promoción del consumo gracias al aluvión de ingresos que llegan por el incremento de los precios internacionales. Lo peor de todo es que el régimen gobernante ha proscrito los términos de productividad y competitividad, sigue comportándose hostil hacia el capital extranjero y la inseguridad jurídica continúa siendo un freno para las empresas.

Pero la peor noticia es que la economía boliviana sigue siendo tan frágil y tal vez más que antes porque ha incrementado su dependencia de las materias primas, gas y minerales, productos sujetos a los precios internacionales que tantas veces le han jugado mal a Bolivia, pasando de “príncipe a mendigo” en un abrir y cerrar de ojos. Y ese riesgo puede estar a la vuelta de la esquina, pues ya es un hecho la tan anunciada desaceleración de las economías emergentes, que nos pagan tan bien por el momento y tanto la demanda como los valores podrían disminuir.
¿Por qué el crecimiento de Bolivia, uno de los más altos de América Latina, no se traduce en mejoras significativas en la calidad de vida de la población? ¿Por qué la bonanza económica de diez años no ha servido más que para conseguir modestos logros en la lucha contra la pobreza extrema? ¿Por qué seguimos siendo uno de los peores lugares para invertir en el continente? ¿Por qué estamos muy lejos de seguir los pasos de Chile o Perú y que es imposible convertirnos en una potencia, como tanto pregonan los gobernantes en las cumbres?

martes, 17 de junio de 2014

Karen Arauz comenta sobre "la cumbre", sus observaciones agudas y oportunas muestras facetas no del todo conocidas de esas jornadas de boato y despilfarro que ha vivido el país. se lee con gusto y de corrido.



La más grande campaña del mundo

karen arauz


Los asiáticos, debido a sus rasgos físicos característicos, dejan entrever muy poco. Inmutables expresiones faciales, lo dejan a uno siempre con la duda de cuál ha sido su verdadera reacción ante determinadas circunstancias. Y peor aún, si son la quintaescencia de la diplomacia. Es imposible ver el brillo de sus ojos, menos notar los cambios en sus pupilas. Por ello es que siempre los rodea un aire de misterio. Sus pensamientos son insondables y sus expresiones, como la de algunos aymaras, están grabadas -si ya no en piedra-al menos en jade.

La alta burocracia internacional, sabe muy bien sacarle provecho a estas reuniones, algunas como la que acaba de concluir con un boato digno de las Mil y Una Noches,  considerando que se trata de un cónclave de los países de menor progreso en el orbe donde sobre todo la salud y la seguridad se esquivan porque son temas embarazosos.  A qué extremos llega la diplomacia, que ni siquiera se hizo el más mínimo ademán de resistirse a compartir mesa con personajes como Mugabe,  Obiang...o Castro.  Es incomprensible que nadie preguntara por el ex Ballet de Cuba por ejemplo. No causa extrañeza, que la Alta Comisionada para Los Derechos Humanos de la ONU Navi Pillay haya tirado la toalla en días pasados. Los discursos rimbombantes preparados por bien remunerados pongos intelectuales de absolutistas y dictadores, en algún momento tienen que colisionar con la conciencia de unos cuantos. 

Bolivia,  ha hecho una demostración de lo que es ser un buen anfitrión aunque la procesión vaya por dentro.  Tenemos que reconocer que los bolivianos somos muy así. Todos en algún momento, asistimos por ejemplo a una boda pantagruélica, donde el término "tirar la casa por la ventana" no es entendida como el "tirarse por la ventana de la casa" una vez que llega el momento de saldar cuentas. Y El Gran Poder, coincidentemente en la misma fecha este año, es otra demostración, de que sarna con gusto no pica.

Así que no es de extrañar que el gobierno plurinacional, que -obvio- no tiene ningún problema de liquidez, menos de déficit que tenga que equilibrar, ni cuentas que tenga que rendir al menos por ahora, haya sido el marco para que se declare -una vez más- que la prioridad del selecto grupo de agasajados, es la erradicación de la pobreza. Sarcasmos aparte. Ahora, la concurrencia masiva de mandatarios, invitados con todo incluido,  reducida en esta cumbre a la mínima expresión, debería ser causal de la remoción del embajador ante la ONU, por un lobby muy mal hecho.

Toda la parafernalia egocéntrica puesta en marcha, pródiga en  aplausos foráneos, no será necesariamente traducida en votos en octubre. Cualquiera que haya estado en una campaña electoral, sabe que la gente, es mucho más viva que eso y es frecuente ver a los jóvenes, -lucir como trofeos- al menos cuatro camisetas de diferentes agrupaciones políticas, una sobre otra. Aclaman con el mismo fervor, guardándose para sí, su intención de voto para cuando llegue el momento preciso. Y la sabiduría popular entiende que los mejores no son los que más gastan en baratijas. Las elecciones siempre tienen su sesgo prebendal, pero no consiguen despertar respeto y confianza, aunque sí mucho de oportunismo, que en este caso, es recíproco.

Los ribetes grotescos del ágape, vivieron su clímax con la  aclamación  de los movimientos sociales asalariados del MAS, en los discursos de Maduro, Correa y por supuesto Castro. Tuvieron  el tupé de hacer referencia a la democracia como si fuera en serio,  sin atribuirse por un segundo las razones de que el  vocablo está tan envilecido gracias a su vocación prorroguista y autoritaria.   Todo para dar marco al más dispendioso y taimado inicio de campaña de la historia.
Como era por todos conocido, el tema del mar no halló espacio para la mínima mención. El esperado Libro del Mar del ex presidente Carlos D. Mesa, fue entregado a los asistentes pero el lanzamiento público y oficial, se lo hizo en la intimidad : en el Palacio Quemado dos días después.  Cristina Kirchner se dio el modo de poner sobre la mesa el tema de las Malvinas y su denuncia sobre los "fondos buitre", horas antes del mazazo que le dio la justicia norteamericana, por la que conmina a la Argentina a honrar sus obligaciones. ¿Alguien se inquieta por lo que le debe a Bolivia por el gas? O aún no lo han pensado.
Para SE hubo dos momentos disonantes.  El primero, la reflexión del sui géneris y apreciado presidente de Uruguay, quien sin querer queriendo, hizo saber que a él no le pasó desapercibido el gran desembolso fuera de presupuesto que Bolivia realizó para agasajar a los visitantes, y el segundo, la intervención del Gobernador de la ciudad anfitriona Santa  Cruz de la Sierra, que dijo exactamente lo que el gobierno en su conjunto niega y menos quiere oír.

Pero así suceden las cosas. Lo que demuestra que no importa qué tan grande sea el esfuerzo, no hay modo de tapar el sol con un dedo y no hay mal que por bien no venga.




sábado, 14 de junio de 2014


Ki-Moon el UNO de la ONU

como buen diplomático se compromete sólo con su deber

se confiesa a 4 medios. seguir debatiendo el tema de la COCA.



Ban Ki-moon, secretario general de las Naciones Unidas, aceptó dedicar media hora de su estadía en Bolivia para hablar con cuatro medios del país, entre ellos el diario EL DEBER. La entrevista, programada con antelación, tuvo lugar en el salón Jazmín del hotel Los Tajibos.
El surcoreano, que llegó al país el 12 de junio para participar de la Cumbre del G-77+China, señaló que este encuentro servirá para que lospaíses en vías de desarrollo encuentren formas para trabajar coordinadamente en pro de su bienestar. “Los países del mundo desarrollado agrupados en la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) deben proveer ayuda a los menos desarrollados”, sugirió.
La celebración de esta cumbre en Bolivia, dijo Ki-moon, es crucial para el cumplimiento de las Metas del Desarrollo del Milenio (ODM) y en particular, para facilitar la adaptación del mundo al cambio climático. “No podremos lograr estos objetivos en las Naciones Unidas sin el apoyo completo y la coordinación de los países del G-77+China porque representa más de la mitad de la población mundial y gran parte de la representación de dos tercios de los Estados en la Asamblea General (de la ONU)”.
El máximo representante de la ONU, que ayer celebró su cumpleaños número 70 en el municipio de El Torno, donde fue agasajado con una torta de hoja de coca, se refirió a esta planta milenaria. Reconoció que la demanda boliviana de despenalizar este arbusto es un tema sensible pero es consciente de que forma parte del modo de vida de los pueblos indígenas.


viernes, 13 de junio de 2014


sólo 7 presidentes,
dos primeros ministros y 
dos vicepresidentes en Santa Cruz

la cifra nos la brinda El Dia, que ha estado cubriendo desde Viru Viru, la llegada de las delegaciones. un día de intensa lluvia que anegó la recientemente asfaltada vía al Centro de la Ciudad de Santa Cruz de la Sierra. los metereólogos pronostican lluvia hasta pasado el domingo.



Al menos 7 presidentes, 2 premieres, un vicepresidente, 9 delegados de alto nivel, y la laureada con el premio Nobel de la Paz, la indígena guatemalteca Rigoberta Menchu, habían llegado ya, hacia la media tarde del viernes, a la ciudad boliviana de Santa Cruz, para participar en la Cumbre del G77, que nuclea a 133 de los 190 países de la Organización de Naciones Unidas (ONU), cuyo líder se encuentra aquí hace menos de un día.
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon comenzó a dar forma a la Cumbre del G77 a última hora del jueves cuando llegó a Santa Cruz, procedente de la ciudad brasileña de Sao Paulo, donde, junto al presidente anfitrión de la cita, Evo Morales, asistió al partido inaugural del Mundial de Fútbol Brasil 2014.
Hacia las 16h00 locales (20h00 GMT) de este viernes, habían llegado a Santa Cruz los presidentes africanos Zambia, Michael Sata; Tanzania, Jakaya Mrisho y Zimbahue, Roberto Mugahue.
También el de la isla oceánica de Fiji o Fiyi, Epeli Nailatikau; de los asiáticos Bangladés, Abdul Hama y Sri Lanka, Mahinda Rojapaksa.
Pasado el mediodía del viernes, el presidente de Cuba, Raúl Castro, llegó a Santa Cruz. Fue el primero de los 10 países de América Latina que llegarán a esta ciudad boliviana, convertida por un diluvio de 6 horas, en una piscina.
Lo mismo que Castro, Abdelmalek Sellal, primer ministro de Argelia y a Mohamed Gharib Bilal, vicepresidente de Tanzania, ambos africanos.
Autoridades aeroportuarias, de la Policía y la televisión estatal de Bolivia, consignaron asimismo la llegada de delegados de alto nivel de los africanos Senegal, Angola, Kenia y Sudáfrica, como de los asiáticos Jordania, China, de la Liga Arabe.
Del gigante asiático, China, se espera al vicepresidente de su legislativa Asamblea Popular, Chen Zhu.
Menchu llegó a Santa Cruz la noche del jueves al viernes.

jueves, 12 de junio de 2014

frases de oro de El Dia "toda la parafernalia circense" presente en Santa Cruz con cientos de funcionario atentos a la menor indicación del "jefe de jefes" que se ha convertido en vocero, inspector, contratista, capataz de la tarea de "la cumbre" para un dia de jolgorio...

Un medio de prensa reportaba hace unos días sobre la inspección de las instalaciones de la Feria Exposición, escenario principal de la cumbre G-77. Más de un centenar de personas seguían como en procesión al gerente del predio ferial, todos ellos funcionarios de los diferentes ministerios que desde hace meses están comisionados en Santa Cruz para atender hasta el último detalle de la cita internacional.

Los viáticos, estadía, transporte y el sueldo de esos servidores públicos que han dejado desatendidos tantos asuntos de gran importancia para el país, no figuran en el presupuesto de más de 80 millones de dólares que las autoridades locales y nacionales han confirmado como gastos de organización  y de infraestructura previos a la Cumbre. Tampoco están consignados los dos días de feriado que el Gobierno acaba de anunciar y que seguramente se traducirán en pérdidas económicas para empresas que han tenido que afrontar el doble aguinaldo y un aumento salarial extraordinario solo entendible en un cuadro de esquizofrenia que parece haberse apoderado de nuestras autoridades.

Ya hubieran querido los benianos, víctimas de la peor catástrofe de su historia, un despliegue humano y de recursos tan grande y tan ágil como el que se ha dado para un evento que no dejará más que un papel firmado y mucha basura por recoger de nuestras calles y avenidas, que durante meses han sido intervenidas con desvíos, parques y adornos que le hacen poco honor a la estética que deberíamos exigir para una ciudad que se precia de ser la más grande y pujante del país.

Construcción de un parque en tiempo récord, una avenida de 8 kilómetros pavimentada bajo la lluvia, miles de árboles y arbustos plantados, cientos de luminarias, bacheado y muchas otras obras más son motivo de orgullo de autoridades que nos exigen apreciar el legado que dejará la cumbre para los bolivianos y los cruceños en especial. Tal vez esos mismos líderes de instituciones públicas estarían dispuestos a publicar la lista completa de gastos, precios, empresas que se han encargado de los trabajos, licitaciones y estudios de costos, para que esta cumbre no pase a la historia como otro pretexto más para la corrupción y los contratos espurios que podrían estar detrás de la connivencia de ciertos sectores empresariales a quienes también le ha agarrado este ataque.

Hace mucho que la población critica por el inmenso derroche en el que incurre el Gobierno, cuya vocación por la organización de eventos, los viajes, las cumbres y toda la parafernalia circense parece agudizarse. No queremos pensar el escándalo y la danza de dólares que se viene para la campaña electoral previa a una votación que se viene muy reñida y que seguramente motivará a los expertos del marketing político del oficialismo a extremar recursos, como no hubiéramos visto ya suficiente en este ámbito.

Lo más triste de todo este ataque es el entusiasmo de los sectores locales que se sumaron a la algarabía fantoche, pese a que ellos muy bien saben que todo lo que se ha visto es efímero y superficial. Ellos que siempre han defendido la inversión pública dirigida a la producción, al fomento de las actividades económicas, de los recursos humanos y la sostenibilidad hoy aparecen felices con este despilfarro destructivo que más temprano que tarde nos dejará con los bolsillos vacíos y la misma pobreza de siempre, que sin duda alguna será motivo de grandes discursos durante la cumbre.
Hace mucho que la población critica por el inmenso derroche en el que incurre el Gobierno, cuya vocación por la organización de eventos, los viajes, las cumbres y toda la parafernalia circense parece agudizarse. No queremos pensar el escándalo y la danza de dólares que se viene para la campaña electoral previa a una votación que se viene muy reñida.

martes, 10 de junio de 2014

el turismo es una noble actividad que requiere el aporte de transportadores, hospedadores, del atractivo de focos turísticos y del pueblo en general, una Empresa Estatal de Turismo viene a complicar las cosas, cuando todo lo que se necesitan son incentivos y el rol de coordinación de las comunidades locales. El Dia, SC

El Gobierno nacional parece haberse entusiasmado con aquello del Dakar, la cumbre G-77 y otros acontecimientos que han sacado a relucir la vocación de algunas autoridades por la organización de eventos, el catering, los viajes y ramas afines. En ese sentido es que ha lanzado el decreto 2005 que crea la a Empresa Estatal Boliviana de Turismo, cuyos objetivos no están muy claros y que en principio ha despertado mucha susceptibilidad entre las agencias, hoteleros y otras empresas que explotan la “industria sin chimeneas”.

En principio hay que establecer el consenso de que el turismo es una actividad que necesita incentivo por su inmenso efecto multiplicador, porque genera trabajo para un amplio abanico social y porque, bajo ciertas condiciones de sostenibilidad, ayuda a revalorizar el medio ambiente, la cultura y el modo de vida de los pueblos.

En segundo lugar, no hay duda que el Estado, en sus distintas instancias, tiene un papel fundamental como facilitador y promotor de las opciones turísticas del país y su accionar no tendría por qué despertar el temor del sector privado. Sin embargo, todos han visto la manera cómo operó el Gobierno en el transporte aéreo y cómo hizo todo lo posible para imponer el monopolio, con ramificaciones de nepotismo y tráfico de influencias. Se teme que esas mismas acciones se desplieguen en el ámbito del turismo, generando competencia desleal y un intervencionismo pernicioso que termine por enturbiar las aguas en lugar de aclararlas. Lamentablemente el Estado se maneja con criterios políticos y eso significa en otras palabras “repartija de pegas” y de ventajas para los entornos afines.

¿Cuáles son los problemas que impiden el desarrollo del turismo en el país? No es la venta de pasajes, tampoco es la inversión en hoteles ni restaurantes o los medios de transporte, pues eso llega con la afluencia de visitantes que no están viniendo porque Bolivia sigue siendo un “país tranca”, ya sea por los bloqueos, por la pésima infraestructura vial, por la constante conflictividad social, la corrupción y la hostilidad que siente el extranjero que visita nuestro territorio. Para atacar esos problemas no se necesita una empresa específica y el Estado tiene toda la libertad para atacarlos con toda la efectividad posible.

El turismo debería ser una responsabilidad compartida entre empresarios, municipios, gobernaciones y gobierno central. Todos necesitan trabajar para generar empleo y actividad económica. Pero no se trata de entrar en competencia en la venta de pasajes o en la creación de una agencia. Si el sector público quiere intervenir, que ayude en la capacitación de recursos humanos, que ayude a mejorar los atractivos turísticos que en algunos casos están ruinas. ¿Acaso el Gobierno invierte en el mantenimiento de los templos jesuíticos, por ejemplo?

Hay tantas atribuciones que puede asumir el Estado, aportado para que se organicen festivales, cooperando con créditos para artesanos, pequeños emprendedores, formación de guías y hasta la capacitación de taxistas, policías y funcionarios, para que no se porten como unos cavernarios cuando ven a un turista. Sería absurdo que el Estado se convierta en una agencia de viajes cuando hay tanto trabajo por desarrollar para incrementar el potencial de nuestro país.
Bolivia sigue siendo un 'país tranca', ya sea por los bloqueos, por la pésima infraestructura vial, por la constante conflictividad social, la corrupción y la hostilidad que siente el extranjero que visita nuestro territorio. Para atacar esos problemas no se necesita una empresa específica y el Estado tiene toda la libertad para atacarlos con toda la efectividad posible.
 

miércoles, 4 de junio de 2014

El Deber arrmete con energía contra la reelección anticonstitucional. El Deber está en contra del continuismo, de la prórroga, de ese "aferrarse al poder para no soltarlo", al mismo que instaa la oposición unirse contra ese corriente y ofrecer EN DEMOCRACIA, la alternativa natural.

En varias ocasiones hemos demostrado la independencia política del Diario Mayor EL DEBER, la que nos permitió opinar objetivamente, como también criticar y/o elogiar cuando hemos creído que así correspondía. Somos humanos, podemos equivocarnos; cuando eso sucede, enmendamos el rumbo. Esa línea ética de más de 60 años se mantiene incólume. Por otro lado, somos devotos del sistema democrático de Gobierno. La democracia, con sus pesos y contrapesos, controles y equilibrios, ha probado ser lo mejor para la convivencia organizada de una comunidad.

En ese sistema, la ciudadanía dispone de amplias libertades, en paralelo con otros derechos y obligaciones, tal como señala la ley. Dos elementos adicionales que distinguen a la democracia son el derecho a disentir, a expresar desacuerdo con la autoridad de turno y la alternabilidad en el poder. Esto último es vital, a fin de asegurar la dinámica democrática y posibilitar el surgimiento de potenciales nuevos liderazgos.

En nuestro país el oficialismo insiste en su afán de prorrogarse, con ello desvirtúa una de las pautas democráticas básicas. Este es un punto que genera inquietud. Vemos, además, que lo mismo está ocurriendo en otras partes de América Latina, donde el afán por quedarse en el poder está llegando a niveles preocupantes.

Luego de una doble gestión, que ya supera los ocho años, el presidente Evo Morales y su partido, el Movimiento Al Socialismo (MAS), volverán a participar en los comicios de octubre luego de haber obtenido justificaciones legales para proceder. Nadie nos puede asegurar que una vez cumplido el periodo que se iniciará en 2015 no surjan nuevos intentos de prórrogas. Las reiteradas declaraciones presidenciales nos anuncian que sí habrá prórroga y tal vez sea por mucho tiempo, ya que las encuestas hasta ahora favorecen al candidato oficialista.

Aquí es donde entra en juego la oposición, factor esencial de toda democracia; sin embargo, y por lo visto hasta ahora, esa oposición en Bolivia –pese a sus escasos márgenes de popularidad a escala nacional– no atina a unirse, a presentar una sola candidatura que, por lo menos, les brinde un espacio de control mínimo para garantizar un espacio de poder y evitar el control total por parte de un partido único mayoritario. Si el sentido común supera a los personalismos, tal vez se configure una coalición opositora. Sería interesante que exista esa posibilidad, favorecerá al pueblo y servirá para fortalecer el sistema democrático.

Consejo Editorial: Pedro F. Rivero Jordán, Juan Carlos Rivero Jord